Escritura interior

La voz de Cecilia Pagani comienza a trascender las fronteras de su propio universo particular, donde entreteje las historias que nos envuelven y conmueven, que nos perturban y movilizan, que nos interpelan y nos obligan a una mirada introspectiva. Premiada recientemente en Córdoba por su novela Interiores, la escritora riojana continúa en su búsqueda personal de iluminar, como ella misma lo afirma «una realidad total, abarcadora, con todos sus matices y sus zonas oscuras». Desde adentro hacia afuera, desnudando la contrariedad y ambigüedad de las personas.

El de Cecilia Pagani se convirtió en un nombre ineludible dentro del amplio espectro de la literatura riojana. Sus sucesivos trabajos fueron abonando un terreno en el que la fertilidad de sus letras se fue imponiendo a fuerza de calidad y consistencia, con historias que conmueven al lector y lo interpelan permanentemente. Esa búsqueda se ve reflejada en sus tres libros publicados hasta el momento: El cruce del umbral, Cautivos y Puntos sueltos. Pero es también una constante en su decir, que clarifica los caminos por los que la escritora va delineando una trayectoria que ya comenzó a traspasar las fronteras de La Rioja y que promete convertirse en un viaje hacia otros territorios, en los que la escritura adopta dimensiones diferentes. La valoración sobre su obra acumula ya varios reconocimientos en distintos niveles. El más reciente, y tal vez el más trascendental hasta el momento para su carrera es el Premio Literario Provincia de Córdoba por su novela -aún inédita- Interiores. Un galardón que es orgullo para La Rioja y que, al mismo tiempo, da cuenta de la evolución de una autora que, sin embargo, mantiene los pies sobre la tierra, con una precisa dosis de humildad y ambición que le permiten apreciarse un poco menos «escribidora» y un poco más escritora. Sobre este logro que sacudió al universo literario riojano -y la modorra de una provincia en cuarentena y aislamiento-, pero también respecto de su obra en general y su relación con las palabras en particular, Pagani dialogó amplia y generosamente con 1591 Cultura + Espectáculos.

¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO Y LA IMPLICANCIA PARA TU CARRERA COMO ESCRITORA EL PREMIO LITERARIO PROVINCIA DE CÓRDOBA 2019? 

Este Premio de Córdoba es una emoción muy grande y una bocanada de aliento para seguir escribiendo.

¿CUÁLES FUERON LOS FACTORES QUE TE LLEVARON A PRESENTARLA ANTE UN JURADO; CUÁLES ERAN TUS EXPECTATIVAS A LA HORA DE PRESENTAR ESTA NOVELA EN CONCURSO? ¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS QUE SURGEN A PARTIR DE AHORA?

Una buena cuota de audacia. Yo había participado en este Concurso en el 2016 con otra novela, con Cautivos, y quedé finalista y el año pasado ante una nueva convocatoria, pensé que si había llegado a esa instancia con mi escritura, tal vez esta otra novela tenía más suerte. Y felizmente la tuvo. Los premios son buenos, te visibilizan en alguna medida. Y representan un empujón, un: seguí que lo que hacés es aceptable.

¿QUÉ NOS PODÉS CONTAR DE INTERIORES? ¿QUÉ RELACIÓN SE PUEDE ENCONTRAR CON TUS PUBLICACIONES ANTERIORES, COMO «CAUTIVOS», POR EJEMPLO?

Interiores cuenta la historia de tres mujeres. Tres vidas distintas pero conectadas entre sí porque pertenecen a una misma familia abusiva, de características casi feudales. Está contada a partir de tres voces. La primera, Nora, cuenta su propia historia marcada por el abandono de su madre, se hace constantes preguntas sobre lo que le pudo suceder hasta que decide emprender su búsqueda. La segunda, Lilian, está narrada desde una segunda voz. Es un poco frívola, manipulada por su madre, por su marido pero es quien puede ver y actuar dando un giro inesperado a la historia. La última es la historia de Elba, está contada en una tercera persona pero con una focalización centrada en la subjetividad del personaje. Es una mujer grande, postrada en su cama de enferma, no puede hablar y está condenada a vivir y a recordar. Su historia recorre la historia familiar y va develando esos secretos que aparecen en las otras historias. Las vidas de estas mujeres están, además, enlazadas por la historia de una cuarta mujer, que es quien ha desaparecido desde un comienzo. La vida de este personaje de alguna manera va contándose a lo largo de toda la novela y a partir de cada una de las otras historias.

¿CÓMO SURGIÓ LA IDEA ORIGINAL PARA ESTA NOVELA? ¿TE BASASTE EN ALGÚN HECHO EN PARTICULAR?

Comencé con la historia de Nora, una vida en apariencia insignificante, anónima, marcada por la ausencia de la madre, por la soledad dentro de una familia llena de mandatos y mentiras. Y a partir de ahí fueron apareciendo las otras mujeres con sus propias historias, a las que también situé en situaciones de vida violentadas en lo físico y en lo emocional.

¿CUÁL PENSÁS QUE PUEDE SER LA REPERCUSIÓN PARA ESTA NOVELA UNA VEZ QUE ESTÉ PUBLICADA? ¿CUÁNDO SE ESPERA QUE SE CONCRETE LA PUBLICACIÓN?

Espero que la novela se lea y que la historia en general sea capaz de conmover al lector, de interpelarlo, de llevarlo a hacerse preguntas sobre estos temas que se plantean. Según las bases del concurso, la publicación es parte del premio y está a cargo de la Agencia de Cultura de Córdoba y debería estar en el segundo semestre de este año. Espero que así sea.

A PARTIR DE ESTE GALARDÓN PARA TU PERSONA Y LOS SUCESIVOS TRABAJOS Y PUBLICACIONES QUE VAS REALIZANDO, ¿SENTÍS QUE TE VAS CONVIRTIENDO EN UNA REFERENTE INELUDIBLE PARA LA LITERATURA RIOJANA ACTUAL? ¿TE LO PROPUSISTE, EN ALGÚN MOMENTO?

El premio me lleva a verme un poco más cerca de una escritora que de una ‘escribidora’. Pero no, no me siento referente de nada. Ojalá pueda seguir escribiendo y que mi escritura sea considerada buena y representativa de nuestra literatura.

¿CUÁL ES TU MIRADA RESPECTO DE LA LITERATURA RIOJANA DE ESTOS TIEMPOS Y SU INSERCIÓN EN EL CONTEXTO NACIONAL Y, MÁS ESPECÍFICAMENTE, EN LO QUE RESPECTA AL «CENTRALISMO» PORTEÑO? 

Tenemos muchos y muy buenos autores. Y debemos como sociedad estar orgullosos de ellos. Creo que el panorama de nuestra literatura riojana es sumamente prometedor y de esto dan fe la cantidad de personas que escriben, que participan en las diferentes convocatorias a concursos de escritura, la cantidad de asistentes a talleres literarios, la cantidad de escritores que han publicado. Y en esto creo que la Ley del Libro fue un incentivo muy importante. Sería bueno intensificar desde todos los sectores, público y privado, el estímulo y la difusión de nuestros autores. Hay una literatura que se escribe desde el interior, desde una Argentina profunda y periférica y que no es suficientemente valorada. Y esto tal vez tenga que ver con que esta escritura se asocia a una estética regionalista ya devaluada por estar muy arraigada al color local, al costumbrismo. 

¿HAY UNA ESCRITURA PARA LA «PERIFERIA» Y OTRA PARA LA GRAN CAPITAL?

En realidad toda literatura es ‘regional’, porque es  ‘situada’, porque se construye en una región con la cual nos relacionamos y en este sentido Buenos Aires como centro, no se percibe como una región. Y es tan fuerte ese centralismo que lo que no se lee en Buenos Aires no se lee. Las grandes editoriales, los eventos culturales, las instituciones están allá y juegan un rol muy importante al momento de visualizar a un escritor y entonces y desde aquí caemos en la trampa y en la paradoja de querer captar su mirada. 

PUNTOS SUELTOS, NO TAN SUELTOS

La más reciente publicación de Cecilia Pagani es un libro que está escrito con tanta intensidad, que no hay para el lector otra opción que no sea leerlo de la misma manera. Las temáticas y los personajes que atraviesan a Puntos sueltos -que se sitúa con firmeza dentro del complejo universo del micro relato- son tan cercanas, cotidianas y reales que abruman, tanto como la situación por la que hoy atravesamos, en medio de una pandemia que frenó al mundo y que nos obligó a bajar de esa vorágine permanente en la que estábamos inmersos y observar un poco más a nuestro alrededor, igual que lo hizo antes Pagani, con esa particular capacidad que la caracteriza de escrutar la vida y sus circunstancias. Y, sobre todo, de interpelarnos y ponernos a reflexionar sobre la parte que nos toca, hilvanando siempre todos esos puntos que bien podrían permanecer dispersos, pero que en su escritura cobran una unidad sustancial.

ESTA EXCELENTE NOTICIA PARA TU CARRERA COMO ESCRITORA (EL PREMIO LITERARIO PROVINCIA DE CÓRDOBA) LLEGA TAMBIÉN EN UN MOMENTO PARTICULAR, CUANDO ESTABAS COMENZANDO A DAR A CONOCER TU NUEVO LIBRO, «PUNTOS SUELTOS», ¿CÓMO TOMÁS ESTA CIRCUNSTANCIA EN MEDIO, ADEMÁS, DEL AISLAMIENTO OBLIGATORIO POR LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS? 

Puntos sueltos me llegó a fines de diciembre y tenía el deseo de presentarlo cuando pasara el verano, aquí en La Rioja. Por otra parte la editorial Macedonia tiene su stand en la Feria del Libro en CABA y ahí estaba invitada a participar de la presentación de sus proyectos y a leer unos micros. Bueno, lamentablemente esto no pudo darse por la pandemia. No obstante lo llevé a nuestras librerías y lo publicité a través de las redes. Y  el libro fue bien recibido.

PARA QUIENES NO LO HAN LEÍDO AÚN, ¿QUÉ ES «PUNTOS SUELTOS»? ¿CON QUÉ SE VA A ENCONTRAR EL LECTOR EN ESTE LIBRO?

Puntos sueltos es un corpus de 43 microrrelatos. Historias mínimas, muy breves que pueden abarcar desde tres líneas a muchas más. Pero esas pocas líneas pretenden situarte frente a una historia mayor, una historia que te explota y su fuerza debería estar (al menos es lo que pretendo) en lo que no se dice y que el lector debe completar. Historias en general incómodas, poco complacientes. Sus personajes aparecen ‘sueltos’ en la trama de sus vidas, huérfanos, en una orfandad total. Algunos son muy vulnerables. Otros manipuladores, obsesivos, caen en la locura y el crimen. Sumergidos en un mundo propio donde la transgresión se hace norma y ellos se manejan con sus reglas.

EN «PUNTOS SUELTOS» TRATÁS CON MUCHA CRUDEZA PROBLEMÁTICAS SOCIALES COTIDIANAS Y CONCEBÍS PERSONAJES QUE SE ADAPTAN PERFECTAMENTE A LA REALIDAD, ¿EN QUÉ TE BASÁS HABITUALMENTE PARA LLEVAR ADELANTE ESA CONSTRUCCIÓN, TANTO A NIVEL HISTORIAS COMO A NIVEL PROTAGONISTAS?  

Parto de lo que veo, escucho, o tengo noticias. Intento estar atenta a lo que sucede a mi alrededor para encontrar una historia. A veces es sólo una conversación, una imagen, una persona que pasa y en la que tal vez nunca había reparado y de pronto la veo y en ella hay toda una historia sugerida y trato de contarla. Nuestra vida, la de todos los días está entretejida de ficciones. Y esa ficción, esa subjetividad sostiene nuestros mundos pequeños, trato de ver eso y poder contarlo desde algún lugar.

PASÁS DE UNA NOVELA, «CAUTIVOS» POR EJEMPLO, A MICRORRELATOS, ¿CÓMO MANEJÁS ESOS PROCESOS DE ESCRITURA? ¿QUÉ CERCANÍAS Y QUÉ DISTANCIAMIENTOS ENCONTRÁS ENTRE UN GÉNERO Y OTRO? ¿HAY ALGÚN GÉNERO EN EL QUE TE SIENTAS MÁS CÓMODA? ¿HAY ALGÚN GÉNERO SOBRE EL QUE TE GUSTARÍA EXPLORAR A FUTURO?

La narrativa en general me gana y en particular la novela. Disfruto leer una novela y disfruto escribir una (o intentar hacerlo). La novela me permite convivir con unos personajes y con sus conflictos. Es sumergirme en la vida de «otros», de husmear en sus pensamientos, en sus códigos. Rumiar en sus historias, tomarme más tiempo para estar en ellos y tratar de entenderlos. Y ahí van surgiendo cosas y esos personajes se construyen y comienzan a vivir aquí, a la par. Entonces la escritura toma tanto cuerpo que no la puedo soltar y la presencia de esa historia es casi obsesiva. Hasta que llega ese momento de agotamiento y decido dejarlos o ellos me dejan a mí. La escritura de un cuento o de un microcuento a veces me resulta más angustiante. Quizás sea por la forma en que lo entiendo, es decir, como un recorte en la vida de un personaje, un chispazo que pretende mostrar o iluminar un aspecto de esa vida. Algo pesado, denso. Y lograr esa densidad, esa concentración suficiente para conmocionar a un lector, no es fácil. Es un desafío mostrar a partir de pocos datos, ese mundo qué está debajo, eso de lo que no se habla directamente, eso que se sugiere, porque no hay tiempo para detenerse.

A LA HORA DE ESCRIBIR, DE INICIAR UN NUEVO PROYECTO LITERARIO, ¿PENSÁS EN ALGÚN LECTOR EN PARTICULAR?

Sí, pienso en un lector que realice una lectura sin prejuicios. Que se sumerja en estas historias con libertad pero que cuando salga de ellas no vuelva a ser el mismo, ya sea porque le gustaron o no. Aspiro a que un lector quede lleno de ideas, de sensaciones, de imágenes. Perturbado y haciéndose preguntas. Creo que en general la literatura no debe darte respuestas sino llevarte al vacío de dejarte lleno de preguntas. Si en la vida no tenemos certezas, porqué las tendríamos que encontrar en la novela, por ejemplo.

EN CADA UNA DE TUS PUBLICACIONES HAY UNA FUERTE MIRADA RESPECTO DE LAS CUESTIONES DE GÉNERO QUE INTERPELA AL LECTOR RESPECTO DE UNA PROBLEMÁTICA DE ABSOLUTA VIGENCIA. EN «INTERIORES», POR LO QUE NOS CONTASTE, TAMBIÉN SE ABORDA ESTA CUESTIÓN, CON LA MISMA CRUDEZA, ¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE DESDE TU LUGAR DE AUTORA Y ESCRITORA, PERO TAMBIÉN DESDE TU ESPACIO DE MUJER, QUERÉS TRANSMITIR?

En Interiores las historias de estas mujeres están atravesadas por la violencia en diferentes aspectos. Vemos una violencia puesta en primer plano sobre el cuerpo. En considerar al cuerpo de la mujer como un territorio que se coloniza y se toma como un trofeo. Violencia en el lenguaje, en las palabras, en lo que se dice y en cómo se lo dice. Pero también violencia en los silencios, en los secretos, en lo que se oculta deliberadamente para suprimir, para borrar algo en la vida del otro. Pienso que una novela o un cuento deben visualizar, mostrar una parte de la realidad. Ese aspecto que todos miran pero a veces pocos ven, porque está ahí, al lado y hasta se naturaliza, por ejemplo la violencia verbal, el ocultamiento, la manipulación. La Literatura debe en ese sentido ‘iluminar’ la realidad. Una realidad total, abarcadora, con todos sus matices y sus zonas oscuras. Me gusta la metáfora de ‘cartografiar el alma humana’, cuando la mirada está puesta sobre ‘lo otro’, o en ‘lo otro’, en esa zona oscura, contradictoria y ambigua de las personas. Una mirada que no premia ni condena a un personaje y esto no significa empatía con un asesino, por ejemplo, sino tratar de sumergirme en su subjetividad para dar cuenta de lo que sucede en la historia. Esto puede generar un rechazo o una incomodidad en ese lector que no quiere ver, que se desestabiliza si el orden se quiebra y no se repone, que busca premiar al bueno y castigar al malo o encontrar una ‘enseñanza’ en el sentido didáctico o moral. Intento poner a los personajes en su mundo propio y con sus propias reglas y no dependiendo de lo ‘políticamente correcto’ o del gusto del lector.

CECILIA PAGANI X CECILIA PAGANI

¿CÓMO FUERON TUS COMIENZOS EN LA ESCRITURA? 

En la adolescencia, en la escritura de un diario personal, de poesía.

¿TE INSPIRÓ A ESCRIBIR ALGUNA PERSONA O ALGUNA SITUACIÓN EN PARTICULAR?

Tal vez la lectura de algunos autores y soñar que podía hacerlo como ellos.

¿EXISTE UN HORARIO PROPICIO PARA PONERTE A ESCRIBIR O CUALQUIER MOMENTO DEL DÍA ES IDEAL?

La mañana y desde muy temprano.

¿CÓMO ESTÁ AMBIENTADO TU LUGAR DE TRABAJO Y EN DÓNDE LO HACES USUALMENTE?

Es un cuarto pequeño pero suficiente.

¿QUÉ APORTA LA ESCRITURA A TU VIDA?

Un espacio de libertad absoluto.

¿CÓMO COMPATIBILIZÁS LA VIDA FAMILIAR, SOCIAL, TU TRABAJO COMO PROFESORA Y LA ESCRITURA?

No es fácil, pero me las arreglo, aprendí a hacer malabares. A estirar el día. 

¿QUÉ ESTÁS LEYENDO ACTUALMENTE?

Accidente nocturno de Patrick Modiano. 

¿CUÁLES SON TUS AUTORES PREFERIDOS? ¿QUÉ AUTORES RECOMENDARÍAS LEER?

Me gustan mucho los autores latinoamericanos y argentinos de mediados de SXX en adelante, por sus temáticas, por sus innovaciones al momento de contar una historia. Pero  últimamente, vengo leyendo a los franceses: Patrick Modiano (Dora Bruder; Tres desconocidas; Joyita); Philippe Claudel (Almas grises y La nieta del señor Linh); Iván Jablonka (Laetitia o el fin de los hombres, novela de no ficción) y a los españoles: Fernando Aramburu (Patria y Autorretrato sin mí); Javier Cercas (El impostor). Muy buenos. 

SI TUVIERAS QUE ELEGIR UN PERSONAJE DE FICCIÓN DE ALGÚN LIBRO PARA SENTARTE A CONVERSAR UN RATO, ¿A QUIÉN ELEGIRÍAS?

A tres mujeres: Fermina Daza de «El amor en los tiempos del cólera» de Gabriel García Márquez. A Bittori y a Miren de «Patria» de F. Aramburu.

¿EXISTE ALGÚN LIBRO FAMOSO QUE TE HUBIERA GUSTADO ESCRIBIR?

Sí, «Santa Evita» de Tomás Eloy Martínez.

EN LIBROS

EL CRUCE DEL UMBRAL

LA VORACIDAD QUE DESNUDA

«Los cuentos de la escritora riojana Cecilia Pagani son como un cross a la mandíbula. Y otro. Y otro más. Cuando el boxeador (lector) atina a ponerse de pie para evitar la determinante cuenta de diez llegará, inevitable, una nueva bofetada. Pero aun así, el boxeador (lector) seguirá intentándolo porque en ese inmiscuirse entre las líneas de los relatos se genera una especie de síndrome de abstinencia por el golpe, un deleite inexorable por el dolor, la crueldad y el sufrimiento. Pero también por el amor igualmente brutal y descarnado. Puede que ninguna de las historias contadas por Pagani con fina maestría de orfebre en la disposición final y contundencia de las palabras- tenga que ver con la otra. Sin embargo, hay una concatenación de sensaciones que transmigran todas y cada una de las páginas de «El cruce del umbral». Sensaciones que, en la mayoría de las veces, abruman. Como si ese paso dado hacia el otro lado (del umbral) pudiera generar, al mismo tiempo, asfixia y liberación. Opresión y libertad. Violencia y ternura desmedidas. Una paradoja constante e igualmente contradictoria. El juego de tensiones propuesto por la también profesora y licenciada en Letras es brillante y se ancla con firmeza en una certera elección de los personajes y sus voces, a los que desnuda con una voracidad casi criminal, sin tener por ninguno de ellos la más mínima de las contemplaciones».

(1591 Cultura +Espectáculos. Octubre de 2017)

CAUTIVOS

EL ABISMO OCURRE

«No hay en Cautivos una sola palabra de más ni una sola palabra de menos. Cada tramo del relato va en la dirección de una concepción ajedrecística de la historia, pergeñada por la autora de manera tal que el lector no puede despegar la mirada del libro, a la espera de una noticia que llegue como un remanso de paz para semejante calvario familiar, o al menos una tregua para tanta pregunta sin respuesta, para tanto espacio vacío en una habitación que permanece intacta y para tanta culpa por no haber evitado lo que bien pudo ser evitado pero…¿Cómo imaginarlo? ¿En qué cabeza cabe? Al igual que en su libro de cuentos El cruce del umbral, Pagani no deja espacio para las concesiones, mucho menos para las cosas dichas a medias, lo cual le vale establecer un claro y sincero contrato con el lector que, si bien parte de la advertencia de que los hechos y personajes de esta historia son ficticios y que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, no es suficiente para evitar que tanta cercanía en el relato a hechos que nos resultan afines haga prácticamente inevitable ponerle otros tantos nombres a la desafortunada Gabriela y a los cautivos sucedáneos. Después de todo, desde su exquisita y siempre efectiva pluma literaria, la escritora riojana no hace más que ponernos frente a frente con nuestras miserias cotidianas, esas a las que muchas veces asistimos sin prestar atención o importancia, sosteniendo la endeble teoría que afirma que a nosotros no nos va a pasar. Hasta que un día pasa. Hasta que un día el abismo hacia el vacío ocurre».

(1591 Cultura +Espectáculos. Agosto de 2019)

PUNTOS SUELTOS

LÍMITES DIFUSOS

«Hay tanta cruda realidad desparramada por las páginas del último libro de la escritora riojana, tanta dureza humana atravesando a cada uno de los cuentos, que nada ni nadie podría escapar al minucioso catálogo de monstruosidad al que asistimos -y alimentamos- a diario. En un mundo insensible y apático, en el que casi nadie suele mirar más allá de los contornos de su propio ombligo, Pagani vuelve a ponernos frente a frente con la incontrastable necesidad de hacernos responsables no sólo de nuestros monstruos, sino también de los monstruos ajenos, en un arrojo de vital solidaridad, aunque más no sea en clave de desgracia. Porque si hay algo que termina por mostrarnos la escritora, es que somos tan vulnerables al amor como al odio, a la compasión como a la impiedad, a la bondad como a la perversidad, a la justicia como a la arbitrariedad. Porque si hay algo que termina por mostrarnos la escritora es que somos ángeles, pero también demonios. Héroes y villanos. Víctimas y verdugos. En esencia, seres antagónicos. Animales solitarios tratando de recoger del lodo nuestros puntos (cabos) sueltos para armar el rompecabezas de una existencia fragmentada por el dolor y la felicidad,  por la felicidad y el dolor, en simultáneo. Y el incansable juego entre la vida y la muerte, oscilando siempre entre los límites difusos de una y otra. Y es que, después de todo, ¿hay otra cosa que separe a la vida de la muerte que no sea un mínimo suspiro, un cabo suelto, no hallado, y que termina por desequilibrar al resto, en suave caída de dominó o en implosión incontrolable?»  

(1591 Cultura +Espectáculos. Abril de 2020)

PERFIL. Cecilia Pagani (La Rioja, Argentina) es licenciada en Letras y trabaja como profesora en el Instituto Superior de Formación Docente Sánchez Barros. Ha escrito cuentos, microcuentos y novelas. Sus relatos fueron publicados en revistas literarias como Crepúsculo y Rumbos (Argentina) y Por Escrito (México), y también en el blog de Literatura e Historia Cita en la glorieta (España), e integraron diferentes antologías, como Rufianes, curanderas y otras yerbas (EDUNT, 2014), Palabras sin fronteras (Aries, 2015) y Cuentos y poemas (Rumbos Libros, 2016). Ha recibido premios y menciones tanto en Argentina como en México. Es autora del libro de cuentos El cruce del umbral (Rumbos Libros, 2017); de las novelas Cautivos e Interiores (ganadora del Premio Literario Provincia de Córdoba 2019) y del libro de microcuentos Puntos sueltos (Macedonia Ediciones, 2019).

(La presente entrevista fue publicada en el suplemento 1591 Cultura + Espectáculos de diario NUEVA RIOJA)

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