En su habitación mental todo puede ocurrir. Y desde allí, nacer y fluir musicalmente, para alcanzar la plenitud del tocar los sueños con las manos. Marina Wil viene de estrenar canción con Fito Páez, uno de los próceres del cancionero nacional. Pero no solo viene de allí, sino también de una carrera que sustenta su presente de conquistas y la proyecta hacia un futuro en el que la profundidad de su voz está destinada a elevarse en lo sustancial y con nombre propio.
El amor después del amor. Y un poco más allá, incluso: el amor a pesar del amor. En su voz atesora sueños que con el paso del tiempo va convirtiendo en realidad gracias a ese motor que moviliza a pesar de. A pesar de todo y de todos. A pesar, incluso, de los pesares. De los suyos, de los de todos. Esa transformación de lo cotidiano en una melodía envolvente que abraza y que contiene, que pone a imaginar entre los límites de una habitación, pero sin límites para desplegar el vuelo de la mente, para suspenderse en el aire que anula lo hostil, que deja a un costado todo lo que se nos rompa y pasará a ser parte del pasado. En su presente, en cambio, es canción.
Y esa canción es un compartir que se abre de par en par, de lado a lado, desde un corazón que late al ritmo del deseo y de la entrega, desde la profundidad de un océano de palabras en el que inscribe su nombre. Marina Wil es una especie de prodigio; una joya que brilla con luz propia y en base a la construcción permanente de su ser que se aferra a la salvación de la música, en esa cajita en la que deposita toda su honestidad intelectual, pero también el cariño y el trabajo que hace latir a su propósito de vida.
Y desde ese lugar, desde ese espacio de intimidad, ofrenda su emoción para «componer en vez de descomponer». Y desde ese lugar, desde ese espacio de intimidad regala su decir genuino. Con la misma generosidad, con la misma humildad con que procesa las mieles recientes de una nueva conquista musical que se suma a su palmarés de artista plena.
El pasado 16 de septiembre Marina Wil estrenó canción nada más y nada menos que junto a Fito Páez, uno de los más grandes emblemas de nuestra música nacional, símbolo de generaciones completas gracias a un legado siempre vigente. «En tu habitación» es el último single con el que la cantautora dio paso definitivo a su segundo álbum de estudio «A pesar del amor». Pero «En tu habitación» es mucho más que eso porque junto a Páez, y en ese encuentro único en el estudio, tendió los puentes que el amor construye entre dos seres, a través de matices y juegos armónicos.
Una manera tan natural como extraordinaria de propiciar el encuentro entre el sello personal e inconfundible del músico rosarino y la profunda voz de Marina que, a todas luces, la posiciona como una de las cantautoras más singulares de la nueva escena musical argentina, y que viene cosechando su siembra en base a la suma de experiencias particulares que hablan de un crecimiento constante. Entre otras, compartió con Charly García (otro gigante de nuesta música) innumerables encuentros musicales que marcaron su carrera, de los que aprendió viéndolo trabajar y componer, y junto a Jorge Serrano (Los Auténticos Decadentes) grabó una versión de «Un osito de peluche de Taiwán», que cuenta con casi 2 millones de reproducciones en Spotify y más de 200 mil vistas en Youtube. Además, recientemente lanzó el bolero «Llegando el aire», cantado a dueto con Noel Shajris (Sin Bandera).
«La verdad que fue un lanzamiento muy deseado, muy esperado y estoy emocionada con que ya salió y contenta con que hay mucha gente a la que se le pega la canción, gente a la que le está gustando, y yo estoy tan feliz como el día en que Fito aceptó la invitación, emocionada con que exista esta canción de esta manera», cuenta Marina a 1591 Cultura+Espectáculos cuando se le pregunta por cómo está viviendo este momento artístico que la pone en el centro de la escena y mientras abre las puertas de su espacio creativo, con una sonrisa amplia y sincera, como cada una de las palabras a las que apelará desde una consciencia plena, pero también desde la misma emoción que pone de manifiesto en cada una de sus composiciones, incluida «En tu habitación».
¿QUÉ SENTÍS CUANDO DE PRONTO VES QUE YA SALIÓ, QUE YA ESTÁ, QUE YA LA SOLTASTE Y QUE LO HICISTE NADA MÁS Y NADA MENOS QUE CON FITO PÁEZ?
Es fuerte, como cada vez que uno saca una canción. No es algo de todos los días, ni sacar un disco, ni en esta época una canción, porque es mucho trabajo por todos lados: antes, durante, después…
HA CAMBIADO TODO CON LAS PLATAFORMAS, Y ESTO DE CONCENTRARTE EN UNA ÚNICA CANCIÓN, QUE PARECERÍA ALGO SENCILLO, EN REALIDAD ES ALGO SUMAMENTE COMPLEJO…
Es sumamente complejo; hay como poca información. Yo a veces hablo con amigas que están por sacar su primer disco, su primera canción y hay confusión; uno va aprendiendo en el camino, como con casi todo, pero además con las plataformas y los algoritmos, la verdad es que hay cosas que se renuevan más rápido que antes. Siento que antes había instrucciones más claras, o que duraban más tiempo y ahora las buenas prácticas de cómo hacer las cosas quizá cambian cada seis meses y uno se confunde. Es complejo, y debe ser complejo para todos. Hace unos días veía una entrevista a Daniel Grinbank por los shows de Fito y él decía: ‘todavía intento aprender cómo funcionan los algoritmos; o sea, si Daniel Grinbank todavía está intentando, imaginate una persona cualquiera tratando de que su tema tenga alcance en Spotify.
¿CÓMO FUE EL PROCESO CREATIVO PARA «EN TU HABITACIÓN»? ¿CÓMO FUE QUE LLEGASTE A ESTA CANCIÓN?
Esta canción la hice hace algunos años para otro amor, que no es mi amor actual. Estoy muy contenta, muy ilusionada, pero también viviendo esto de lo que habla la canción, que es algo bueno. Yo siento algo, pero no sé exactamente qué es lo que sentís vos que estás del otro lado de la pared, o del otro lado de la cama, o en tu trabajo, al mismo tiempo que yo estoy enamorada. Entonces, ese puente como telepático a veces está entero, a veces está medio quebrado, a veces es de un solo lado y de eso se trata la metáfora de ‘En tu habitación’.
PASAN MUCHAS COSAS EN UNA HABITACIÓN…
Sí, pasan muchas cosas, claro, en la habitación mental de cada uno pasa de todo.
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR
«En tu habitación» es una canción que fluye de principio a fin, montada en la complicidad que Marina Wil y Fito Páez alcanzaron en el estudio de grabación, donde esa atmósfera de encuentro se tradujo en un delicado trabajo de equilibrio de las voces. «Fue un momento muy especial, a pura emoción. Cantar junto a un ídolo personal y a una de las más grandes figuras de la música argentina, fue como estar viviendo mi mayor sueño. Pero era real. Y al poco tiempo, sentí como si hubiéramos cantado este tema desde siempre», cuenta Marina sobre su experiencia en la grabación junto a Fito.
¿CUÁNDO FUE LA PRIMERA VEZ QUE ESCUCHASTE A FITO? ¿RECORDÁS CUÁL FUE LA PRIMERA CANCIÓN QUE ESCUCHASTE DE ÉL?
Mi recuerdo es con ‘El amor después del amor’, por la potencia de ese disco. Fue hace muchos años, pero conservo esa sensación de que estaba escuchando una música muy poderosa y que me estaba gustando mucho; a mí siempre me encantó la voz de Fito, su música, todo.
TE LO HABRÁN PREGUNTADO MIL VECES, PERO TE LO VOY A PREGUNTAR UNA VEZ MÁS, ¿CÓMO LLEGASTE A ESTABLECER LA RELACIÓN CON ÉL, EL CONTACTO, Y ESA POSIBILIDAD DE LLEVARLO A UN ESTUDIO DE GRABACIÓN?
Llegué a él porque me lo crucé en un estudio de grabación gracias a otro amigo que trabajaba con él y que me dijo: ‘tenés cinco minutos para hablarle’, y en esos cinco minutos yo le dije que había hecho una tesis de licenciatura sobre ‘Clicks Modernos’ y que quería transformarla en un libro, y le dije que quería entrevistarlo y ahí me dio su mail y le mandé ese trabajo y le puse posdata: ‘la tesis no importa, pero escuchá estas dos canciones porque tienen todo lo que aprendí de vos’, y al otro día me llamó al celular, hablamos media hora y me felicitó; le había gustado mucho mi voz y las canciones, y unos días después me mandó una canción inédita suya a la que le hacía acordar ‘En tu habitación’. Yo le había mandado ‘En tu habitación’ y un tema que edité hace unos años y que se llama ‘El amor y la actuación’ que es una balada de piano. Le grabé su canción inédita, y le devolví el mail con eso; había un buen clima musical, una conexión musical. Unos meses después me animé a invitarlo y unos meses después concretamos la grabación y fue muy increíble.
¿CÓMO DEFINIRÍAS ESA EXPERIENCIA Y QUÉ SENTÍS QUE ES LO MÁS IMPORTANTE QUE TE DEJA?
Por un lado, siento que me deja eso de que los sueños se cumplen, aunque a veces sea 15 años después de la primera vez que uno lo soñó. Por otro lado, la potencia de una canción o de la música, porque no sé qué hubiera pasado con otra canción, pero esta canción le queda tan bien y él quiso grabarla. La conexión, el puente, la conexión musical de verdad existen; en algún plano estábamos conectados. La experiencia transformadora, de crecimiento, de felicidad y de realización.
AL MARGEN DE LO DE FITO TE HAN PASADO COSAS FUERTES EN TU CAMINO CON LA MÚSICA. AHORA HABLAMOS DE FITO, PERO TAMBIÉN TUVISTE CERCANÍA MUSICAL CON CHARLY GARCÍA, QUE ES COMO UN PRÓCER Y SI LO LLEVAMOS AL TERRENO DE LO FUTBOLÍSTICO, DIRÍA QUE ES MARADONA O MESSI. ¿CÓMO FUNCIONAN ESAS CUESTIONES EN TU HACER MÚSICA, EN QUÉ TE TRANFORMAN, QUÉ IMPULSOS TE GENERAN?
Yo soy muy estudiosa, entonces no sé si eso está bien, pero es como que yo toqué mucho en el piano y canté mucho la música de Charly, de Fito, entonces es como que yo estaba con eso, pero en plan de qué es lo que me gusta y lo que estudio y los motivos por los que me puse a estudiar piano y a componer, como que yo quería componer como ellos; entonces hay una cercanía honesta. A lo de Charly yo iba con una amiga porque era fan y porque eso se podía, había una posibilidad de hacerlo, y ahí aprendí que él estaba siempre grabando algo nuevo, siempre tocando. A mí me gustaría tener esa constancia. Cuando siento que quiero tomar un cafecito y mirar Instagram me acuerdo de que Charly estaba siempre probando algo nuevo con la música. No es tan fácil ser Charly; nadie es Maradona, obviamente. Pero mis encuentros son por ir hacia ellos y porque realmente estoy en lo musical con ellos; en lo musical, porque no me interesa mucho su vida de personaje.
DE TODAS FORMAS, NO TODOS TIENEN LA POSIBILIDAD DE JUGAR CON MARADONA Y CON MESSI
Bueno, no es que toqué con Charly, lo aclaro por las dudas, porque fue en modo fan, pero con Fito sí. Y no, no cualquiera puede, la verdad.
IMAGINO QUE DEBÉS SENTIR UNA GRAN ADMIRACIÓN POR ELLOS, ¿ES DIFÍCIL SALIRSE DE ESE LUGAR Y DE PRONTO ESTAR EN UN MISMO PLANO TRABAJANDO JUNTOS? ¿SE PUEDE NIVELAR?
Eso lo niveló Fito la verdad, porque Fito llegó al estudio y se puso a revisar la letra y a ver cómo cantaba la melodía, pero él también estaba abierto a trabajar. Fito es un artista impresionante; lo que hizo en el estudio yo no lo podía creer. Se puso a jugar con la canción sin ninguna vergüenza de probar cosas. Él es un músico sobretalentoso, entonces él me permitió manejar ahí el lenguaje de ‘bueno, grabemos esta canción, hay que cambiar algunas cosas por el tono de tu voz, el tono de mi voz, dividir bien las partes’, como lo harías con cualquier otro músico serio, comprometido.
SE PUEDE VER EN EL VIDEO Y EN LA CANCIÓN, CUANDO UNO LA ESCUCHA, QUE HAY MUCHA NATURALIDAD, COMO QUE TODO FLUYÓ DE UNA MANERA ABSOLUTAMENTE NATURAL. ES GENIAL PODER TRANSMITIR ESO, ¿NO?
Totalmente, sí. Viste que ahora se usa mucho el ‘feat’ para cantar una frase y en esta canción no es así. Quedó claro que la canción funcionó perfecto con nuestras voces y por eso cantamos los dos tanto, porque es como si hubiera sido escrita para esto, porque además yo ya la tenía producida. Lo que yo le mandé a él es el track como vos lo escuchás, pero solo con mi voz; no es que agregué instrumentos. Entonces, por qué no la saqué antes, no sé. Parece que tenía que ser con Fito Páez, porque de verdad que ya estaba lista.
SE PODRÍA DECIR ENTONCES QUE LA CANCIÓN ESTABA PREDESTINADA A FITO…
Si lo miro así, sí, porque no hay ningún motivo para que yo no la haya sacado antes.
HASTA EL FONDO DEL MAR
Marina Wil, frente a la superficialidad, apuesta siempre a la profundidad. Desde su lugar, desde su espacio, intenta vincularse con las emociones, con las sensaciones que movilizan a la humanidad, más allá de todo el ruido exterior que en muchos casos abruma. Desde ese lugar, desde ese espacio, también reflexiona sobre sus maneras de concebir la música, a la que asiste con pulsión vital.
HABLÁBAMOS AL PRINCIPIO DE LO DIFÍCIL, DE LO COMPLEJO QUE ES POR ESTOS DÍAS EL HACER MÚSICA, CÓMO HAN IDO CAMBIADO UN POCO TODAS LAS COSAS A PARTIR DE LA TECNOLOGÍA Y DEMÁS. EN ESE CONTEXTO, EN ESE ENTRAMADO DE COMPLEJIDAD, ¿DÓNDE TE UBICÁS HOY? ¿CUÁL CREÉS QUE ES TU ESPACIO DENTRO DE LA MÚSICA?
Lo estoy buscando todavía, porque cada día siento que está más de moda otra música que no es esta, y yo sigo sosteniendo mi estilo y no quiero, no tengo ganas de alivianarlo. Claramente no estoy cerca de la música urbana y dentro de la canción siento que también las mías son más profundas, no por las letras sino por la música.
POR LA ELABORACIÓN QUE TIENEN, QUE ES NOTABLE…
La elaboración, el tipo de producción y algo de los acordes, que siento que se hunden hasta el fondo del mar.
SE PODRÍA DECIR QUE VAS UN POCO A CONTRAMANO, PORQUE VOS BUSCÁS O ESTARÍAS BUSCANDO UNA PROFUNDIDAD, HACIENDO UN POCO DE REFERENCIA A ESTO DEL FONFO DEL MAR; UNA PROFUNDIDAD EN UN CONTEXTO DE MUCHA SUPERFICIALIDAD…
A nivel de la música sí; las letras son letras que hablan de los problemas del amor, de los corazones rotos, eso entiendo que es una temática que se trató siempre, no tiene el peso de hablar de las problemáticas humanas a nivel social, porque yo no hablo de eso, hablo de lo vincular. Por supuesto que hay gente que está hablando de temas más pesados que yo, pero en lo musical y a nivel estilo musical todavía no sé bien cuál es mi escena, más allá de que me relaciono con colegas que hacen también un estilo que todavía no se encuentra o no se puede catalogar en este momento en el que vertiginosamente se va corriendo todo hacia otro lado.
LEÍ QUE NO PODRÍAS HABER HECHO EN TU VIDA OTRA COSA QUE NO SEA LA MÚSICA, ¿CÓMO FUE O CUÁNDO FUE QUE DESCUBRIRTE ESA CONEXIÓN?
En la niñez, creo que mi primer momento fue cantando Guns N’ Roses, leyendo la letra de un CD, muy compenetrada, como que tenía que cantarla perfecta, y sabía exacto que la canción dura siete minutos e iba estudiando el solo, esa sensación de ‘estoy haciendo algo muy importante’. Pasa mucho con los músicos que su vocación nace en la infancia, es difícil definir el momento, pero también recuerdo la emoción que sentía con ‘Chipi, Chipi’ de Charly. Eso, y después esta anécdota que no le importa a nadie, pero a los 11 años canté ‘Honrar la vida’ cuando terminaron todos los sextos grados, y canté con una voz muy profunda, y ahí mucha gente fue a mi mamá y le dijo: ‘mandala a estudiar a esta nena, tiene que estudiar’.
Y ESTUDIASTE MUCHO, HICISTE UN CAMINO DE ESTUDIO MUY IMPRESIONANTE…
Mucho, sí. Estudiar me encanta; por mí acumularía licenciaturas, pero siempre me resisto a eso, porque si no me voy únicamente para ese lado.
¿SENTÍS QUE SIEMPRE FALTA ALGO MÁS PARA TU MÚSICA, QUE PODÉS SUMAR OTRAS COSAS?
Sí, siento que hay que seguir mejorando y escuchando otras cosas también, lo nuevo, aunque no sea lo que a mí me conmueve. Se puede tocar mejor, se puede cantar mejor, se puede darle más tiempo al brillo de la composición, aunque a veces la composición sale bruta así y es una gema, y tampoco hay que estar toqueteando todo, pero siento que sí, que hay para aprender, sin duda.
ESTO PUEDE TENER QUE VER CON ALGO QUE TAMBIÉN ESTUVE INDAGANDO Y QUE DIJISTE QUE «LO QUE QUEDA EN LA SOMBRA, LO QUE NO SE SACA, DE ALGUNA MANERA NOS ENFERMA Y QUE CANTAR Y COMPONER ES LA CAPACIDAD DE NO REPRIMIRTE. ¿CUÁLES SON LAS SITUACIONES O LAS CUESTIONES QUE EN LO COTIDIANO SENTÍS QUE PUEDEN REPRIMIRTE Y QUE TENÉS QUE SACARLAS?
Quizás no es algo tan de lo cotidiano. Me parece que son como las marcas de cada quien, los eventos que nos pasan a las personas que de alguna forma determinan ir para un lado o para el otro. Tengo que organizar la frase, pero creo que me estás entendiendo; no es que yo en lo cotidiano me enojo porque alguien me insultó en la calle manejando y voy al piano; me refiero a eventos más profundos.
¿PERO TE PUEDE PASAR QUE ALGUIEN TE INSULTE EN LA CALLE Y TE LLEVE AL PIANO?
No, ojalá. Lo que pasa es que no me sentaría enojada en el piano. Me puedo sentar más bien triste o emocionada, o más en un estado de ver qué sale, pero enojada prefiero hacer otra cosa para descargarme. Si estoy enojada en la calle, insulto como cualquiera. Me quedé pensando en eso de cómo cada uno libera su bronca, porque no hay mucho espacio en la sociedad para liberar la bronca. Debería haber en cada esquina un lugar para pegar una trompada a una bolsa de box, en vez de que cada uno acumule odio, y después sea como una sociedad enferma de odio.
A PESAR DEL AMOR
La Tangente, el próximo 13 de octubre, será el escenario en que Marina Wil dará rienda suelta a sus nuevas canciones, las que componen el disco «A pesar del amor», trabajo que viene mostrando de a poco y que promete exponer todo su arte, desde la honestidad con la que ofrece su música, pero también desde lo profundo de su emoción, donde se zambulle con cada acorde.
HICISTE MENCIÓN VARIAS VECES A LA PALABRA AMOR Y LO QUE SE VIENE ES TU NUEVO TRABAJO, QUE SE LLAMA «A PESAR DEL AMOR», UN NOMBRE MUY SUGERENTE… NO SOLEMOS ASOCIAR EL AMOR A ESE «PESAR», SINO QUE VEMOS SIEMPRE EL AMOR COMO UN PRINCIPIO. ¿CÓMO LO EXPLICARÍAS VOS?
Es que no lo puedo explicar, a mí me pasa lo mismo que a vos. Sé que la frase puede terminar bien o puede terminar mal, pero es esto, es como la cara medio enigmática del amor. Me estoy refiriendo al amor, o sea, por cómo es el disco, me estoy refiriendo a un amor de pareja, no es el amor con Dios, no es el amor con los amigos. Más o menos es ‘a pesar del amor cada uno tomó su camino’, la verdad es que el origen es ese, pero queda ahí como lo que vos decís. El amor suele ser un principio y acá está como un problema.
PERO VALIÓ LA PENA, EN DEFINITIVA…
Sí…
ENTRE «DEL CIELO», TU PRIMER DISCO Y «A PESAR DEL AMOR», ¿QUÉ SENTÍS QUE PASÓ CON VOS RESPECTO DE TU MÚSICA Y SU EVOLUCIÓN? ¿EN QUÉ CONSIDERÁS QUE EVOLUCIONASTE? ¿QUÉ DIFERENCIAS ENCONTRÁS ENTRE UN TRABAJO Y OTRO
‘Del cielo’ fue editar mis primeras canciones cerradas, entonces de verdad tenía muy poca experiencia respecto a la parte de la industria, tuve que pedir ayuda para todo, firmé contratos que me arrepentí y que gracias a Dios me permitieron deshacer porque eran cualquier cosa. Las canciones me siguen gustando y algunas las sigo tocando. A nivel de la composición me gusta menos que lo que hago ahora, pero me siguen gustando mucho, y en el medio también pasó que yo saqué ‘Un osito de peluche de Taiwán’ con Jorge (Serrano) y eso me abrió puertas, y me permitió sentir que yo podía tener un grado de difusión y poder seguir creciendo. ‘Un osito’ es una versión, pero es una versión que yo cambié mucho y que a la gente igual le gusta, porque hay muchos covers y quizás no todos tienen ese nivel de éxito y además que le haya gustado a Jorge me dio por primera vez esa sensación de confianza, y cuando canté con ellos en el Auditorio Nacional, para diez mil personas, eso se acrecentó, la sensación de confianza y de decir: ‘bueno ahora hay que hacer algo más y mejor con canciones propias’, porque es algo que yo hago y que me emociona hacer y que a alguna gente le gusta, y estas canciones son más maduras, tienen más trayecto biográfico en el medio.
¿Y AHORA HACIA DÓNDE SENTÍS QUE ESTÁS YENDO? ¿LO TENÉS MÁS O MENOS CLARO O TE VAS DEJANDO LLEVAR?
Ahora yo quiero salir a tocar. Eso es lo que quiero verdaderamente, quiero tocar. Planeo el año que viene como para seguir sacando música, pero el foco está puesto en girar por el país y por Sudamérica y ver qué pasa con eso, porque no lo sé, no lo hice con mi música, entonces me dan ganas. Quiero ver si la gente va a los conciertos o no, si les gustan, ver qué pasa. Hay una instancia muy importante más allá de jugar con los grandes, que es la del contacto con el público. A mí me gusta tocar en vivo, yo siento que soy fuerte ahí porque lo puedo hacer, no me pone nerviosa ni nada. Quiero que vengan a verme y ver qué les pasa.
ME QUEDÓ AHÍ FLOTANDO…DIJISTE HACE UN RATITO ALGO ASÍ COMO QUE ENTENDISTE, O DESCUBRISTE, O SENTISTE QUE VOS PODÍAS, ¿ESO TIENE QUE VER DE ALGUNA FORMA TAMBIÉN CON TU SER MUJER Y CON LA PROBLEMÁTICA DE GÉNERO EN UN ÁMBITO QUE SUELE SER MUY MACHISTA?
Supongo que sí. A mí muchas veces me dijeron: ‘mirá que en este estilo que hacés las mujeres estuvieron como en la banda de, pero no son las compositoras’. Y quizás siga siendo así por los próximos años. No sé si eso va a cambiar pronto, estamos intentando que cambie, pero sí tiene que ver con una cuestión de género y también con una cuestión que le podría pasar a cualquiera, supongo, que hay mucha gente que debe querer sacar su disco y no todos tienen la posibilidad en muchas instancias del camino. Cuando yo vi que más o menos podía hacerlo dije: ‘ay, bueno, voy a tener que trabajar para aprovechar que parece que puedo’. Trabajar, seguir haciendo lo que hago, pero con mucho más foco en la perseverancia y en la constancia.
DIJISTE POR AHÍ QUE LA MÚSICA TE SALVÓ, ¿DE QUÉ TE SALVÓ LA MÚSICA Y DE QUÉ TE SIGUE SALVANDO?
La música me salva del dolor. Para mí es la diferencia entre una soledad triste y una soledad más elevada, porque al final la música sí o sí te conecta con todos los demás que sufrieron, o que están contentos, o que aprendieron algo, ya sea cuando alguien escucha mi canción y le emociona, le mueve algo, o que yo hago lo que hago por todo lo que escuché y por todo lo que me hicieron pensar los artistas que escuché, que vemos que no necesariamente son los de antes. También pueden ser los compositores de ahora que me gustan. Pero hablando en pasado, yo dije ‘me salvó’ y me estoy refiriendo a eso: soy hija única de padres separados y estuve mucho sola desde muy chica.
ENTONCES LA MÚSICA FUE UN REFUGIO…
Sí, cien por ciento, un espacio de desarrollo personal, de poder pararme y decir: ‘bueno, yo individuo hago esto y mi vínculo es con la música’.
SOBRE MARINA WIL. Marina Wil es cantante, instrumentista y compositora. Nació en Buenos Aires, Argentina. Comenzó a estudiar canto y a cantar profesionalmente a los 11 años, (Ximena Rosé Cholvis, Aliza Kaufman y Jana Purita, José Luis Sarré, Elisa Viladesau, etc. fueron algunos de sus primeros maestros de canto). También estudió piano (Pablo Saclis, Violeta Hemsy de Gainza, Hernán Zelaya), batería (Manuel Caizza) y bajo (Mariano Otero).
Es egresada de la especialidad Producción Musical de la Escuela Técnica ORT. Mientras cursaba en dicha secundaria ganó el 1er premio de un concurso musical traducido en una beca para estudiar en la Escuela de Música Contemporánea de Buenos Aires (Berklee International Network), de la cual egresó en 2010 con el título de Músico Profesional con especialización en Canto. Allí incursionó en el estudio del jazz, la improvisación, las prácticas de ensambles, los arreglos y la composición.
A lo largo de su formación como cantante, estudió especialmente el método funcional de la voz, tomando clases en Walheim, Alemania con Eugene Rabine, el creador de dicho método, además de asistir a todas las jornadas dictadas en Argentina por el mismo maestro desde 2010. Al respecto asistió y continúa en formación sobre los fundamentos teóricos del canto funcional.
En su formación como cantante lírica en la U.N.A y con clases partículares con José Luis Sarré, descubrió las nuevas posibilidades de su voz que plasmó en proyectos como el Ensamble Vocal «2 sentidos» (2012 a 2016) y en la Opera «The Old Maid and the Thief» de Gian Carlo Donizetti, haciendo el rol de Miss Pinkerton.
Además de ser música, Marina es Lic. en Humanidades y Ciencias Sociales con Orientación en Arte.
CARRERA SOLISTA
Actualmente lidera el proyecto que lleva su nombre con canciones de su autoría y está por lanzar un disco en el que está como invitado especial Fito Páez.
Recientemente lanzó «Llegando al aire», un bolero cantado a dúo con Noel Shajris (Sin bandera).
Este disco fue co-producido por Marina y otros productores como Sebas Schon, Javier Mareco y Martín Aguilar, y mezclado por Pablo Lopez Ruiz y Nico Cotton.
En 2018 grabó su versión de «Un Osito de Peluche de Taiwan» de Los Auténticos Decadentes junto al compositor de la canción, Jorge Serrano.En 2019 fue invitada por Los Auténticos Decadentes a cantar «Un Osito de peluche de Taiwan» en el Auditorio Nacional (CDMX) y en el Teatro Gran Rex.
En 2014 grabó su primer CD llamado «Del Cielo», con un repertorio basado casi completamente en composiciones propias, con arreglos de Javier Mareco, grabado en MTT Estudios, y Estudio Rec y mezclado por Mariano Bilinkis y masterizado por Pablo López Ruiz. En este disco trabajó como cantante, tocó el piano, fue coproductora y co arregladora junto con Javier Mareco quien se encargó de la dirección musical.
Con este disco, se presentó en el Centro Cultural de la Cooperación y en Café Vinilo, además también se presentó como solista fuera del país, en Bra (Italia) Atenas (Grecia) y NY (EE.UU). Con este proyecto también fue seleccionada para inaugurar el escenario de Av. Corrientes en la Noche de las librerías en marzo de 2016.
PROYECTOS ANTERIORES
Grabó y graba también jingles publicitarios (Sancor Bebé 3, Coca Cola, Galeno, Knorr, Answer Seguros, Genoma laboratorios, etc), además trabaja como sesionista para bandas como, por ejemplo, Massacre (Teatro Gran Rex, 2012).
Integró el grupo de rock sinfónico Zarabairas (banda tributos a Serú Girán, La Máquina de Hacer Pájaros y Charly García) con quienes ha cantado y tocado en The Cavern, Biblioteca Nacional, Centro Cultural del Sur, Teatro El Victorial (con la participación de José Luis Fernández y Gustavo Bazterrica bajista y guitarrista de La Máquina de Hacer Pájaros y Los Abuelos de la Nada).Como baterista integró la banda Juega el Loco, con quienes grabó el disco «Esto no es juega el loco».
Como cantante y pianista, se ha presentado con muy diversas formaciones instrumentales, orquestas y bandas en géneros pop, rock, jazz, bossa nova, tango, folclore, etc. en sitios que van desde La Rural, Paseo La Plaza, Hotel Hilton, de Buenos Aires hasta el Palacio de David en Jerusalén.
Se ha presentado como solista (piano, teclados y voz) en las salas Maria Pandora, Amargord, Espacio Cultural Reciklarte y La Boca del Lobo de Madrid.
Participó con el grupo de música electrónica Klauss, del Habitats Festival en el Brooklyn Lyceum de Nueva York (2006) y del Festival Bipolar en Gruta 77 de Madrid (2008) y en sus conciertos en el Teatro del Nudo y en Ciudad Cultural Konex- Buenos Aires (2007-2008).
Corista de Dos Mamuts, actuó en Imaginario Cultural, Salón Pueyrredón, Bauen Hotel y Unione & Benevolenza.Compuso e interpretó junto a Ernesto Romeo la pieza electroacústica «Milojos» en el concierto de la EMS 09 -Centro Cultural Borges y Festival Internacional Tsonami -Centro Cultural Recoleta.
Representó a la Argentina en los eventos artísticos de Londres y Jerusalén en conmemoración de los 120 años de la Asociación ORT Mundial .Desde 2008 a 2017 integró la banda Ummagumma, tributo a Pink Floyd con quienes tocó en el Teatro Opera Citi, Auditorio de Belgrano, entre otros.
En el 2015 fue convocada para cantar en el concierto de «Bronca Buenos Aires», obra para recitante, solistas, coro y orquesta del contrabajista Jorge López Ruiz, dirigida por Pablo López Ruiz, que se presentó por primera vez en la Argentina, en el Auditorio Belgrano.
En 2017 participó de la Bienal de Arte Joven componiendo la música para una obra de teatro musical.
DOCENCIA
Hace más de diez años que se dedica a la docencia de la técnica vocal, de piano para cantantes, y de composición y de audioperceptiva.