Ya no soy mi nombre ni mi profesión,

me he convertido en amor con los años,

y desde que sé que la vida es breve

recorro uno a uno los peldaños

y me aferro a mi único talento: escribir poemas

que hablen de lo bueno, de lo mágico,

que intenten burlar el destino y la pesada carga del pasado.

Porque la muerte no existe.

Lo creo y lo afirmo.

!No pueden morir los poetas que sembraron tanto!

Solo será un viaje con otros pasajeros y otros aplausos.

Hay que aprender a vivir mientras vamos caminando.

Y no preocuparse si falta un siglo…o un minuto.

No importa, pero sí importa sacarlo todo y luego,

tomar delicadamente cada cosa

hasta transformarla en palabra

provocando en quienes lean una sonrisa,

un “qué maravilla leerte”, o un “gracias”.

Hay que ser agradecidos, borrar,

desandar los miles de autores y libros

que a la vida dan sentido

con este único y magnificente arte: la Poesía.

De Patricia Lucero he dicho ya que su voz poética se alza como una brisa suave, una caricia leve que se acurruca contra la piel de una nostalgia que, lanzada al aire, cubre las palabras con el gesto de la mirada contemplativa, profunda. Ilumina su poesía todas las sombras, aun cuando en su poesía habite la sombra de una herida no sanada todavía, el dolor que se prolonga en una ausencia, en una indiferencia, en el contorno de una espalda que oculta el rostro.

He dicho, también, de la prolífica e incansable poeta riojana, que desde su rememorar como un punto de partida ancla la hondura de sus raíces, rozando desde la amplitud y variedad de su decir lo próximo, lo cercano, lo que le es propio por derecho vital, pero también por proyección en lo que habita en el conjunto, en lo colectivo de lo cotidiano, de lo diario, de lo compartido como una experiencia abarcativa.

Pero no soy yo el que ha dicho o el que dice. Es ella. Es Patricia Lucero la que vuelve a decir con su perenne voz poética. Dice y dice de ella. Dice y dice de nosotros. Se abraza al único y magnificente arte de la poesía para reafirmarse en su camino, en su recorrido, en el paso a paso de su historia en la que ya no es su nombre ni su profesión, porque se ha convertido en amor a través de los años, aferrada a ese talento que se renueva con cada poema, pero que es mucho más que ese talento de renovarse en cada poema.

Porque la poeta, al fin, lo ha comprendido todo al comprender, interna y profundamente, que la vida es breve y que no habrá más que su legado cuando el último suspiro se recueste sobre los bordes inquietos de su mirada, en la prolongación misma de su esencial y vital existencia que, aún en su ausencia, no dejará de extenderse y extenderse sobre el lienzo amplio del verbo, ramificándose en el aire de su respiración poética, dando luz a ese “Bosque de palabras”.

Lejos, muy lejos está Patricia Lucero de agotar los peldaños. Pero en ese subir y subir hacia la elevación de una expresión auténtica, propia, puede abarcar en lo tangible la dimensión más amplia de su tiempo de regreso. Eso que solo puede ser comparado con la sabiduría adquirida a lo largo y ancho de su generoso respirar, es lo que le permite a la poeta seguir sembrando vida. Sabe, mejor que nadie y así lo expresa, que “A menudo basta con ser: / Brazo que envuelve / Palabra que consuela, / Silencio que respeta, / Alegría que contagia, / Lágrima que corre, / Mirada que acaricia, / Deseo que satisface, / Amor que promueve, / Perdón y compasión.

Por eso Lucero elige ser más amor, abrazar lo bueno, abrazar la vida. Volverse decir, inventarse palabra, sin que importe ya si falta un siglo…o un minuto. Así lo hace. Y así invita al lector a desandar cada página de su más reciente publicación. “Bosque de palabras” (Ediciones del Parque, 2023) es eso: una invitación a profundizar las raíces desde la calidez de su sonrisa siempre bien dispuesta, desde el abrazo cordial, tierno, que es su rememorar. En el amasar la infancia y los sueños, extendiendo el territorio de la siesta en el patio nuestro, llenito de cielo, en el regresar página a página la vida que nos devuelve el candor, la música, las presencias que alguna vez fuimos.

Ocurre que -esto también lo he dicho ya- la voz poética de Patricia Lucero es una voz poética de presencias, de construcciones, de árboles que se levantan para alcanzar el cielo y puentes que se tienden para derribar las distancias. Lo aproxima todo, sin temor a lo inesperado, a lo que pueda dañar. La voz poética de Patricia Lucero sana y, al mismo tiempo, recubre, envuelve. Se torna un antídoto para ese devenir que se convierte en la suma de las cosas. Un antídoto para su tiempo de regreso. Para ese mirar hacia atrás en que habita y que le permite afirmar que: “Amanece / dentro de esta coraza / como una llovizna tibia, / con un sol que destila oro / y aparece en un diálogo de torcazas, / con un azul silbido / y aroma a poleo / desde el monte / invitando alegrías, / y bocanadas de aire / que lo abracen todo / despacito se asomarán en la mente / un acordeón y un bombo / con melodías / que el alma añora”.

La poeta añora igual que su alma -y nuestra alma- añora. Pero en lugar de quedarse en esa añoranza, se torna concreción de memoria viva. Tanto como ha sabido prolongar su mirada hacia un horizonte en el que se visualiza como parte de lo que está por venir, ha sabido también mirar hacia el atrás, no para quedarse en el anhelo de lo transcurrido, sino para descubrirse parte esencial de aquello que alcanzó su devenir gracias a esa entrega propia de quien no teme ofrendar lo mejor de sí, aun cuando el camino no sea siempre un camino alfombrado.

Así es como, en definitiva, Lucero logra construir y reconstruir su más pura esencia y plantarse frente al transcurrir de los días, a partir de la persuasión de una certeza: “…Hoy quiero ser / aquella que salió del pozo / de las nimias apetencias / para no transformarse / en otra ínclita / de jaula de oro. / Solo me queda abrazar / este piélago de libertad, / esta alegría, / con el nuevo oficio / que acuna dentro mío / más y más amor / en este territorio / de mi única conquista”.

Sobre Patricia Lucero ya he dicho: tanta vida, tanta risa, tantos sueños. Tantas nostalgias, tantos dolores, tantos anhelos rotos y reconstruidos. Todo cabe allí, en su voz poética. Incluso lo que jamás el tiempo podrá borrar. Su voz. La brisa suave, la caricia leve que se acurruca contra la piel de una nostalgia. Su voz. La que ilumina. Su voz. La de la poesía. Pero no soy yo el que ha dicho o el que dice. Es ella, una vez más. Es Patricia Lucero, nuestra entrañable Patricia Lucero, la que vuelve a decir con su perenne voz poética. La que vuelve a dar vida a un bosque de palabras en el que todos cabemos exactamente debajo de la impostergable claridad de su sombra abrazadora.

SOBRE PATRICIA LUCERO

AUTODIDACTA EN LETRAS, ESCRIBE POESÍA, PROSA, LITERATURA FANTÁSTICA Y RECOPILA TEXTOS PARA NARRACIÓN ORAL. TAMBIÉN TRABAJA EN CORRECCIÓN Y EDICIÓN DE OBRAS LITERARIAS. ES ORGANIZADORA DEL PROYECTO “ENCUENTRO NACIONAL DE POETAS JÓVENES LA RIOJA” 2004-2011, DEL “CLUB DE LETRAS DE LA RIOJA” 2010 Y GRUPO LITERARIO” JOAQUÍN” 2015. OBTUVO EL TERCER PREMIO DEL CONCURSO LITERARIO 2011 MUNICIPALIDAD DE LA RIOJA CON SU POEMA “INVENTARIO”. PRESENTÓ SU POEMARIO “TRES ÁRBOLES PLANTÉ” EN LA FERIA DEL LIBRO LA RIOJA 2013, FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES 2015 Y FERIA DEL LIBRO DE CHILECITO 2016. PARTICIPANTE DE FERIA VIRTUAL DEL LIBRO LA RIOJA Y CHILECITO 2018, 2019 Y 2020. CREADORA DE SENDOS TALLERES LITERARIOS PARA NIÑOS JÓVENES Y ADULTOS (EN FORMA PRESENCIAL Y VIRTUAL). PARTICIPANTE DEL CUARTO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE NARRACIÓN ORAL, FERIA DEL LIBRO INTERNACIONAL DE BUENOS AIRES 2015, ANTOLOGÍA FEDERAL DE POESÍA REGIÓN NOROESTE DEL CFI, 2018. ORGANIZADORA Y TALLERISTA DEL “PRIMER FESTIVAL DE POESÍA LA RIOJA” 2018. PARTICIPANTE DEL “CUARTO FESTIVAL DE LA PALABRA” TUCUMÁN 2019 Y SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE NARRACIÓN ORAL, TUCUMÁN 2019. MIEMBRO DE S.A.D.E. FILIAL LA RIOJA Y LA AGRUPACIÓN LITERARIA “ESCRITORES RIOJANOS ASOCIADOS” (ERA). PARTICIPANTE DE LA XV EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA “FIP, PALABRA EN EL MUNDO” 2021. PARTICIPANTE DEL XII FESTIVAL INTERNACIONAL GRITO DE MUJER 2022. PARTICIPANTE DE LA FERIA DEL LIBRO VIRTUAL DE SUDÁFRICA 2022. PARTICIPANTE DE LA SEGUNDA FERIA VIRTUAL DEL LIBRO ITALIA 2022.