El retorno a la presencialidad y los espectáculos en vivo no sólo traen aparejado lo gratificante del encuentro, del tiempo compartido, sino también gratas sorpresas para un escenario musical en el que soplan vientos de renovación.
El retorno a la presencialidad y los espectáculos en vivo no sólo traen aparejado lo gratificante del encuentro, del tiempo compartido, sino también gratas sorpresas para un escenario musical en el que soplan vientos de renovación.
El pasado fin de semana, Mama Killa Hostel (Copiapó 530) se convirtió en el espacio ideal para que vuelva a sonar el repertorio de una de las bandas que viene rodando hace tiempo y que va ganando su espacio, como lo es Dino y Les Calientes, agrupación que pasear por estilos como el funk electrónico, el candombe, la cumbia y otros géneros, a partir de covers de artistas como Bándalos Chinos, Conociendo Rusia, Nathy Peluso, Wos o Los Abuelos de la Nada.
Sin embargo, en la noche del sábado las miradas estuvieron puestas muy especialmente en el debut de una banda conformada por jóvenes de entre 12 y 16 años que se vienen preparando intensamente desde el pasado mes de marzo y que, finalmente -pandemia y manejo de ansiedades mediante-, pudieron subirse a un escenario, con todo lo que ello significa, teniendo en cuenta los nervios y las expectativas de la «primera vez».
Una prueba de fuego superada y que les abrió las puertas para una nueva presentación al día siguiente. Premio doble, entonces, para los integrantes de ECUÁNIME: Tomas Arabel, Sofía Valero, Yomara Moreno, Enzo Viano, Lucca Gianello, Benja Navarro yManuel Navarro. Quedará para la memoria de estos jóvenes la primera set list: «Post crucifixión», «Yendo de la cama al living», «Fanky», «Rezo por vos», «Perdiendo el control», «Crazy little thing called love» y «Seminare».