Con voz propia

Nacida en cuna folklórica, hija de uno de los referentes indiscutidos del género, desde los cuatro años Flor Paz escribe su historia sobre los ecenarios, ese lugar en el mundo donde siente que es feliz y desde donde le da esencial sustento a un nombre que es sinónimo de talento, pasión, dedicación y entrega plena a la música.

Todo crece en el sol, desde la raíz. Todo nace al fin. Todo florece en ese lugar en el que estar es un camino por recorrer, una búsqueda por descubrir y, sobre todo, una elección por ser, por sentir. Las semillas vuelven a brotar y es como un volver a respirar, un volver a partir hacia los orígenes, hacia la herencia ancestral que ancla en el interior, en lo profundo, las ansias de volar hacia un aire tangible, al alcance de las manos. Despertar voz. Y palpar en el horizonte de los sueños el fruto de la conquista vuelta canción que trasciende las fronteras de lo propio, para convertirse en abrazo plural y melodioso. 

El vínculo simbiótico que existe entre la música y Flor Paz sólo podría compararse con el vínculo simbiótico que existe entre la arena y el mar: tan natural y milenario, que no requiere de una explicación. Mucho menos de teorías científicas que logren alcanzar una definición sobre algo que, simplemente, es. Como todo lo que crece en el sol, desde la raíz. Como todo lo que nace al fin por su propio peso. Como todo lo que florece en ese lugar en que se quiere estar. En ese lugar en el que quiere estar y que es mucho más que un lugar, e incluso ninguno, porque su voz tiene el don de poder abarcarlo todo. Y, fundamentalmente, de hacerla feliz. 

Nacida en cuna folclórica, tenía apenas cuatro años cuando comenzó a escribir su historia con el canto, cuando esa semilla comenzó a brotar y se volvió aire para respirar en ese partir hacia los orígenes, hacia la herencia ancestral que ancla en su interior, en su profundidad, las ansias de volar hacia un aire tangible, al alcance de sus manos. Despertar voz, desde la voz de ese padre que es también padre de una de las agrupaciones más icónicas de nuestra música popular: Onofre Paz, sinónimo de Los Manseros Santiagueños. Despertar voz, pero también desde su propia voz. Esa que le permite palpar en el horizonte de los sueños el fruto de la conquista vuelta canción que es hoy, en este presente que se va tornando fruto. Flor Paz siendo Flor Paz, pero al mismo tiempo trascendiendo las fronteras de lo propio, para convertirse en un abrazo plural y melodioso.  

Y en palabra humilde y generosa. Esa palabra humilde y generosa que comparte, desde su reducto en el microcentro de Buenos Aires, con 1591 Cultura+Espectáculos, abriendo de par en par las puertas, no sólo de su espacio, sino también de sus pensamientos, de sus pareceres, de sus particulares miradas sobre la música, pero también sobre la vida en lo cotidiano, donde construye su día a día desde la autenticidad y sinceridad de una propuesta que no tiene otro propósito que hacer de su manera de expresar, una forma sólida de ir dejando en el camino su propia huella. Y, desde allí, proyectarse como ya lo viene haciendo, en un despertar que se afinca en lo constante (y en su constancia) y que la proyecta, desde este presente en que sus canciones van fluyendo, hacia lo extraordinario que la aguarda a la vuelta de la esquina del tiempo.       

YA ESTÁS CONFIRMADA PARA EL FESTIVAL DE COSQUÍN 2022. ¿CÓMO RECIBISTE LA NOTICIA? ¿QUÉ SIGNIFICA PARA VOS ESTAR NUEVAMENTE EN ESE ESCENARIO?

Estuve como muy emocionada en estos días. Yo ya he tenido la oportunidad, en otras ocasiones, de estar en el escenario de Cosquín; primero como invitada, estando con Los Manseros Santiagueños y luego con mi banda, como solista. En este contexto creo que fue diferente por una cuestión del tiempo, de la anticipación con la que supe que iba a estar. A veces los nuevitos tenemos que esperar más cercano en el tiempo a la realización del Festival. El espacio que vi que me dieron en cartelera fue también lo que más me emociono. Aparte venir de una pandemia, en la que estuve trabajando mucho, pero sin tener un sendero de nada, porque no se sabía cuándo esto iba a terminar, cuándo no, entonces sentí como que todo lo que estuve trabajando durante estos casi dos años, sin bajar los brazos pese a la situción tuvo sus frutos y se vio. Tenía toda la música nueva de mi tercer disco, que también es un desafío. Cuando vos mostrás algo nuevo y algo tan diferente, puede salir para cualquier lado, así que sentí que lo que venía haciendo a nivel musical gustó. Es una emoción que todavía me dura esta convocatoria para Cosquín. 

IMAGINO LA ANSIEDAD QUE VAS A SENTIR HASTA QUE LLEGUE ESE MOMENTO…

Sobre todo, el compromiso; es una situación en la que una quiere mostrar lo mejor, así que estoy empezando a idear el show. Todo el tiempo estoy pensando en los colores, en la puesta, en el vestuario. 

«DOS ORILLAS» Y «FRUTO» FUERON LOS ÚLTIMOS TEMAS QUE PRESENTASTE EN CONTEXTO DE PANDEMIA. 

Mi tercer disco va saliendo de a singles. El primer single que salió fue antes de la pandemia y se llama «Algo de mí». Después salió «Una canción que nunca terminará». Luego vino la pandemia y ahí salió el tercero que es «Dos orillas» y el cuarto single, que es «Fruto». 

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¿CÓMO FUE TRABAJAR EN ESE CONTEXTO TAN PARTICULAR E INEDITO QUE PROVOCÓ LA PANDEMIA?

Fue diferente. Todos aprendimos un poco en este tiempo a poder desarrollarnos, reunirnos, pasar todo el trabajo que uno hacía de presencial a virtual. Obvio que no es lo mismo; con el editor, en otro momento, una se sentaba al lado y en tres jornadas terminabas, pero en esto era mandar, corregir… Y yo que estoy muy encima, que me gusta que quede tal cual como lo tengo en la cabeza, creo que el editor se va a acordar de mi.

¿SENTÍS QUE LA PANDEMIA TE CAMBIÓ EN ALGO A NIVEL PERSONAL Y MUSICAL? Y SI FUERA ASÍ, ¿EN QUÉ SENTÍS QUE TE CAMBIÓ? ¿QUÉ SENTÍS QUE YA NO VAS A VOLVER A HACER DE LA MISMA MANERA?

Indudablemente. Justamente conversaba con alguien sobre lo cambiado, lo diferente que se siente uno, o que me siento yo particularmente. En cuanto a lo músical yo ya venía con un cambio y la pandemia me agarró con el disco a medio terminar, y eso la verdad que fue una bendición porque atravesar una pandemia teniendo material guardado fue una alegría. Ya venía como encaminada y este tiempo me sirvió muchísimo para formarme, tomar clases, todo el año pasado me la pasé tomando clases, sigo este año en todo lo que tiene que ver con lo vocal, me puse a estudiar marketing, todo lo que tiene que ver con el desarrollo de mi proyecto, la parte más logística, que por ahí nunca entendí y que el artista tiene que saber, es importante. Me empapé de todo eso y siento que hoy en día me encuentro con mucho más conocimiento en muchos aspectos, así que está bueno porque todo lo que aprendo, todo lo diferente en lo que me formo tiene que ver con que el proyecto siga andando, para que tome otro profesionalismo.

¿SEGUÍS CON EL GOSPEL?

El gospel es una de las cosas que este año me ayudó y me cambió muchísimo porque me hizo encontar como otro lado mío de la voz, que siempre quise hacer y que por una cosa o por otra una no las hace; hay cosas a las que una no se anima porque siente que no va a estar a la altura; son miedos, pero la pandemia nos sirvió para decir: ‘¿si uno no lo hace ahora, cuándo lo va a hacer?’  

AMOR DEL MONTE

Flor Paz se aferra a su raíz. Incluso viviendo rodeada de altos edificio que, en muchas ocasiones, le impiden respirar el aire puro y observar el cielo claro que ofrece la amplia llanura, sus anhelos interiores, sus sueños, la llevan hacia el hechizo de la dulce tierra, al milagro del sol cuando le grita el crespín que lleva en el corazón. Es, al margen de la música, su esencia natural adquirida por transfusión de sangre norteña y, para ser más específicos en lo goegráfico, del Santiago del Estero en que nació su padre y por donde, también de muy pequeño, ya andaba guitarreando. «Regreso hasta tu amor la miel del pago / para endulzar la voz de mi nostalgias / siempre al norte azul de mi Santiago», interpreta Flor Paz en una de las canciones que integran su primer disco «Amuletos», que no sólo le sirvió como carta de presentación, sino que también marcó el punto de partida para su carrera como solista. Y, además, una firme convicción: indagar siempre en lo sustancial de su existencia para llevar hacia su música, hacia su composición, la magia de la guitarra que le permite cantarle a su tierra, las semillas de la chacarera y el amor incondicional del monte. 

VOS NACISTE EN BUENOS AIRES, SIN EMBARGO, SIEMPRE ESTUVISTE CONECTADA CON LAS RAÍCES DEL INTERIOR, DEL NORTE. ¿CÓMO ES ESE VIVIR ENTRE LA GRAN CIUDAD Y SANTIAGO DEL ESTERO?

Podría decir que viví medio atípicamente. Vivo en el medio de la ciudad, en medio del microcentro. Mi papá (Onofre Paz) vino de muy joven acá y ama bastante a Buenos Aires, le gusta estar en el medio de todo. A mi me parece loco…hay veces que le digo ‘¿no querés que nos vayamos al medio del monte?’ y él me dice que ‘no’, le gusta estar acá. Yo me crié yendo al colegio acá, pero a la vez todos los fines de semana viajando; si no estábamos viajando afuera, al Norte, a alguna provincia, estábamos acá en Buenos Aires en alguna peña o algún festival, entonces yo estaba todo el tiempo con el folklore. Así fue siempre, hasta mi adolescencia; después ya me empecé a formarme yo y a los 17, 18 ya empecé a gestar mi proyecto, entonces empecé a viajar también. Buenos Aires fue siempre un punto laboral, porque tenemos muchas cosas más accesibles, pero todos mis días en general fueron viajando y estando afuera, por eso también me costó mucho estar acá, en Buenos Aires, durante la pandemia. Quería escaparme, encontrarme de nuevo todo el tiempo con la ruta, con el verde, con la gente. Tanto tiempo acá no estuvo tan bueno, pero aprendí a entender que a todos nos tocó estar en un lugar en particular por algo. 

DE TODAS FORMAS, CON LAS REDES SOCIALES, EN LAS QUE SIEMPRE ESTÁS MUY ACTIVA, NO EXISTE UN LUGAR ESPECÍFICO, PODES ESTAR EN MUCHOS LUGARES AL MISMO TIEMPO…

Totalmente; eso es como la parte positiva, dentro de todo, que encontramos los artistas para difundir nuestra música, para estar en contacto con la gente. Soy bastante activa en las redes y me encanta conocer a la gente, interactuar, conocer a otros artistas. Durante la pandemia hice un ciclo que se llamó «Chicas del folclore», que lo terminé hace poquito. Agradezco a lo virtual que haya sucedido todo eso.

VENIS DE UNA FAMILIA, DE UN PADRE, EXTREMADAMENTE VINCULADO CON EL FOLKLORE, REFERENTE INDISCUTIDO Y ALGUNA VEZ SEÑALASTE: «NO ME RELAJO POR TENER APELLIDO, SINO QUE TENGO QUE TRABAJAR EL DOBLE». ¿CÓMO VIVÍS ESTA RELACIÓN TAN PARTICULAR CON TU HISTORIA FAMILIAR Y ESE ÍMPETU QUE MOSTRÁS RESPECTO DE QUERER MARCAR TU PROPIO CAMINO? ¿CÓMO SE ENSAMBLAN ESOS FACTORES? 

Se trata de sentir que uno va por el buen camino. De todas maneras, siempre estuve bastante segura de dónde quiero ir cuando emprendo algo. En cuanto a lo musical nunca me generó duda; siento que con el paso del tiempo la gente es como el metrónomo de la verdad. Si yo subo al escenario y hago un estilo de música que va en contra de lo que me hace feliz, la gente lo percibe y por lo tanto no recibe nada, no le llegás. Yo estoy muy feliz con el presente de mi música, estoy siendo muy sincera con lo que siento y con lo que quiero. Eso, por un lado, me deja tranquila, y por el otro creo son más las cosas lindas y positivas que me trae tener mi apellido. Hay mucha gente que a mí me conoce de chiquita, que iba con Los Manseros, y esa misma gente hoy en día me ve actuar y me sigue a mí también, viene a mis shows, gente que le tiene mucho cariño, mucho amor a Los Manseros, o a mi papá en particular, y como que lo trasladan a mí, así que lo tomo como una bendición la verdad, creo que no hubiese sido igual si no hubiese sido así.

¿PERO TAMBIÉN SENTÍS QUE TENÉS QUE DAR EL DOBLE, SIEMPRE UN POQUITO MÁS?

Por ahí siento que, al estar en ciertas situaciones, o casos de festivales tan importantes una debe igualmente por impulso personal estar evolucionando, por lo menos ahora que tengo el bichito tan prendido de la actividad. Hoy en día trato de trabajar. Antes lo tenía más activado a eso, después de la pandemia sentí que está bueno disfrutar de cada cosa, vivo relajada y disfrutando.

11/7/18 RADIO PANORAMA ACUSTICO DE LOS MANSEROS fotos DANIEL PEREZ

DESTINO: CANTORA

«Soy la que siempre quise ser», afirma desde «Algo de mí», canción que integra su tercer trabajo discográfico y que ya se presentó como uno de los singles que fueron muy bien recibidos por la gente, y que van camino a convertirse en clásicos de un repertorio que la define en su búsqueda inagotable de lo propio, aun cuando eso en nada signifique querer despegarse de su legado familiar. Flor Paz es quien siempre quiso ser, aún cuando en el indagar en sus primeros pasos con la música, le cueste encontrar una línea de largada, una bandera de partida, una señal de comienzo. Su destino de cantora, a la luz de los hechos (lo sabe mejor que nadie), estaba escrito desde mucho antes. Incluso en la antesala de ser concebida al llamado universal de la existencia, la música ya la había elegido. Luego, todo se fue dando con la misma simpleza con que hoy ofrenda su testimonio (y su sonrisa), siendo parte indisoluble de un recorrido en el que su voz enarbola tiempos y distancias, en un ir y venir permanente entre lo que fue y lo que es, en la continuidad de sus despertares a un mismo sueño que va proyectándose hacia lo imperecedero de lo que ofrenda con cada nueva canción. Y que ya alcanzó el reconocimiento, por ejemplo (y entre otros), con el Premio Gardel al «Mejor álbum artista nuevo de folklore» por su segundo disco «Despertar». 

EMPEZASTE CANTANDO DESDE MUY CHIQUITA, ¿CUÁL ES EL PRIMER ESCENARIO QUE RECORDÁS Y QUE SENSACIONES GUARDAS DE ESE MOMENTO? ¿CUÁLES SON TUS RECUERDOS MÁS LINDOS CON LA MÚSICA?

El primer escenario que me viene a la mente es uno que tiene que ver mucho con mi historia, con la historia familiar, en el festejo de los 33 años de Los Manseros. Me acuerdo que habían sacado un disco que se llama «33 años con el canto» e hicieron una fiesta en honor a ese aniversario, en Morón. Creo que el lugar se llamaba Morón 90 y ahí fue la primera vez, o al menos la que recuerdo, que fue una fiesta en particular que organizaban Los Manseros y habíamos preparado mi hermana su cuadro de baile, yo canté, y me acuerdo que terminé y salí corriendo para atrás del escenario porque recuerdo que siempre me iba de la vergüenza. Tenía cuatro años y me acuerdo de esa sensación, es como que me sentía en familia, estaban todos los hijos del resto de Los Manseros que también cantaron; ese es el recuerdo más lindo que me viene a la mente. 

¿CÓMO FUE EL PASO HACIA CONVERTIRTE EN UNA ARTISTA SOLISTA? ¿CÓMO FUE QUE MADURÓ ESA DECISIÓN DE DEDICARTE A LA MÚSICA?

Si bien en mi casa siempre hubo música y siempre estuvo el tema de que todos cantábamos o hacíamos algo artístico, nunca sentí que me lo estaban imponiendo. Me decían ‘¿querés hacer esto?’ y yo ‘sí’; así como había veces en que mi papá me preguntaba: ‘¿querés cantar?’ y yo decía ‘no quiero’ y no cantaba. Me dejaban que fluya a mi gusto. Ya de adolescente, aquí en Buenos Aires hay mucho de todo, me gustaba hacer muchas actividades: deportivas, danza, hice de todo, pero siempre seguí cantando paralelamente. Tengo el recuerdo, con 9 o 10 años, que estaba en mi casa y me ponía a cantar, siempre con el desodorante que hacía de micrófono y bailaba y siempre me imaginaba el público; se ve que lo tenía al deseo muy de chiquita, porque aunque no me acuerdo cuándo fue, ya venía con ese objetivo.

MUY NATURAL SIEMPRE…

Creo que tiene que ver con esa cuestión que yo estaba todo el tiempo acompañando a mi papá y miraba desde abajo, miraba al público y seguramente decía: ‘yo también quiero’…

TU PRIMER DISCO FUE «AMULETOS», QUE SALIÓ EN EL AÑO 2013… 

En 2013 salió «Amuletos» y la verdad que fue muy lindo ese disco, porque fue como el puntapié para iniciar. Mi papá y mi hermano Martín hicieron la producción del disco. En ese momento cantaba como solista en algunos lugares. Un par de años antes lo había ido a acompañar a mi papá a cantar, creo en Cosquín, y cuando bajaba la gente de prensa me preguntaba si no tenía un disco para difundir y yo no tenía nada, entonces mi papá dijo ‘tendríamos que grabar, ¿te gustaría tener un disquito?’, y dije ‘sí’. Igual, tenía un miedo bárbaro porque nunca lo había hecho. Pero gracias a que me pedían surgió esa idea de grabar. Hoy en día todo ha pasado más a lo digital, pero un disco es como que a nivel comunicación y todo, te marca un camino. 

DESPUÉS VINO «DESPERTAR, QUE TUVO UNA REPERCUSIÓN IMPORTANTÍSIMA A PARTIR DEL PREMIO GARDEL; ¿CUÁL FUE LA EVOLUCIÓN ENTRE UN DISCO Y OTRO? 

Entremedio hubo dos años en los cuales me comprometí mucho con el aprendizaje, con el crecer. En el primer disco había estado como muy respaldada por la familia y quería ver qué podía hacer yo también, entonces recuerdo que con el trabajo que pude hacer de los festivales con el primer disco fui ahorrando y ahorrando y me dije: ‘en este segundo disco me voy a encargar yo completamente de todo lo ejecutivo y voy a tomar mis decisiones’. Viene de la mano de todo eso, de poder contratar un productor, por ejemplo. Para todo eso uno necesita un respaldo económico, abrir más el juego a más personas: un ingeniero de sonido diferente, por ejemplo, y estuvo buenísimo. Quise apostar también a canciones nuevas, entonces me empecé a encontrar con otros autores. Era un poco ver qué salía si me animaba a hacer lo que quería en ese momento.

https://www.youtube.com/embed/QS_yCyT2VVM

MUCHO VÉRTIGO, IMAGINO…

Sí, porque además en ese momento era mucho más rocker el formato. En los festivales gustaba mucho ese trabajo. El premio (Gardel) fue un fruto de lo que veníamos tocando y de lo que veníamos generando en los shows en vivo. A nivel musical, le empezamos a dar una importancia y un trabajo más minucioso y creo que eso se vio. Y un poco también el desafío de encarar muchas canciones inéditas que las hice muy propias; hoy en día las canto y las siento mías. 

MÁS ALLÁ DE ESA EVOLUCIÓN QUE MARCÁS, LE DAS SIEMPRE MUCHA IMPORTANCIA AL HECHO DE MANTENER LA ESENCIA. ¿CUÁL SENTÍS QUE ES TU EJE, QUÉ ES LO QUE MÁS RESPETÁS? Y, EN ESE CONTEXTO, ¿QUÉ ES LO QUE TE ATREVÉS A CAMBIAR?

Es lo más difícil, porque hay veces que uno puede querer versionar algo o hacer algo musicalmente novedoso y eso es como la comida, tenés que saber cómo condimentarlo para que no quede mal. Para mí viene un poco desde la composición de las canciones que elijas, por eso sentí que estas canciones nuevas como «Dos orillas» tienen esa mixtura bien marcada de la acentuación que va hacia el carnavalito, pero a la vez tiene algo como más moderno en las estrofas. A nivel musical, me parece que parte de la guitarra de nylon, que es algo que yo amo y creo que tiene que estar siempre, el bombo legüero también, que es algo que te lleva todo el tiempo y la cuestión de los ritmos. Todas las canciones mías en algún momento van hacia el ritmo de la chacarera o hacia la zamba; en algún momento recaen sobre el folklore. Todas las canciones que faltan todavía salir de este tercer disco están como pintadas a mano en este sentido, así que no veo la hora de que salgan. 

DIJISTE ALGUNA VEZ, EN ALGUNA ENTREVISTA QUE «EL SONIDO CUANDO UNO CANTA ES LO MÁS VERDADERO QUE UNO TIENE, PORQUE UNO NO PUEDE MENTIRSE A UNO MISMO». ¿CUÁL SENTÍS QUE ES TU SONIDO? O, EN TODO CASO ¿A QUÉ SONIDO TE GUSTARÍA LLEGAR? 

Este último tiempo, que he tenido por suerte una guía en cuanto a lo vocal con mi profe Katie Viqueira, me ayudó mucho a descubrir. Si bien la voz naturalmente viene con uno, creo que hay muchas cosas que vocalmente a veces lo cantantes debemos trabajar, aparte de la técnica; hacer un camino un poco más mental, desde muchas trabas que uno tiene a la hora de subirse al escenario. También hacer un trabajo desde lo espiritual, de destrabarse de todo, de deshacerse de cualquier tapujo que uno tenga y ser libre al cien por cien. Viene acompañado de eso, de estudio obviamente, y siento que mi voz ya se asentó más. Me escucho y ya me escucho como una mujer, a diferencia del disco anterior, que me escucho aún un poco adolescente. Podría decir que, en el presente, el color que hoy tengo y que tiene que ver con la edad es muy lindo y ayuda mucho a liberarse.

DIJISTE POR ALLÍ TAMBIÉN QUE «NO TENÉS INTENCIÓN DE SEPARARTE DE TU HERENCIA, QUE TE LLENA DE ORGULLO Y DE ALEGRÍA, ¿QUÉ SENTÍS QUE TE MARCÓ PARA SIEMPRE DE TU RELACIÓN CON TU PAPÁ, CON LOS MANSEROS? ¿CUÁLES SENTÍS QUE SON LAS INFLUENCIAS MUSICALES QUE VAS A LLEVAR CON VOS HASTA EL ÚLTIMO DÍA? 

Tengo algunos artistas en particular, pero creo que lo que me ayuda mucho es escuchar música de todos los géneros; mucha música de afuera, muchos cantantes de afuera. Me gusta mucho mirar shows en vivo, ver cómo hacen con ciertos arreglos que, si bien cada uno tiene su propia identidad, está bueno ir tomando esas cosas. Creo que eso es parte del formarse uno mismo también. No es solamente que me quedo escuchando folclore, o a los artistas del folclore que fueron mis referentes y que obviamente amo; está bueno escuchar un poco de todo. Soy bastante fan de (Gustavo) Cerati, (Lisandro) Aristimuño me encanta, son personas que hacen desde lo musical algo muy interesante y me encanta escuchar esas mixturas. Me gustan cantantes de afuera como Ariana Grande, también en cuanto a la producción musical; tiene mucho que ver también con eso. 

LA MÚSICA, ESE LUGAR

HAY UNA CANCIÓN DE TU MÁS RECIENTE TRABAJO DISCOGRÁFICO, «ALGO DE MÍ», QUE PARA VOS ES MUY ESPECIAL. QUISIERA PREGUNTARTE POR QUÉ. 

Es importante primero porque fue la primera canción que le dio como la impronta al disco; trabajamos mucho tiempo con el productor para alcanzarla, trabajamos mucho con la composición, y fue la que marcó un poco la cuestión del sonido un poco más nuevo y a la vez tradicional. Tiene mucho trabajo en especial. Me surgió esa letra y después, leyéndola, me di cuenta que estaba hablando de algo que yo recibí con mucho amor, que en este caso tiene que ver con la música que me trasladó mi padre, entonces me pareció lindo también regalarle esa canción, que sea una especie de homenaje, de agradecimiento en vida a todo lo que él me dio. Todo lo que yo necesitaba musicalmente él ya me lo dio y me lo sigue dando, pero también era animarme a ir por otro camino; como una bendición para una nueva etapa. 

https://www.youtube.com/embed/S0r5JDBENLI
  • HASTA AHORA SIEMPRE HEMOS HABLADO DE LA HERENCIA MUSICAL QUE TE OFRENDÓ TU PADRE, PERO ¿CUÁL ES LA OFRENDA QUE VOS QUERÉS DEJAR? ¿CÓMO TE GUSTARÍA QUE TE RECUERDEN? 

Lo que más me gusta a mí es esto de poder pintar en el presente un sonido nuevo con canciones que tienen tanta raíz; darle a la generación nueva, a los jóvenes, las ganas de escuchar folklore. Que algo les guste mucho y que al investigar se den cuenta que viene de una canción o un compositor súper antiguo. Son propósitos que me encantan que sucedan, que se concreten. Por otro lado, no es que sueñe con cosas gigantes en particular. Ojalá que si llegan, lleguen, pero poder vivir de la música, seguir dedicándome hasta que sea mayor, poder mantener el apellido y sobre todo las canciones de mi familia es algo que me generaría mucha emoción que suceda, y creo que lo voy a hacer siempre, así que voy para adelante con ese propósito.

ESTUVISTE TRABAJANDO CON UN GRAN PRODUCTOR COMO JUAN BLAS CABALLERO Y EXPRESASTE AL RESPECTO QUE HA TENIDO MUCHO QUE VER EN LA IDENTIDAD QUE HOY TENÉS, EN UN SONIDO PROPIO, EN LAS COMPOSICIONES. ¿CÓMO DEFINIRÍAS ESTA NUEVA IDENTIDAD Y A DÓNDE CREÉS QUE ESA NUEVA IDENTIDAD TE PUEDE LLEVAR? 

Fue un trabajo en equipo de bastante tiempo y súper lindo, porque al lado de alguien así aprendí muchísimo, fuera de que en este tiempo nos hicimos muy amigos y hemos llevado mucho de lo humano a lo musical. Fue un desafío muy importante para mí desde lo vocal, en muchos aspectos; tuve que estudiar mucho para que salieran las cosas bien. Este disco, a diferencia del anterior, tiene mucho esta esencia de raíz más folklórica, en la que volví más al charango, a los cueros, a los bombos, a las semillas. Es, si se quiere, un lado más verdadero, desde donde yo vengo y está apuntando también a hacer un folclore más latinoamericano y a que pueda traspasar fronteras. Mi deseo y mi anhelo es poder viajar mucho con este disco y poder llevarlo a cada rinconcito de un lugar desconocido, eso es lo más lindo de dedicarse a esto.  

¿CUÁL ES TU PROPÓSITO CON LA MÚSICA EN ESTE MOMENTO? ¿QUÉ FRONTERAS TE GUSTARÍA TRASPASAR?

Este disco y esta música fue gestada con tanto amor y tanta verdad, que tiene que ver un poco con los orígenes de los cuales todos venimos. Particularmente he tenido la posibilidad de vivir en las giras, en los viajes con Los Manseros donde hemos ido por Bolivia, por ejemplo, y veía a todas las bailarinas, esos carnavales, la música, y me acuerdo que me ponía a bailar. Está todo vinculado con Jujuy también, con parte de nuestra música que a nosotros también nos lleva y nos toca, entonces mi anhelo es ir para el lado de Bolivia, Perú, Ecuador, México también, por qué no. Este disco va muy orientado para todo ese lado y tiene una mixtura muy linda que puede llegar a gustar mucho. Estoy muy contenta con el trabajo y espero que el público también; hasta ahora, por suerte, tuvieron linda aceptación las canciones.

¿TE SEGUÍS CONSIDERANDO UNA ARTISTA NUEVA? 

Me sigo considerando una artista nueva, sí. A veces lo hablo con mi papá y me dice ‘¿siempre vas a decir que sos una artista nueva?’. Me considero nueva porque creo que es muy largo el camino de la música. Me dedico de chiquita a cantar, pero puedo decir que considero que mi carrera se encausó a partir del primer disco, hace ocho años, y ocho años en una vida es muy poquito, así que falta un montón todavía.

  • TOMO DOS FRASES TUYAS, PARA IR TERMINANDO, Y TE PREGUNTO POR SUS SIGNIFICADOS. LA PRIMERA «NUNCA SE ME CRUZÓ POR LA CABEZA LA VIDA SIN LA MÚSICA»… 

No tengo memoria de cuándo fue que dije ‘me voy a dedicar a la música’, o ‘me gustaría dedicarme a la música’. Es como que vino tan natural, claramente por la familia en la cual me forjé, en donde siempre hubo música y creo que siempre fue un espacio de refugio, de alegría, de deliberación también. Todos vamos en esta vida a los lugares que nos hacen más felices y ese es mi lugar, así que creo que no podría vivir sin música. 

LA DANZA TAMBIÉN ESTABA ALLÍ Y SE NOTA QUE ES ALGO QUE TAMBIÉN TE MOVILIZA…

Me encanta. Para mí uno es una expresión artística con todo el cuerpo; cuando canta, canta con todo el cuerpo y cuando uno baila también, entonces es como todo un combo que está bueno nutrirlo también. 

VOLVIENDO SOBRE LAS FRASES, A LA SEGUNDA LA EXTRAIGO DE UNA DE TUS CANCIONES «VUELVO A MI LUGAR, DONDE QUIERO ESTAR». ¿CUÁL ES ESE LUGAR? ¿HAY UN LUGAR EN EL QUE SEAS MÁS FELIZ QUE ARRIBA DE UN ESCENARIO?  

No, no hay, no ha aparecido todavía un reemplazo para ese lugar. Esa frase viene de la mano de la canción «Fruto», que en el video estamos con toda la gente, porque viene un poco a hacer referencia a la situación de todo esto que vivimos, que nos tuvimos que alejar y perder el compartir que tiene el folclore y que es lo que más me gusta de cantar. Más allá del escenario, me gusta todo lo que se genera abajo, la gente que conocés en el lugar, la manera en que te reciben, toda esa unión tan linda es la que hace que uno se sienta feliz y pleno en cada lugar a donde va. Por suerte todos estamos volviendo a eso de a poquito y ese lugar es realmente en donde yo quiero estar. No es que sienta que pertenezco a un lugar en particular; siento que no pertenezco a ningún lado. Haciendo música podría ser feliz en donde esté, no importa el lugar. Me di cuenta que el de dónde uno viene está con uno. He tenido la posibilidad de viajar a Europa y estar cantando chacareras bien tradicionales de acá, y uno está llevando su lugar a ese otro lugar, el lugar está en uno, entonces es como una cuestión de ir trasladándolo más que nada. 

«Por donde voy / todo vuelve a vivir / porque soy una raíz / que se queda en tu piel / como suave aroma en la flor / del piquillín, del piquillín». Su dulce, pero a la vez potente y clara voz va dibujando paisajes en cada estrofa y se vuelve melodía en cada palabra que es, al mismo tiempo, simiente, principio y fundamento. Es así como en cada nuevo despertar, como en cada volver a abrir los ojos hacia el horizonte de su interior profundo, deja sentir su alma, deja ver sus pies volar en perpetua danza. Y ya no importa el lugar, porque todo lugar es un buen lugar para que la música la invada y desde las entrañas de su ser, le brote el canto como fruto de añoranza del pago. Allí donde todo crece, en el sol. Allí donde todo nace, al fin. Allí donde todo florece, en el camino por recorrer, en la búsqueda por descubrir y, sobre todo, en la elección (su elección) por ser, por sentir. Por donde va, todo vuelve a vivir. Por donde pasa, todo vuelve a ser canción. En donde está la música, está ese lugar: el suyo. Ese espacio que viene conquistando entre la tradición y lo nuevo, entre la herencia y su legado. Entre lo que fue y será, pero partiendo siempre del hoy. Y una voz. Y un nombre propio: Flor Paz.

https://www.youtube.com/embed/TCsAGu8CxZY

TEJIENDO REDES PARA EL FOLCLORE

Espontaneidad y frescura. Autenticidad y simpatía. Sinceridad y encanto. Flor Paz se muestra tal como es. En lo cotidiano, donde viaja en las alas de la música, y en el encuentro con sus seguidores, a los que se aproxima a través de la cercanía que proponen las redes sociales, mostrando «la cocina» de su día a día. En ese lugar, también, su amor por el canto se deja traslucir como los latidos de su folclórico corazón. 

ESTÁS HACIENDO TAMBIÉN UN INTENSO TRABAJO DESDE LAS REDES SOCIALES. ¿CÓMO ES TU RELACIÓN CON ELLAS? ¿CÓMO TE LLEVÁS CON LOS NUEVOS FORMATOS EN QUE SE PRESENTA LA MÚSICA, LAS PLATAFORMAS, ETC.? 

Todo avanza muy rápido. He tratado de formarme mucho el año pasado con respecto a las plataformas digitales. Por otro lado, siempre tengo gente dentro del equipo que también trabaja en esa área; por suerte hay personas que saben más de marketing, que se encargan de eso y yo me encargo más del material que se sube y todo lo que es el contenido del día a día, que claramente soy yo, que hablo con la gente, es como más un ida y vuelta natural. Me encanta, me entretiene y en la pandemia ayudó mucho para estar en contacto con la gente, para generar contenido y a los que nos gusta nos divertimos un poco. Lo hago todo con mucho amor y el estar conectado con el público es parte de estar en ese ida y vuelta donde la gente, cuando sale algo nuevo, está ahí presente y te hace el aguante; es importante que estemos conectados siempre, más allá de un lanzamiento nuevo. 

PRECISAMENTE RESPECTO DE LAS REDES, EN PANDEMIA INICIASTE UN CICLO LLAMADO «CHICAS DEL FOLCLORE». ¿CON QUÉ TIENE QUE VER ESO? ¿ES DIFÍCIL PARA LA MUJER PODER INSERTARSE EN EL ÁMBITO DEL FOLCLORE?

Fue una cuestión de sentir que era un buen momento para que las mujeres nos unamos y unamos un poco de fuerzas. Sucedieron cambios muy grandes y muy importantes durante estos últimos años y me pareció que estaba bueno estar un poco más unidas. Estando de viaje una va a actuar y se vuelve enseguida, o al otro día ya sale para otro lugar y nunca tuve la oportunidad de compartir con alguna cantora, conocernos, charlar. Con este ciclo conocí mucha música nueva, muchas artistas nuevas, de muchas me hice muy amigas. Se trata de lograr un poco de unión, de unir fuerzas desde lo musical, que, si alguna tenía un lanzamiento nuevo, ayudar a impulsar un poco para que la gente lo escuche, intercambiar música y que se genere algo lindo. Tuve la oportunidad también de aprender de muchas cantoras importantes con las que charlé y hemos tenido cosas súper interesantes, hace poquito con Ana Prada, con Sole (Pastorutti), hablando de todo lo que tiene que ver con todo lo nuevo, la música, las canciones, las composiciones; se generaron cosas muy interesantes. Uno a veces se pregunta ‘¿en qué voy a ayudar con esto?’, pero si todos aportamos un granito de arena es mucho más fácil. 

SOBRE FLOR PAZ

Flor Paz es una joven cantautora argentina con voz moderna y potente que mantiene la esencia folclórica desde su raíz, heredada de su padre Onofre Paz, fundador de los Manseros Santiagueños. Con sólo 4 años fue convocada por Oscar Valles (Los Cantores de Quilla Huasi), a participar en el disco «Cantos de Fe» junto a artistas consagrados como Mercedes Sosa, Jorge Rojas, Octavio Osuna y El Trío San Javier. A partir de allí comenzó sus estudios, y a los 20 años lanzo su carrera profesional grabando su primer material discográfico, «Amuleto», que la llevó a presentarse en diferentes escenarios de La Argentina, entre ellos en la reconocida Plaza Próspero Molina de Cosquín, Córdoba.  Desde entonces, Flor Paz ha participado de los más prestigiosos festivales de Folclore del país, entre ellos Jesús María (Córdoba), La Chaya (La Rioja), La Salamanca, Festival de Lules y de Monteros (Tucumán) y el Festival del Yokavil (Catamarca).  En 2015 realizó una gira por Europa, presentándose en La Maison d’ la Argentine, el país Vasco y en el Auditorio de Biarritz frente a público argentino y europeo. 

En 2017 editó «Despertar», su segundo trabajo discográfico, que la llevó a emprender una extensa gira por el territorio nacional e internacional, incluyendo países como Portugal, Francia y España.  En 2018, y gracias al gran éxito de «Despertar», Flor obtuvo el Premio Carlos Gardel a la «Mejor Artista Nueva de Folklore». Luego en 2019 tuvo la Oportunidad de ser convocada para el Festival Únicos, que se llevó a cabo en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, dando apertura al show de la Trova Rosarina. 

Luego emprendió su tercer disco junto al Productor Juan Blas Caballero, y así fue como en agosto de 2019 lanzó el primer single «Algo de Mi» (Flor Paz – Juan Blas Caballero – Daniel Reschigna) y en Noviembre «Una canción que no terminará» (Sebastián Schon – Flor Paz – Cachorro López). Canciones que llevó por todo el País en la Gira de Verano, por reconocidos festivales como Jesús María, Festival de la Salamanca en Santiago del Estero y el interior del país y Gran Buenos Aires.  

En febrero de este 2020 volvió a ser convocada por el Festival Únicos en el Teatro Colón, para dar apertura al show de Los Manseros Santiagueños.  

Actualmente Flor se encuentra anticipando su tercer material discográfico, que muy pronto será lanzado con una presentación oficial en la Ciudad de Buenos Aires, para luego recorrer todo el país llevando su música a cada escenario con la pasión y profesionalidad que la caracterizan.

SOBRE SU MÁS RECIENTE TRABAJO DISCOGRÁFICO

Luego del éxito de «Dos Orillas», la renovación del folclore nacional sigue adelantando su nuevo trabajo discográfico con una canción que fusiona toda la dulzura del género con la fuerza y el color del mundo pop, demostrando la versatilidad de un sonido que trasciende generaciones porque habla desde la emoción.

Picardía, frescura y seducción, eso también es el folclore. Flor Paz lo sabe y lo encarna mejor que nadie en su nueva canción «Fruto», donde, con su fuerza interpretativa, enérgica y apasionada, abre la chacarera a un nuevo universo sonoro pop, desafiando los límites de los géneros, pero siempre fiel a sí misma.

En este cuarto adelanto de su tercer trabajo discográfico, Flor se afianza como una de las referentes indiscutidas del nuevo folclore nacional y, con esa alegría y desparpajo que la caracterizan, presenta un single que combina la potencia de la tradición con la frescura y sensualidad de los sonidos modernos, logrando una canción cálida y dulce que fluye y se siente en el cuerpo. 

«‘Fruto’ es una de las canciones que más me tiene comprometida a nivel autoral: tiene una esencia bastante tradicional, que es de la que vengo y con la que me crié, que se entrelaza con un sonido actual y nuevo, con arreglos musicales que tienen que ver con la música de mi presente», explica Flor.

Desde su lírica poderosa, la cantautora condensa su historia y crecimiento de la mano de la música. «La letra habla de un fruto, con la maduración que lleva bajo el sol y el crecimiento que tiene de la tierra de donde viene. Siento que ese fruto me representa, con mi historia y desarrollo, y también refleja a los vínculos y el amor, que van creciendo bajo un proceso de maduración a través del tiempo. Un fruto listo para comer que se hizo canción».

Con un video a pura fiesta, color y risas, Flor logra reflejar la fuerza de la unión a través del folclore. «El video representa lo que significa para mí una chacarera: alegría, pasión, fuerza y encuentro. Es símbolo de celebración y eso quise plasmar: la unión que se genera entre todos cuanto suena en el aire», asegura. Dispuesta a revolucionar el folclore con su impronta, la propuesta de Flor Paz es integral: mientras sigue mostrando su nuevo material, la artista también dio lugar a #ChicasDelFolclore, un ciclo innovador a través de su cuenta de Instagram (@florpazoficial) que da voz y protagonismo a las figuras femeninas de todo el país para visibilizar el talento de las mujeres de la escena nacional. Con un éxito arrollador, han pasado figuras como Soledad y Natalia Pastorutti, el dúo Nosas, Roxana Carabajal, Barbarita Palacios y Luna Sujatovich, entre otros, compartiendo vivencias, consejos y canciones, y mostrando que hay mucho talento por descubrir si tan solo se le da el espacio. Con cada paso y un talento desbordante, Flor Paz sube la apuesta, desacomoda casilleros y demuestra lo disruptivo de un género que siempre se renueva porque habla desde el corazón. 

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