Adiós a una leyenda

Desde el pasado martes 6 de octubre, el rock está de luto ya que en un hospital de California, Estados Unidos, a los 65 años falleció Eddie Van Halen, una de las mayores leyendas de la guitarra de todos los tiempos y que revolucionó no solo dicho instrumento sino la historia del rock como líder de Van Halen, agrupación que redefinió el hard rock de los ’70 y ’80.

por SEBASTIÁN BERTOLOSSO / Instagram: diversy.sb

Desde el pasado martes 6 de octubre, el rock está de luto ya que en un hospital de California, Estados Unidos, a los 65 años falleció Eddie Van Halen, una de las mayores  leyendas de la guitarra de todos los tiempos y que revolucionó no solo dicho instrumento sino la historia del rock como líder de Van Halen, agrupación que redefinió el hard rock de  los ’70 y ’80.  El guitarrista venía de una larga lucha de años contra un cáncer de garganta, y que a fuerza de varios tratamientos intensos había logrado superar aunque los mismos le costaron la pérdida de un tercio de su lengua. Eddie en varias ocasiones atribuyó haber contraído dicha enfermedad producto de su mala costumbre de poner en su boca una púa metálica que usaba para tocar la guitarra, además de su adicción de años al cigarrillo y al alcohol.

La muerte fue anunciada por su hijo a través de sus cuentas de Twitter e Instagram con el siguiente mensaje: «No puedo creer que tenga que escribir esto, pero mi padre, Edward Lodewijk Van Halen, ha perdido esta mañana su larga y ardua batalla contra el cáncer. Fue el mejor padre que pude pedir. Cada momento que he compartido con él dentro y fuera del escenario fue un regalo. Mi corazón está roto y creo que nunca me recuperaré por completo de esta pérdida. Te quiero mucho, papá». A los pocos minutos la noticia recorrió el planeta entero y conmocionó a todo el mundo de la música, donde los mas reconocidos artistas y leyendas despidieron con gran reconocimiento y afecto a este prodigioso músico. Y no es para menos ya que su impacto cuando irrumpió en la escena a fuerza de pirotécnicos solos y riffs amplió al más allá las fronteras del género y al mismo tiempo sirvió de inspiración para una enorme cantidad de artistas que lo tomaron como el faro a seguir y la nueva e indiscutida referencia de lo que era ser un auténtico «guitar-hero». 

A lo largo de su carrera fue considerado en cuanto premio y ranking hubiera entre los mejores guitarristas de la historia, a la altura de colegas como Jimi Hendrix, Eric Clapton, Jimmy Page, David Gilmour y Brian May, por mencionar algunos. El gran legado de Eddie Van Halen es el haber sido creador de un estilo personal y un  inconfundible sonido punzante dotado además de una asombrosa velocidad para tocar. Esta fue su auténtica marca registrada, un aullante vibrato al que agregó una revolucionaria técnica conocida como tapping con ambas manos, en la cual agregaba un sexto dedo, literal, a su mano izquierda. Es decir reformuló el ADN de la guitarra rockera para siempre.

Eddie nació, un 26 de enero de 1955 en los Países Bajos, en la ciudad de Nimega. Desde muy chico junto a su hermano Alex fueron estimulados y apoyados por su padre para incursionar en la música. Al principio por intermedio del piano y luego a partir de 1967 ya mudados a California ambos atacaron otros instrumentos dentro del campo del rock. Alex optaría por la batería y Eddie decantaría, obviamente, por la guitarra. Más adelante, en 1974 y luego de darle forma, ambos hermanos consolidarían la formación original de Van Halen, junto al virtuoso cantante David Lee Roth dueño de una potente voz y el gran bajista Michael Anthony donde poco a poco fueron ganando prestigio, reconocimiento y una creciente popularidad de la mano de su album debut titulado Van Halen. Canciones como «Runnin’ Wih the Devil» y el explosivo cover del clásico «You Really Got Me» fueron sus primeras armas, pero donde quedo evidenciado el descomunal talento y virtuosismo de Eddie fue en esa obra maestra titulada Eruption, la cual supuso una auténtica revolución y a partir de ese momento comenzaba a redefinirse la guitarra rockera como tal. Luego, ya para su segundo disco, Van Halen II llegarían nuevos hits como «Dance the Night Away» y «You’re Not Good», que se iban consolidando como sus primeros clásicos y ya les daban un lugar de privilegio entre los músicos mas destacados de la época.

Por aquellos años y en esa incansable búsqueda de un sonido propio, Eddie casi a modo de juego empezó a experimentar mezclando una guitarra Gibson y una Fender, a las cuales les colocaba cera de tablas de surf. Esa experimentación técnica se complementó con otras musicales, las cuales les generaron más de un inconveniente con sus compañeros de banda a excepción claro de su hermano Alex, que además se veían comprometidas por su creciente adicción al alcohol la cual llevaba a constantes enfrentamientos tanto con David Lee Roth y más tarde con su reemplazo en la voz Sammy Hagar. Al tiempo, en algunas entrevistas el propio Eddie Van Halen se refirió al respecto:  «No me importa echarle la culpa a mi padre, pero cuando comenzamos a tocar frente a la gente, me ponía muy nervioso. Entonces, le pregunté: ‘Papá, ¿Cómo hacés vos con eso?’ Fue entonces cuando me dio un cigarrillo y un trago. Mi reacción fue: ‘Uh, ¡esto está bueno!’ Por un largo tiempo funcionó, y para nada lo hacía por diversión. Era lo que hacía en la previa, antes de ir a componer y hacer música», con el tiempo eso se fue convirtiendo en un problema cada vez mayor.

Además de su carrera con Van Halen, Eddie decidió continuar expandiendo su horizonte sonoro trabajando con otros artistas como Michael Jackson en su hit «Beat It», con Brian May de Queen, para participar de un memorable álbum donde brillaban ambos y también junto a Roger Waters de Pink Floyd. Todo esto no hizo más que confirmar su reconocimiento y popularidad que terminaron de estallar por el aire con el lanzamiento de su album «1984», con sus megahits «Jump», «Panama» y «Hot for Teacher» que tenían la gran cualidad de estar dotados de una destreza técnica de todos los miembros de la banda que asombraban a todos sus colegas, pero además conquistaban a las grandes masas con esas melodías irresistibles. De hecho en «Jump» Eddie toca el teclado en la intro para luego desenfundar su inconfundible guitarra lo cual también generaba roces con el egocéntrico David Lee Roth, que además era también un gran showman en el escenario; al respecto Eddie recordaba en una entrevista de la época: «Dave me decía que yo era un guitar hero y que no tenía nada que hacer con los teclados». A lo que luego con no menos ego recordó su furibunda respuesta: «Si quiero tocar la tuba o una flauta bávara, lo voy a hacer». Resultado para el próximo disco: Roth fue expulsado y en su lugar ingresó Sammy Hagar que le dio otra impronta a la banda que fue incluso más exitosa aún conquistando rankings con su nuevo álbum «5150». 

Mas adelante y luego de otros grandes álbumes «OU812», «For Unklawwful Carnal Knowwledge» y «Balance» la popularidad de la banda no paraba de crecer al mismo tiempo que los problemas con Hagar quien también fue expulsado y posteriormente reemplazado por el cantante de Extreme Gary Cherone, pero que ahí si la critica fue implacable y su recepción muy pobre entre su público. Al tiempo Cherone fue expulsado y después de idas y vueltas en 2007, se anunció el regreso del cantante David Lee Roth al grupo lo cual fue una sensación mundial, aunque ahora ya no sería de la partida el bajista Michael Anthony, ya que fue reemplazado por el hijo de Eddie, Wolfgang, en bajo. Además lanzaron un nuevo y gran disco «A Different Kind of Truth», en 2012, marcó un nuevo renacer del grupo, pero este fue complicado. Debido a la salud de Eddie fue muy difícil mantener el ritmo de la gira como estaba previsto. En 2015 lo intentaron nuevamente aunque con algunas tensiones con Roth, pero el pasado le venía cobrando una factura cada vez más pesada al guitarrista. Venía de sufrir un reemplazo de cadera en 1999 producto de una osteonecrosis en la zona; a esto se sumó su lucha contra el cáncer desde el 2000 en adelante, más una cirugía de urgencia que atravesó en 2012 producto de unos divertículos, dificultaban muchísimo su vuelta a la normalidad. Ya en 2019 se dio a conocer que Eddie venía dándole batalla al cáncer de garganta y que quizá volviera una última vez a los escenarios aunque sus últimas complicaciones lo hicieron imposible. Nos queda su inmenso legado musical y su recuerdo brillando en el escenario, como así también el reconocimiento de todos sus talentosos y virtuosos colegas, lo cual es mucho.

Hasta la próxima.  

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