Arte y parte

Hay un momento en la vida en que la cámara se apaga y el micrófono se silencia, dando paso a una especie de soledad interior, despojada ya de las luces y los ruidos, alejada de la vorágine y el frenetismo de los medios de comunicación y de la tenaz tarea de divulgar la cultura de un pueblo, de una ciudad, de una provincia.
Es allí, en ese instante ya sin maquillaje ni tacones, cuando Paula Monsberger se abre a la reflexión, apostada en uno de sus lugares en el mundo (su local de ropa) y deja fluir las palabras entre memorias, nostalgias y tiempos vividos aquí o en la distancia de otros países, pero siempre con una mirada abarcativa del universo que la rodea, atenta a todas y cada una de las manifestaciones culturales, sin importar ya cuán importante sea la magnitud que estas posean.
El universo de Paula se ofrece generoso al quehacer cultural de La Rioja y constituye un espacio casi ineludible para quienes pretenden darse a conocer al público masivo, llegar, expandirse. Los programas de Monsberger, tanto en TV como en radio son una vidriera abierta a las miradas de quienes gustan alimentar el alma con las diferentes expresiones de nuestra riojanidad, pero también con el esfuerzo y la dedicación de quienes, de otra manera, no podrían mostrar su tarea vinculada a la construcción del imaginario social.
Pero para mostrar cultura, también hay que ser parte de la cultura y comprender los mecanismos en los que la cultura se entreteje, en esa especie de entramado de complejidades que Paula, incansable, busca desentrañar constantemente.
“La cultura en mí comienza desde muy chica. Mis padres y mis abuelos eran y son muy cultos, familia de inmigrantes todos, buena gente, gente de trabajo, de palabra. Gente muy humilde desde el corazón y con mucho gusto por la cultura, que fue lo que inculcaron a sus hijos. Es por eso que la cultura en casa estaba siempre presente, cuenta Monsberger con un dejo de nostalgia y mucho del orgullo por su familia, que también deja traslucir.
“Estudiar, trabajar, ser buenas personas, honestas. Eso es lo que me inculcaron y lo que me marcó; tratar de ser buena persona y tratar de hacer lo que a uno le gusta hacer”, asegura, al tiempo que se reafirma y sostiene: “no tengo deudas con nadie; mi único referente para tener que demostrar algo es Dios. Desde allí es que soy lo que soy y lo que quiero ser”.
Desde ese punto de partida cuenta que “antes llegar a la cultura no era muy fácil. Empecé con la actuación, luego me recibí de Maestra en Declamacion y Recitado, me fui muy joven a vivir afuera, estudié en el exterior y mi vida estuvo muchos años fuera del país, hasta que un día volví a la argentina, a Buenos Aires y luego se abrieron las puertas para venir a La Rioja”. En todo ese amplio trayecto que le permitió formarse en lo personal y lo profesional, siempre estuvo presente la imagen de su abuela, Dora Biazzi, quien solía afirmar “todo el mundo es país” y ese es, justamente, el concepto que la acompaña en su labor como gestora y difusora de la cultura, aunque sin perder de vista las dificultades a las que se enfrenta a diario para llevar adelante sus programas.
“Es muy dificil hacer cultura; yo comencé desde muy chica, trabajaba en dos fundaciones y era Directora de Ceremonial y Protocolo de la Universidad Católica. Hacía cultura con toda una serie de invitados y hacía también política internacional. En los ‘80 y los ‘90 la cultura estaba en un segundo plano, pero igual a la cultura la buscaba. En aquel tiempo teníamos muy buena televisión y todo pasaba también por el lado de la lectura, y a mi siempre me interesaron todas las expresiones del arte”.
Es por eso que Paula está convencida que “todo el que hace algo desde adentro, con el corazón, hacia el prójimo hace cultura, hace arte. ¿Hay un patron de hacer arte o cultura? No. Es el desarrollo en sÍ mismo del ser humano en la busqueda de una identidad colectiva que te mueva. Eso es cultura”.

Destino Rioja
“Cuando llegué a La Rioja empecé por mi profesión, que no la ejerzo aquí, pero daba clases de Inglés y Alemán y comencé a conocer a gente muy linda que incursionaba en la cultura; algunos cantaban, otros bailaban y me dije: ‘esta gente no se conoce’, entonces ahí comenzó el programa Lobby”. Así narra pausadamente Monsberger el nacimiento de lo que hoy es ya un clásico en los medios de comunicación riojanos, un espacio que se abrió a la cultura, pero también al común de la gente.
“Llevo 12 años de producción independiente con ‘Paula a la Noche’ y ‘Lobby’; la ayuda es la de la gente que te ve y el invitado que viene y el cliente que confió en mí para un programa de cultura, que es un producto muy abstracto. De ahí en más me dije: ‘quiero crear cultura’, que aquí en La Rioja faltaba. La televisión era política y yo quería mostrar a la gente que hacía cosas”.
La de Paula es una concepción de vida ligada a la cultura y a la gente, al pueblo. Una manera de absorver todo lo que ocurre a su alrededor, a partir de una mirada atenta, pero también de una generosidad ilimitada. “Siento que aprendo, que estoy cerca de las cosas que pasan en La Rioja. Yo les mostré el Teatro por primera vez a mucha gente del interior, por ejemplo, y la gente me lo agradece. Me nutro mucho de la gente, por eso a la gente le agradezco siempre, porque te abren las puertas y he pasado los momentos más lindos, porque te abren el corazón de su cultura”. Ese “nutrirse” del que habla Monsberger no es una simple declamación lanzada al viento. Es, muy por el contrario, la fundación de un concepto que se ancla en una palabra clave: diversidad.
“Amo la diversidad; es una palabra que me sigue. Vengo de la diversidad, he vivido de la diversidad y la cultura es diversa. A veces en los lugares chicos hay patrones que seguir. La Rioja tiene un gran vagaje cultural, gente que hace cosas muy interesantes, pero creo que falta meter en la bolsa a toda la diversidad cultural. Hay nombres y los otros nombres no pueden estar, hay patrones y los otros patrones no pueden estar, hay segmentos y los otros segmentos, si somos distintos, no podemos estar. A veces hay miedo a la diversidad en la cultura, por eso yo amo mucho a un Dalí, a una Marta Minujin, a Warhol, la diversidad me signó con estos nombres, y aceptar la diversidad del otro es la primera aceptación de cultura de tu medio, para que ese medio se desarrolle”.
Esa es la apuesta de Paula desde cada uno de sus programas: “Con Paula a la noche” (Canal 9), “Lobby” (FM La Torre) y “Municipio Cultural” (Canal 8), su última apuesta, para la cual contó con la convocatoria del intendente capitalino Alberto Paredes Urquiza, a quien agradece por “confiar en mi programa, que es un programa para recalcar la cultura dentro del ambito municipal y fuera también, porque todos somos la ciudad y la ciudad es un todo”. Así, Monsberger se afirma en ese concepto que rige su tarea y que marca que “la cultura es diversidad y uno tiene que ser diverso, pero uno también tiene que alinearse, buscar los pares para hacer cosas diversas en común; nos complementamos. Tenemos que unirnos y sumar, eso es algo que sostengo desde el primer momento. Yo no cambio el mundo, pero sí cambio desde mi interioridad hacia el entorno”.

Reconocimientos
Aunque es algo de lo que prefiere no hablar, por ese pudor y esa humildad que definen su manera de encarar lo cotidiano, Paula Monsberger ha sido multipremiada por su labor en televisión y radio, muy especialmente fuera de La Rioja. “Tengo 25 premios nacionales y un solo premio riojano que fue el Maxwel como Mejor Conductora de Televisión”, cuenta. En detalle, ha sido premiada como Mejor Programa de Television a nivel país tres veces consecutivas, al igual que como Mejor Programa de Radio. Además, cuenta en su haber con 12 premios como Mejor Conducción Femenina. “Los premios son un regalo de Dios, cuando empece este programa no esperaba ningún premio y son premios que yo traje siempre para La Rioja. ¿Alguien lo sabe?…no se… pero lo que sí se es que pude generar muy buen vínculo con la gente que conocí a nivel nacional”.
Claro que nada en el difícil y complicado ambiente de la televisión y la radio llega por casualidad. Todo requiere de mucho esfuerzo y una dedicación constante, acompañada de amor y pasión por lo que se elige hacer a diario. “Soy muy exigente conmigo y me gusta que las cosas que hago nutran y me nutran a mí también. Si vienen a mi programa quiero que se vayan contentos; me siento muy a gusto con todos mis invitados y con muchos hice vínculos de amistad. Pero es lindo que también te digan ‘qué bueno lo que hacés’, es lindo ese reconociemiento. Todos tenemos que reconocer al prójimo, darle el valor a lo que hace y a quién es. Habría que dedicar más tiempo a ver quién es el projimo, porque eso nutre de manera fantástica”, concluye.

UN ESTILO PARA CADA UNO

Al hablar de arte y cultura resulta inevitable que Paula Monsberger rastree en sus raíces para extraer un nombre anclado en su memoria emotiva: Dora Biazzi. “Mi abuela se llamaba Dora Biazzi y era una gran diseñadora; trabajó con el diseño en Italia y después en Argentina. Era una persona con una belleza única y un estilo y una formación culta muy grande, además de una finura extrema. Desde muy chica la veía coser, la veía cortar, la veía diseñar. Era el arte aplicado a la moda en la diversidad. La moda es arte en sí misma. Por eso no me gustan las copias ni los plagios y quiero que cada persona encuentre su estilo”.

“HAY QUE PERDER EL MIEDO A LA DIVERSIDAD”

Siempre vuelvo a empezar y siempre sola, con la ayuda de Dios y golpeando puertas a ver si se me pueden abrir. Hay que perder el miedo a eso de la diversidad cultural y aceptarse entre todos. Creo que a La Rioja le pasa un poco eso. A mi programa viene todo el mundo y me nutren el programa y me nutren a mí. Me nutro con miles de cosas, porque mi cuerpo, mi alma, mi espíritu y mi ser se elevan al punto del conocimiento, que es lo unico que hoy tenemos propio.

PLACERES

MI CASA ME LLENA EL ALMA, MI GENTE, MI FAMILIA, LA GENTE QUE AMO Y SE QUE ME AMA. UNA MESA CON LA GENTE QUE ME HA DADO LA VIDA, MIS PADRES, MI PEQUEÑA GRAN FAMILIA, PROPIA Y ENSAMBLADA; DESPOJARME DE LA PINTURA Y LOS TACONES; CONOCER CULTURAS, VIAJAR, HABLAR IDIOMAS. TODOS EN CASA HABLAMOS CUATRO O CINCO IDIOMAS. CADA UNO FUE VARIANDO SUS BUSQUEDAS. ESAS COSAS SON LAS QUE ME LLENAN. UNA BUENA PELÍCULA, EL CAMINAR; IR POR LA VIDA DE LA MANO CON EL RECUERDO QUE ME MARCO COMO SER HUMANO Y CON EL HOY QUE ME HACE FORJARME EN MÍ MISMA Y MI ENTORNO COMO MEJOR PERSONA HACIA UN MAÑANA QUE ME GUSTA QUE ME SORPRENDA. TRATO DE SER ORGANIZADA, PERO TRATO TAMBIÉN QUE LA VIDA ME SORPRENDA. LA AMISTAD ME LLENA EL ALMA Y SOY DE CONSERVAR LOS AMIGOS DE LA VIDA.

FICHA PERSONAL

PAULA MONSBERGER ES MAGISTER EN RELACIONES INTERNACIONALES. LIC. EN CIENCIA POLÍTICA, RELACIONES INTERNACIONALES Y COMERCIO INTERNACIONAL. PROFESORA DE ALEMÁN. MAESTRA EN DECLAMACIÓN Y RECITADO. CONDUCTORA DE RADIO Y TV. ACTRIZ.

 

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