Canción interior: un homenaje a La Costa

Nelson Scalisi y Cristina Velasco pintan un paisaje “Entre verdes, ocres y azules”, en el que el talento de ambos se fusiona para dar vida a acordes y palabras que trazan el mapa de la riojanidad costeña. Un paseo nostálgico y esencial. Diez canciones, diez pueblos y el anhelo de lo trascendental, como parte de un vital legado.

Hay un paisaje interior que va muy dentro de uno. Amaneceres, atardeceres, la brisa de un aire abrazador acariciando la mirada que se prolonga hacia un horizonte inalcanzable, pero siempre cercano. Hay un tiempo para sentarse a recordar, a traer la nostalgia hasta los umbrales del alma y respirar hondo el aire que baja de los cerros y dejarse llevar por lo colores, por los verdes, los ocres, los azules.

Hay un espacio para ser más allá de todo espacio, en los eslabones de una cadena que se extiende sobre un camino que no se detiene, pero que va dejando huellas imborrables de añoranzas puras que inquietan la memoria, en los contornos de una acequia que conduce los torrentes de emociones hasta lo más profundo de las raíces, afincándose en las tradiciones que datan de los principios mismos de una existencia que se recuesta en la geografía vital de los ancestros, de los santos, de las personalidades que ahora llegan en procesión de melodías, acordes y letras que despliegan el lienzo del ADN costeño. Diez pueblos, diez canciones. Y la magnitud de un infinito al alcance de la mano, como si de pronto se pudiera tocar ese cielo que envuelve, que atrapa y que siempre es regreso. Un volver en lo constante hacia ese corazón natural que late en la inspiración interior de esa fusión de talentos que se engarza en lo generoso de una entrega ilimitada.

 

HOY ME VEO AMANECER

EN EL PAISAJE IMPONENTE

LAS PEÑAS VELAY.

ME REGALA EL CORAZÓN

DULCES NOSTALGIAS DE AYER

CON SUEÑOS DE CANTOR.

 

Entre verdes, ocres y azules. En el paisaje interior que va muy dentro de uno. Amaneceres, atardeceres. Tiempo para sentarse a recordar en los eslabones de una cadena. Diez pueblos, diez canciones. Y la fusión de talentos. Nelson Scalisi y Cristina Velasco. Cristina Velasco y Nelson Scalisi. El orden de los factores no altera el producto. Pero el producto si altera las emociones, las pone a jugar, a corretear por los patios de tierra, en el pan que amasa la abuela en la cocina y que será aroma en el horno de barro, para luego ser congregación en la mesa del domingo, en las guitarreadas de la tarde, en el fogón del amor encendido.

Dar rienda suelta a las melodías concebidas por estos dos inagotables artistas riojanos, es como abrir las puertas al devenir de la historia viva, latente, imperecedera de un porción de La Rioja, de un fragmento de riojanidad desplegado sobre La Costa, bordeando las tramas de aquella infancia tierna que se repite una y mil veces en gotas de nostalgia chayera.

VUELO A AGUABLANCA VERDE ILUSIÓN

TODO SE ME HACE CANCIÓN

SIENTO QUE EL PAISAJE ME HABLA

GRITANDO A PLENA VOZ

LA HERMOSURA COSTEÑA AQUÍ ESTÁ,

QUÉ MARAVILLA DE DIOS.

LOS CARDONES FLORECIDOS

UN BELLO MARCO LE DAN

SIEMPRE HE LLEVADO A AGUABLANCA EN MI SER,

PAGO QUE ME VIO NACER

ENVUELTO EN CHAYAS TOCO EL TAMBOR

Y LAS VIDALAS VENDRÁN

DESDE EL FONDO DE MI PECHO

Y UN VINO PA FESTEJAR

CADA MAÑANA RESURGIRÉ

EN LA NOSTALGIA DE AYER

RECORDANDO TANTAS COSAS,

CANTANDO BAJO EL NOGAL

IGLESIA VIEJA HOY TE VENGO A CANTAR

Y UN ROSARIO DESGRANAR.

Toda la memoria vive allí, en el encuentro de dos referentes ineludibles de nuestro folklore, abrazando una vez más el compromiso con lo nuestro, con nuestras raíces, el profundo amor por lo que somos a partir de lo que fuimos, y ese trazar un universo particular desde la visión de lo que nos marcó cuando éramos niños. Un homenaje a La Costa riojana. Una celebración de la música y de la palabra en la fiesta interminable del corazón por todo eso que se amó y se ama en cada nuevo retorno hacia los patios aromados.

CÓMO NO HABLAR DEL PAGO,

TIERRA QUE NUNCA OLVIDO

SI AQUÍ VIVÍ MI INFANCIA,

BIEN CERQUITA DE CRISTO.

Nelson Scalisi
Nelson Scalisi

Nelson Scalisi y Cristina Velasco. Cristina Velasco y Nelson Scalisi. La fusión de las melodías y la palabra. La fusión del folklore y la modernidad. La invitación a quedarse quieto por un rato, a escuchar, a dejarse llevar por el paisaje interior que va muy dentro de uno. Amaneceres, atardeceres. Tiempo para sentarse a recordar en los eslabones de una cadena. Diez pueblos, diez canciones. Entre verdes, ocres y azules.

Entre verdes, ocres y azules. Así se llama -como perfecta síntesis- el nuevo trabajo discográfico de estos dos enormes talentos riojanos que no dejan de sembrar canciones para cosechar luego los frutos de un legado que, a esta altura, ya se va tornando inabarcable. Cada uno desde su lugar, cada uno con lo suyo, lograron amalgamar desde el encuentro, un punto en común, un destino compartido que le pone nombre a lo ya sabido, a lo ya conocido, pero nunca escrito. A lo permeable de la retina, para que ya no olvide. A lo que las más de las veces queda en anonimato, para que fragüe una identidad imborrable. Pero, una vez más, desde el encuentro, como un símbolo inquebrantable de humanidad que también los define en la esencia de su ser, de su concebir y comprender el mundo: como un obsequio. Pero también como un volver al pago.

Cristina Velasco
Cristina Velasco

BORDEANDO LAS ACEQUIAS BUSCANDO EL AGUA

CAE EL OTOÑO A MIS ESPALDAS

TE NOMBRO DON IGNACIO DE CASTRO BARROS,

CHUQUIS TU CUNA, PATRIA ESPERANZA

EN ESTE PUEBLO AMADO PINTADO POR NAVARRO

CON UN AZUL DE CIELO Y PÁJAROS VOLANDO

ESTÁ LA YAKURMANA COMO LA REINA,

CON SU BLANCURA Y SU BELLEZA.

HERMOSAS SERENATAS QUE ALLÍ CANTABAN

VOCES CHUQUEÑAS QUE RETUMBABAN.

SILENCIOS QUE ATURDÍAN LLEGANDO EL DÍA

LLENO DE LUZ PARA MI VIDA

ES CHURITO MI CHUQUIS CON GENTE QUE HIZO HISTORIA

COMO ROSA TOLEDO, LA ZAMBA AUN LO NOMBRA.

LA LUNA ENAMORADA EN NOCHES CLARAS

VIVÍA EN EL BRILLO DE MI GUITARRA.

ME INVADEN LOS RECUERDOS DE AQUELLA CASA,

HORNO DE BARRO, PAN DE ESPERANZA.

QUIERO VER A MI MADRE JUNTO A MI PADRE,

BAILANDO UN VALS ENAMORARSE.

LA DULCE VIRGENCITA SEÑORA DEL ROSARIO

TUS HIJOS TE VENERAN POR ESTOS PAGOS.

VOLVIENDO ESTOY A CHUQUIS,

SIENTO EN EL ALMA, QUE ESTÁS PRESENTE EN MI NOSTALGIA.

Entre verdes, ocres y azules. Nelson Scalisi y Cristina Velasco. Cristina Velasco y Nelson Scalisi.

 

PUERTAS QUE SE ABREN

El nuevo trabajo discográfico que fusionó las melodías elevadas de Nelson Scalisi con la inconfundible e inquebrantable voz de Cristina Velasco no puede más que ser dimensionado como un conjunto de puertas que se abren hacia un territorio que termina por resultar propio, aun cuando no haya sido visitado. En estos tiempos que corren, en los que la vorágine de los días no se detiene y todo parece ser pasajero, momentáneo y superfluo, “Entre verdes, ocres y azules” es toda una invitación exacta a lo opuesto. Cada una de las canciones que componen los diez eslabones de la cadena de pueblos de La Costa riojana es una composición que convida a detenerse a sentir, a respirar en lo profundo de esos paisajes en los que la belleza llega a tapar, muchas veces, la vergüenza de las carencias, de los pies descalzos y los olvidos imperdonables. Hay, en este encuentro de talentos, la tácita señal de lo esencial de mirarnos a los ojos, de volver a escucharnos, de recuperar lo sustancial de lo primario, de lo verdaderamente importante, de lo necesario. Y hay, también, lo fundamental de un mensaje de concordancia, de acuerdo. Y de seguir abriendo puertas. Entre viñas y nogales, donde los ojos llenos de infancia se pierden en las fincas. Donde para siempre en esa tierra la zamba quedará.

¿CÓMO SE DIO ESTA JUNTADA, ESTE ENCUENTRO QUE DA COMO RESULTADO “ENTRE VERDES, OCRES Y AZULES?

NELSON SCALISI -Hace mucho tiempo, varios años que tenía la inquietud de hacer algo para La Costa, porque yo soy de Las Peñas. Siempre lo que me pintaba hacer era algo instrumental. Son diez pueblitos, eran justo diez temas para un CD, aunque ahora ya no se habla más de CD’s. Como quería algo más preciso, algo más directo, tenía que ser con letras, sí o sí. Durante la pandemia empezamos a tener mucho más contacto con Cristina; con el encierro empezamos a tener mucho contacto por teléfono, videollamadas, pasándonos canciones y hablando día tras día. Yo ya tenía la música; le di forma en cuanto a que la propuesta tenía que ser folklórica y le propuse, le pregunté si quería, si tenía ganas de escribir, de ponerle letra a eso y me sorprendió diciéndome que sí en el acto. Así que yo estoy muy agradecido por la predisposición y por aportar su gran talento a esta inquietud de escribir y dedicarle cosas al terruño.

CRISTINA VELASCO -Me gustan los desafíos y se lo dije: ‘mirá Nelson a mí me encantan los desafíos; a las adversidades y a las cosas que no se pueden yo les digo que sí’. Pero cuando me empezó a enviar la música me quería morir (risas). Me costaba, ‘pero lo voy a hacer’, me dije. Empecé y lo hice en dos meses más o menos; me sentaba en el comedor y miraba a través del ventanal. El primer tema que salió fue el de Las Peñas…’Hoy me veo nacer en el paisaje imponente’. Así empezó, y eso me dio la tranquilidad para seguir con el resto.

¿QUÉ ENCONTRASTE CRISTINA EN LAS MELODÍAS DE NELSON? CUANDO TE SENTABAS EN EL COMEDOR A ESCRIBIR, ¿QUÉ VEÍAS, QUÉ SE TE APARECÍA EN LA MENTE?

CV -Se me aparecía la magia de un eximio guitarrista al que no conocía en todo su potencial. Cuando Nelson estaba naciendo, yo ya tenía 20 años y me estaba yendo de La Rioja. No tuve contacto con él, no lo conocía. Todos me hablaban de Nelson, pero no había tenido contacto con él. En algún momento nos juntamos en un jurado, en dos oportunidades, en una Pre Chaya, y empezamos a conocernos un poco más. Pero la verdad es que sentía eso: sentía la magia de la música, la riqueza que tenía en esos acordes que le pone a cada tema. Dios me ha dado oído y uno siempre ha sido perseverante en lo que quiere y le gusta. Pero sentía eso: una música muy rica; algunas melodías me parecían raras y que de pronto apareciera una guaracha, yo me quería morir. ¿Qué letra le iba a poner a esa música? Salió algo hermoso. Lo último que escribí fue la letra de la guaracha, pero lo que más me costó interpretar fue la chaya. Era mucha letra, pero no me canso de escucharla ahora.

¿Y A VOS QUÉ TE FUE PASANDO NELSON CON ESE INTERCAMBIO A MEDIDA QUE IBAN APARECIENDO LAS LETRAS DE ESAS CANCIONES?

NS -Iba leyendo cada letra que ella me mandaba y veía reflejada la idea que tenía desde el comienzo sobre esto. Son todas letras muy emotivas. Yo había partido de una idea que se la manifesté, le dije que si quería tomarla podía tomarla, y era de nombrar a alguien, a los patronos y las fiestas de cada pueblo, por ejemplo, allá la fe es muy fuerte, las procesiones. También lugares, personalidades destacadas de cada pueblo, grandes personalidades que hubo en el departamento y que seguirá habiendo, desde Pedro Ignacio de Castro Barros hasta Carlos Menem; lo tenemos a Marino Córdoba. En cada pueblo hay una personalidad destacada, una que trascendió más que otra, pero que son dignos de destacar. Era una satisfacción enorme ir escuchando esas letras hasta emocionarme. No esperaba otra cosa de ella; pero ver todo eso reflejado era maravilloso y hoy escuchar las canciones con la mezcla es una emoción enorme, una gran satisfacción.

CV -Entra mucho lo que dice Nelson, la parte emocional, porque yo terminaba algo y se lo mandaba y me quedaba esperando…’ojalá que le guste, que me diga algo’ y cada vez que me decía que estaba bien se me caían las lágrimas. Me emocionaba y le agradecía a Dios que le había gustado. Hay lugares como Santa Cruz que no conozco, que puedo haber pasado, pero no he estado, ¿entonces cómo podía escribir algo al respecto? Entre la imaginación, entre lo que para mí significa cada pedazo de suelo riojano y sobre todo La Costa, que he ido muchas veces, a muchos festivales y tengo amigos también, me hice una película. Tiene que ver lo emocional; esto tiene muchas lágrimas y muchas carcajadas también. Muchas cosas que hablamos con Nelson. Yo soy una decidora, en las canciones cuento historias y estas canciones cuentan historias.

 

RIOJANIDAD

Canciones que cuentan historias. Melodías que las pintan sobre un lienzo imaginario que deja ver mucho más allá de lo que se ve, mucho más allá de lo que se dice. Cada canción del dúo Scalisi-Velasco, Velasco-Scalisi es un muestrario de riojanidad costeña y, de alguna manera, de riojanidad toda. Un manto de evocación que envuelve el alma y pone a vibrar el corazón, trayendo a la memoria en clave de emoción alguna imagen propia de lo vivido en el pasado, pero que en el correr del agua fresca por las acequias, continúa siendo vivencia.

ANILLACO QUISIERA VOLVER

POR TUS CALLES A VERTE OTRA VEZ

Y VER EN ESE PAISAJE AMADO

AL NIÑO INOCENTE QUE UN DÍA FUI.

GUARDO BIEN DENTRO DE MI CORAZÓN

HISTORIAS QUE NO TE CONTÉ

PUERTAS ALTAS MI CASA NATAL

Y SU FRENTE PINTANDA A LA CAL.

ME ENVUELVE EL ALMA DE MALVONES

A PATIO REGADO Y CALIENTE PAN

JUNTO A MIS PADRES QUERIDOS,

PARIENTES Y AMIGOS PARA MATEAR.

AL ESCUCHAR CADA CANCIÓN SE DESPRENDE ESO, HAY UNA HISTORIA DETRÁS, Y HAY UNA HISTORIA DE TRADICIÓN, DE RAÍZ. ES INTERESANTE EL MENSAJE DESDE ESE LUGAR. HAY UNA APUESTA MUY FUERTE EN TRATAR DE CONSERVAR ESA TRADICIÓN FOLKLÓRICA, ¿CÓMO LO VIVEN USTEDES, CADA UNO, DESDE ESE LUGAR?

NS -Son cambios muy grandes; la tecnología es algo impresionante, lo estamos viviendo y aprovechándola mucho. Este trabajo lo hicimos a través de la virtualidad, ella en Río Ceballos (Córdoba), yo acá y fue a la salida de la pandemia que empezamos. En ese momento empezamos a grabar las bases y continuamos en febrero de este año y en abril ya terminamos, en Córdoba. La cuestión del disco, de los temas en sí, tratamos de recalcar un poco la idiosincrasia de los pueblos, de la fe, la cultura, las costumbres. En cada letra está reflejado eso, el paisaje y es un poco una invitación a que la gente conozca eso, ese hermoso departamento que es Castro Barros. Cada pueblo se parece, aunque tienen cosas distintas, pero en la calidez de la gente son todos iguales. Uno va al interior y la amabilidad está por delante de todo. Quisimos reflejar eso, las costumbres, los festivales de cada pueblo, que algunos ya no se están haciendo por toda la situación que estamos atravesando y porque hay mucha gente joven que se va del lugar.

CV -Entra mucho en cada canción la nostalgia. En cada letra era yo volviendo a esos pueblos. Los recuerdos, los mates con mis padres, era yo y me metía dentro de esa sensación de la nostalgia para poder hablar de eso, porque no había otra forma. Hablo de mi infancia; en Chuquis por ejemplo, que ha sido para mí una palmada de Dios. Me veo reflejada por la luna en la guitarra, hago alusión a Nelson, a su guitarra. La nostalgia ha sido el principal punto de partida para poder escribir. Era trasladar todo eso a lo que no tuve, a lo que no viví, ahí está la cuestión. Soy una decidora, no soy una mujer de letras, sí de leer mucho sobre la historia de La Rioja, de los caudillos. Ahí está la mano de Dios que nos da este don tan grande, porque no es fácil encontrar un Nelson Scalisi. Creo que traté de hacer lo más sencillo posible y me veo reflejada en todo, en esa impronta de la nostalgia, de la infancia.

NS -Es una invitación esto a que vayan, a que visiten, a que conozcan los pueblos de La Costa. Volver, compartir un mate, eso se ve los fines de semana. Mucha gente de la zona vuelve el fin de semana, otra es gente nueva, pero la mayoría de la gente es de la zona, vuelven a ver a sus padres, a sus tíos. Y el nombre del disco, ‘Entre verdes, ocres y azules’ es eso: es el estar rodeados de eso, el verde del verano con todos sus frutales, viñas, nogales, higos, la chacra que se siembra, la alfa; el ocre del otoño que es maravilloso, un color único y los azules del cielo, del cerro que son los custodios de acero. Todo ese contexto, que lo cuento porque lo viví y me siento parte de eso. Es una satisfacción que se pueda contar todo esto en estas canciones y desde allí hacer una invitación a que se conozca el Departamento, porque es una forma también de conocer los pueblos, la gente.

Una invitación. Así definen Nelson Scalisi y Cristina Velasco a “Entre verdes, ocres y azules”. Y eso es. Una invitación a volver y a quedarse a vivir en esas imágenes, en esos paisajes que se describen en cada canción. A compartir con la gente del lugar. A sostener el tiempo con las manos llenas de aromas. El horno de barro humeante, la mesa larga, la familia. Y las nubes de harina inundando el aire. Y un vino patero para festejar, chayando en Los Molinos. O bajo el hermoso cielo azul de Anjullón, donde las historias pueblerinas de los que ya no están y aquel amor cuando se mira hacia atrás, florece en el cantar.

RECORRO SUS CALLES DESIERTAS

COMO CUANDO EN ESAS LARGAS SIESTAS

VUELVO A ENCONTRAR ESA ACEQUIA

Y MIS PIES BESANDO EL AGÜITA FRESCA

PARA VOLVER NUEVAMENTE

A VIVIR TODO LO QUE RECORRÍ.

SUEÑOS DE HOY

La música, los acordes, las melodías, las palabras llevan a un lugar especial. Hay en cada canción esa nostalgia mojando los pies con el agüita fresca de la siesta bajando por las calles de tierra. Las casitas bajas, el adobe, la piedra. La mirada que se alarga hacia el horizonte. La procesión de imágenes que ruedan desde los cerros. La Yakurmana con su deidad de raíces incaicas. La “Novia del cerro”, la “Virgen de plata”, acunada en lecho de piedra. El eterno cielo azul. Y la secreta convicción: “Cantando se van las penas, no se anidan en el alma, cuando toco la guitarra, sampedrino es el que canta”. “Me voy por la calle larga, trashumantes de la vida he venido desde lejos con mis penas y alegrías”.

Penas y alegrías. Y los sueños de hoy. Si, también los sueños de hoy, que no son más que los sueños de inaugurar una nueva trascendencia. Un legado.

¿CUÁL ES EL RECORRIDO QUE ESPERAN QUE HAGAN ESTAS CANCIONES? ¿CUÁL ES EL DESEO, EL ANHELO QUE TIENEN PARA CADA UNA DE ELLAS?

NS -Primero que se escuchen, que se difundan en los medios, que son fundamentales para esto. Tenemos también la virtualidad; pronto van a estar en todas las plataformas. La idea es que la gente las escuche. Y para poner la frutilla, lo ideal sería que podamos presentarlas en vivo, pero que se escuchen y lleguen a la gente, ya sería una gran cosa.

CV -Yo me veo en cada pueblo cantándolas. Estamos tratando de llegar a todos los amigos, no solo del país, sino también de otros países, del exterior, donde tenemos mucha gente amiga, muchos riojanos que andan por el mundo.

AL ESCUCHAR ESTE TRABAJO, SIN LA NECESIDAD DE SER RIOJANO, ES INEVITABLE IR HACIA ESE LUGAR. EMOCIONALMENTE, INCLUSO SI UNO NO LO CONOCIERA. ME PARECE QUE ES UN MENSAJE MUY INTERESANTE, SOBRE TODO EN EL CONTEXTO EN QUE ESTAMOS VIVIENDO, DONDE TODO ES MUY ACELERADO, TODO PASA VOLANDO Y NO TENEMOS TIEMPO PARA TOMARNOS UN RESPIRO, USTEDES APUESTAN A TODO LO CONTRARIO, APUESTAN A IR HACIA LA RAÍZ, ¿QUÉ DESAFÍOS ENCUENTRAN EN MEDIO DE ESA VORÁGINE CON ESTA PROPUESTA QUE ES UNA PROPUESTA HACIA EL INTERIOR EN TODO SENTIDO?

CV -Se han hecho muchas obras en La Rioja, pero esto tiene otra cosa, es otro tipo de densidad a nivel piel, a nivel alma, a nivel corazón, y ese era un desafío. Lo positivo que uno le pone a todo esto. ‘Cantando se van las penas, no se anidan en el alma’ decimos en ‘La sanpedrina’. A veces la gente no contempla nada y hay momentos que son para contemplar, para sentarse a ver un árbol, un pájaro, lo que sea. El desafío es que lo tomen de esa manera, que lo sepan interpretar, que se sientan identificados y que sientan que uno lo ha hecho con mucho amor, con mucho sacrificio. Creo que eso se nota. Lo fácil dura un poco y luego se va; yo quiero que esto siga siempre presente. Ese es el desafío justamente, que la gente se sienta identificada, aunque eso va por el sentimiento de cada uno también. En La Costa hay más tiempo para pensar.

NO ES UN TRABAJO PARA ESCUCHAR LEVEMENTE, REQUIERE DE UN COMPROMISO AUDITIVO, VISUAL, EMOCIONAL…

NS -Claro, es ideal para escucharlo en La Costa, tranquilos. Muchos de estos temas fueron hechos en Las Peñas, en mi casa, ahí nacieron. Volvía a la ciudad y les daba forma, los pulía. No es que salieron así nomás; requirieron de todo un proceso hasta encontrarles bien la forma. Es como ir tallando un tronco y encontrarle la forma. Yo no veo el cerro y muero; eso para mí es energía pura. Me siento, veo el cerro y es inspiración pura, muy fuerte. Eso es lo que me pasa a mí, otros se inspiran de otra manera. Hay que escucharlas tranquilo a las canciones; las letras hacen referencia a cada pueblo, el mensaje que va dentro, la poesía de Cristina deja mensajes que hay que escuchar. La melodía es por ahí lo que entra más rápido, y son las melodías las que fueron saliendo, esos ritmos que fueron surgiendo a partir de la idiosincrasia de cada lugar. Me imaginaba la gente; conozco mucha gente de la zona, personalidades de la cultura, gente que tocaba en las fiesta patronales. Yo me sentaba a escucharlos a ellos y todavía no tenía idea que iba a tocar la guitarra, pero me gustaba, me atrapaba. Yo estaba enloquecido con eso y cada melodía encierra un poquito de esas vivencias, recuerdos.

CV -El don que nos da Dios, en el caso de Nelson con la guitarra, no tiene que ver con el estudio, sino con lo que tiene dentro de su alma, lo más subjetivo que tiene; Nelson tiene algo que no lo he visto en otros guitarritas en La Rioja y así soy de sincera. Por ahí algunas cosas pasan más por la técnica, pero yo le encuentro alma a cada tema que el hace vibrar. Muchas veces me ha tocado cantar con él, que me acompañara y escuchándolo atentamente, las cosas que pone en el momento, no las escuché nunca. Habla el alma y el corazón abre solo al compendio de las notas que él puede hacer. Nelson es muy especial y me encanta que así sea y por eso somos amigos. Uno sigue queriendo, sigue creciendo y Nelson para mí es como un hijo. Lo que transmite es el alma. La inspiración es un mandato, y lo que él tiene es un mandato. Para mí esto no es un hijo nuevo, es la voluntad nueva de cada uno de querer hacer las cosas y hacerlas bien. Y yo sé de voluntades.

VUELVO A TUS CALLES A VERTE OTRA VEZ PAGO DE MI QUERER

CUANDO POR LAS MAÑANAS EL SOL ME VEÍA VOLVER AL SALIR

DESDE LAS CASAS DE AMIGOS, TERTULIAS NOCTURNAS QUE SIEMPRE AÑORÉ.

AQUELLAS MANOS TRABAJADORAS TRAYENDO A LA MESA EL PAN

DULCES VIDES, SOL ARDIENTE, SIENTO NOSTALGIA AL RECORDAR.

PUNTO DE ENCUENTRO

“No me dejarás partir, sos mi aire al respirar”.

Puede que no exista una síntesis más exacta, una conclusión más contundente. “Entre verdes, ocres y azules” atrapa en su decir. Con cada acorde dando forma a las distintas melodías, el aire se vuelve respirar. Y no hay un partir, sino un siempre regresar. Un volver permanente hacia un punto de encuentro en la emotividad.

En el paisaje interior que va muy dentro de uno. En los amaneceres. En los atardeceres. En la mirada que se prolonga. En el tiempo para sentarse a recordar. En el dejarse llevar por los colores. En ese espacio más allá de todo espacio. En las huellas imborrables de añoranzas puras que inquietan la memoria. En los torrentes de emociones hasta lo más profundo de las raíces, en los principios mismos de la existencia. En el lienzo del ADN costeños.

Diez pueblos, diez canciones. Y ese volver en lo constante hacia ese corazón natural que late en la inspiración interior. En el engarzar los talentos. En el ofrendar. En lo compartido. Bajo un techo poblado de estrellas las noches. Y el anhelo de poder escuchar.

¿CUÁNDO LOS VEREMOS JUNTOS? ¿CUÁNDO LOS ENCONTRAREMOS ARRIBA DE UN ESCENARIO EN ALGÚN PUEBLITO DE LA COSTA?

NS -No es por meter presión (risas), pero se viene la Feria de la Música; se viene el día del Departamento Castro Barros en agosto, y sería un marco especial para hacer una presentación de todas estas canciones. Estamos poniendo a disposición este trabajo que es un granito más de aporte a la cultura del Departamento y de La Rioja. Es muy puntual lo que se cuenta, lo que se dice es del lugar.

CV -No sé por dónde puede venir la cosa; no sabemos nada aún. Nos damos a conocer y que el universo se encargue. Pero hay que ser perseverante en esto y siempre estar confiando en que las cosas tienen que salir y van a salir. Esta es una obra que aporta nostalgia; está hablando el que se va, el que vuelve y eso es algo muy mío. Esto es algo que se hace a pulmón y es un orgullo para nosotros. Es voluntad, es ganas, es trabajo, es pasión.

NS -No es fácil en estos tiempos hacer esto que hicimos y cómo lo hicimos. Fue todo a pulmón, con la ayuda de algunos amigos, pero todo fue nuestro. Hay una cuestión que marcó Cristina, de las ganas. Nosotros no lo tomamos como un trabajo, porque es una pasión esto. Nos levantamos y empiezan a salir las letras, las melodías; no lo sentimos como un trabajo, por lo menos yo no lo siento así. Siempre tenemos ganas de seguir haciendo cosas. Con ganas y con mucho amor.

ESO SE VE REFLEJADO PERFECTAMENTE CUANDO UNO ESCUCHA ESTE TRABAJO, ESTÁ TODO AHÍ…

CV -No estamos dejando algo para que dure un par de meses; queremos que esto perdure en el tiempo, es mi sueño que quede, que sea un lindo legado.

Un lindo legado que no los deje partir del terruño, que sea nuestro aire de riojanidad al respirar. Como ya lo está siendo al escuchar cada canción.

AMOR POR LO NUESTRO, PASIÓN POR LA MÚSICA

El encuentro entre Nelson Scalisi y Cristina Velasco debe ser celebrado por, al menos, un par de buenos motivos. El primero de ellos, sin lugar a dudas por el hecho mismo de que el eximio guitarrista y la señora voz confluyan en un trabajo que, desde su primera escucha, denota no solo una profunda vocación artística, sino también y al mismo tiempo un notable y noble profesionalismo en la búsqueda de ese producto final que se aproxime, lo más posible, a la perfección desde todo punto de vista. Aparecen allí, como señales claras y precisas, la maestría de Scalisi a la hora de llevar los acordes a otro nivel (al nivel del alma, como diría la propia cantante) y el oficio, la experiencia y la versatilidad de Velasco para alcanzar una interpretación en consonancia, a lo que agrega puño y letra en esa no poco compleja tarea de ponerle palabras a las melodías.

Claro que nada de esto podría ser posible de no mediar esa complicidad que forma parte de la composición y que constituye, en suma, otro de los grandes motivos por los cuales “Entre verdes, ocres y azules” debe ser reverenciado. Partiendo de la base que el disco comenzó a concebirse en tiempos de pandemia, este trabajo cobra un sentido existencial único que, además, se torna en una definición de vitalidad que afianza sus pretensiones más esenciales en la inauguración de un nuevo tiempo, en el que la armonía -en contraposición al torbellino- cobra importancia a la hora de “degustar” de cada una de las canciones que llevan hacia un lugar repleto de nostalgias, emociones y evocaciones que hacen de la memoria una herramienta fundamental en pos de recuperar lo sensorial como un elemento de identidad colectiva y de riojanidad costeña, pero también de riojanidad toda.

El otro gran motivo, y tal vez el más importante que se pueda reseñar, es el del amor profundo por lo nuestro que tanto Scalisi como Velasco sienten y ponen en canciones. El amor por ese legado ancestral que permanece en las raíces del alma, afincadas en el simple compartir del pan, del mate, de las mesas familiares, de los paisajes, de las siestas, de las acequias, de los hornos de barro, de los pies descalzos, de los cerros, del aire. En definitiva, de todo lo que nos toca la piel. Y la pasión. Esa pasión por la música que termina por acercarlos, por amalgamarlos, por fusionarlos en un espacio único que queda reflejado en estas diez canciones, pero que -todos sabemos- va mucho más allá de estas diez canciones.

Buenos motivos; motivos de sobra para celebrar. Entre verdes, ocres y azules. (FV)

 

FICHA TÉCNICA

ENTRE VERDES, OCRES Y AZULES

Escucha este álbum: Entre Verdes, Ocres y Azules

https://open.spotify.com/album/6P1rpZPWV95NqH4lr03Mq3?si=_kdJb7auRHSr53wTgclKgw

VOZ: CRISTINA VELASCO

ARREGLOS, GUITARRAS Y MIDI: NELSON SCALISI

AERÓFONOS, BANDONEÓN, BAJO Y BOMBO: EDUARDO QUIQUE ÁLAMO

PIANO: HUGO SUÁREZ

ARREGLOS Y EJECUCIÓN DE BELLEZA Y LUZ: CLAUDIO ORTENZI

VOZ, AERÓFONOS, BOMBO Y BANDONEÓN GRABADOS EN: ESTUDIO PIRA (CBA)

GUITARRAS, MIDI Y TEMA 10 GRABADOS EN: CORECORDS ESTUDIO

TEC. DE GRABACIÓN Y MASTERIZACIÓN: NICOLÁS OLIVA Y SERGIO OLIVA – ESTUDIOS PIRA

DISEÑO DE ARTE: VICTORIA ALAMO / FOTOGRAFÍA: RAÚL QUINTERO Y OTROS

REALIZADO ENTRE LOS ÑOAS 2022-2024

AGRADECIMIENTO: SURIYACO VALLEY

CANCIONES

1- A LAS PEÑAS: JARILLA Y PEDREGAL (VIDALA)

2- A AGUA BLANCA: NOSTALGIA CHAYERA (CHAYA)

3- A PINCHAS: PATIOS AROMADOS (CHACARERA)

4- VOLVIENDO A CHUQUIS (VALS)

5- A AMINGA: ENTRE VIÑAS Y NOGALES (CUECA)

6- ANILLACO NOSTALGIOSO (CUECA)

7- CHAYANDO EN LOS MOLINOS (CHAYA SALTADA)

8- A ANJULLÓN: ETERNO CIELO AZUL (ZAMBA)

9- LA SANPEDRINA (CHACARERA)

10: A SANTA CRUZ: BELLEZA Y LUZ (GUARACHA)

TODOS LOS TEMAS AUTORÍA DE NELSON SCALISI / CRISTINA BOLOMO

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