Esa inevitable necesidad de mirar hacia el cielo

Carina Fabaro expuso en el Museo Octavio de la Colina una obra de alto vuelo. No sólo por la calidad de su producción artística, sino también por la construcción de un mensaje que apela a una toma de conciencia colectiva respecto del accionar contraproducente del hombre sobre la naturaleza. Realidad social y el concepto de libertad como ejes fundamentales de una mirada global y comprometida con el tiempo y las circunstancias a las que asistimos.

¿Qué hay detrás de una obra de arte? ¿Qué hay más allá de aquello que puede verse? ¿Qué miradas, qué perspectivas se esconden detrás de esa búsqueda estética? Dicen por allí, y con mucho de razón, que el arte puede elevar al hombre desde el estado de fragmentación al de ser total, integrado. Y aún más: que el arte permite al hombre comprender la realidad y no sólo le ayuda a soportarla sino que fortalece su decisión de hacerla más humana, más digna de humanidad. Porque el arte es, en definitiva y en sí mismo, una realidad social. 

Pero puestos ya a pensar -y aún mejor, puestos a sentir- ¿qué hay detrás de una obra de arte que no sólo puede crear realidad social, sino también y como consecuencia de ello, invita a abrir los ojos y a elevar la mirada hacia el cielo? Detrás de esa obra hay una artista; una mujer cuya particular sensibilidad se entrelaza fuertemente con el compromiso que denota con su espacio y con su tiempo. Y por sobre espacios y tiempos, con sus circunstancias que son también las nuestras. 

Carina Fabaro es una artista consustanciada con su tiempo, con su espacio y con sus circunstancias, que son también las nuestras. Es por eso que con «Perspectiva de libertad», muestra que permanece hasta hoy en el Museo Octavio de la Colina, nos puso a a sentir, pero también y fundamentalmente, nos puso a pensar. A tomar conciencia. Recorrer la obra de Fabaro es en sí mismo -desde el punto de partida- un llamado ineludible al despertar de los sentidos. Recorrer la obra de Fabaro junto a Fabaro es, además, un privilegio que pone al espectador -en este caso quien esto escribe- en la tarea de consustanciarse con una mirada tan abarcativa como la de un pájaro en vuelo libre. 

Resulta verdaderamente impactante lo paradójico y premonitorio que se enquista en la composición, en la estructura de esta muestra en la que las aves funcionan como el eje principal para establecer la construcción de un concepto de libertad tan vapuleado por el ser humano, al punto de haber quedado atrapado (entrampado) en su propia jaula. Bien lo afirma en una frase contundente -y empleada por Fabaro en una de las salas de su exposición- el filósofo Michel Foucault: «El riesgo de dominar a los otros, y de ejercer sobre ellos un poder titánico, sólo proviene precisamente del hecho de que uno no se ha cuidado de sí, y ha llegado a ser esclavo de sus deseos». 

Lo simbólico se entremezcla necesariamente con una realidad a la que asistimos desde hace ya un buen tiempo y que nos ha puesto frente a una «nueva normalidad» en la que lo anormal presiona, oprime, aprisiona. Es así, tal vez, como hemos llegado a sentirnos, en más de una ocasión, igual que esos pájaros detrás de unos grises barrotes, estrenando la «inutilidad» de unas alas que, aún sin ser mutiladas, experimentan la sensación del aire que les falta y el vuelo que les sobra. Inexplicablemente.

«Perspectiva de libertad» no se trata tan solo de unas jaulas abiertas y unos pájaros desplegando sus alas hacia otros horizontes. «Perspectiva de libertad» se trata, además, de una obra en la que la realidad social se imprime con tal fuerza y contundencia, que abruma. Y abruma, aún más, en las palabras de su autora, evidenciando la magnificencia de lo cotidiano, cuando hay detrás una visión consustanciada con ese más allá que a simple vista no se ve. De allí el valor sustancial de la propuesta de Fabaro, mucho más en estos tiempos en que nos sentimos «enjaulados». Es allí, precisamente, donde el arte adquiere un valor sustancial que no sólo tiene su arraigo en lo estético -donde la escultora también se luce a partir de la delicadeza y la finura de su don-, sino en el soltar al aire un mensaje que, como tal, resulta movilizador.

Desde ese punto de partida, pero con anclaje estrictamente local, surgió esta inquietud de Fabaro en pos de exponer una situación que para la naturaleza es dramática en muchos casos y que derivó en que algunas especies de aves estén actualmente consideradas como extintas en la Provincia, con todo lo que esto significa. Y todo parte, como casi siempre ocurre con el arte, de la mirada atenta y de la sensibilidad que termina por dar forma a una obra que es mucho más que una obra, porque nos pone en situación de atender a una situación que nos atañe y que nos invita a reflexionar.

En ocasión de brindar una entrevista a 1591 Cultura+Espectáculos, Carina Fabaro contaba que esta exposición era la culminación de la Beca Creación otorgada por el Fondo Nacional de las Artes en 2019 y, además, agregaba desde su punto de vista personal: «Lo que a mí me preocupaba y me preocupa son los pájaros que se trampean y se venden. El proyecto se llama Perspectiva de Libertad y consiste en una instalación de más de 100 (120) pajaritos a escala real, de las seis especies más trampeadas que se comercializan y que son de nuestra zona. Elegí, entre otros, a la reina mora, el rey del bosque, la diuca, el jilguero amarillo; son todos pájaros autóctonos, a los que agrego algunas especies más. La idea es sensibilizar sobre los animales, sobre los pájaros en este caso, porque veo que existe una legislación que no se hace cumplir; no hay consciencia ni preocupación sobre el tema».

Pandemia mediante, la situación de todas estas especies en la Provincia no sólo que no ha variado, sino que tiende a empeorar. El impacto sobre la naturaleza, a raíz de la virtual extinción de estas aves, es demoledor, aún cuando para el común de los mortales, pueda pasar desapercibido. 

Pero, ¿qué hay detrás de una obra de arte? ¿Qué hay más allá de aquello que puede verse? ¿Qué miradas, qué perspectivas se esconden detrás de esa búsqueda estética? Dicen -una vez más- por allí, y con mucho de razón, que el arte puede elevar al hombre desde el estado de fragmentación al de ser total, integrado. Y aún más: que el arte permite al hombre comprender la realidad y no sólo le ayuda a soportarla sino que fortalece su decisión de hacerla más humana, más digna de humanidad. Porque el arte es, en definitiva y en sí mismo, una realidad social. Detrás de «Perspectiva de libertad» está Carina Fabaro. Y «Perspectiva de libertad», en este sentido -y en tantos otros- es un claro llamado a la reflexión y una invitación ineludible a mirar por encima de nuestros hombros. Porque cuando uno termina de apreciar la muestra y sale nuevamente a la calle, siente esa inevitable necesidad de mirar hacia el cielo. Porque hay un cielo por encima de nuestros hombros. Y le están faltando pájaros.

EL ORIGEN DE PERSPECTIVA DE LIBERTAD

El objetivo esencial que se plantea es que a través de la propuesta escultórica «Perspectiva de libertad», se sensibilice y se tome conciencia sobre la problemática. La libertad es un tema que ha sido entendido y usado de diferentes maneras, y referido a variados contextos. En un sentido amplio, libertad se refere a la capacidad que posee el ser humano de tomar decisiones y actuar de manera voluntaria según sus principios, y respetando los derechos de quienes le rodean. 

Muchos pensadores sostienen que la libertad de los seres vivos se encuentra sujeta a diversas leyes, tanto naturales como artificiales. Jean-Paul Sartre manifestó que «Al querer la libertad descubrimos que ella depende enteramente de la libertad de los demás», esclavizamos ejerciendo poder de dominación sobre la naturaleza, sobre nuestros pájaros manipulando para que canten, cuando con solo tener un árbol ya tenemos el canto de todos los pájaros. Cuando limitamos la libertad de otros, en este caso de los pájaros, limitamos nuestra libertad de ir a la naturaleza a disfrutar de ellos. 

En palabras de Foucault, «el riesgo de dominar a los otros y de ejercer sobre ellos un poder tiránico sólo proviene precisamente del hecho de que uno no se ha cuidado de sí y ha llegado a ser esclavo de sus deseos».  La perspectiva que se toma es integral, desde la escultura en el proceso creativo y auténtico del sentir conectando las formas, los colores y los materiales más diversos con otros lenguajes como la virtualidad, la literatura y la música. 

Esta exposición es la culminación de la Beca creación otorgada por el Fondo Nacional de las Artes en 2019, ha tenido un Plan de realización que lleva más de tres años. En una primera etapa se realizó una investigación de los pájaros cantores de la provincia y su hábitat, con la colaboración del ing. Luis de Biagi, también se realizó grabaciones de su canto. Investigación de los dispositivos que se usan para atrapar las aves. Luego se hizo una búsqueda y recopilación de literatura riojana y de otros lugares sobre los pájaros cantores, logrando que algunos escritores locales compartan sus producciones literarias. 

Se ha trabajado con las seis especies más perseguida (Cardenal amarillo – Gubernatrix cristata, Diuca Común – Diuca diuca, Jilguero Dora Reinamora Grande – Cyanoloxia brissonii, Jilguero Dorado – Sicalis ?aveola, Pepitero de Collar – Saltator aurantiirostris, Rey del Bosque – Pheucticus aureoventris) y otras especies autóctonas de La Rioja y sus connotaciones. La etapa final de esta experiencia se vio afectada por la pandemia acontecida en 2020 retrasando su montaje hasta 2021. Resignificando el concepto de encierro, libertad, ausencia, responsabilidad en el transitar de todos estos meses de espera. 

«Es una enorme alegría poder compartir este gran trabajo realizado con amor, auténtico compromiso, disfrutando de los materiales y técnicas que tienen el propósito de sensibilizar y hacer llegar este mensaje para tomar conciencia que se respete la naturaleza y se aprenda a vivir en armonía con ella», afirma Carina Fabaro.

SALA 1: CONCEPTO: LIBERACIÓN – JUSTICIA

Consiste en una instalación que está formada por 120 pájaros a escala real y suspendidos en actitud de vuelo. El material con que trabajé lo elegí por ser liviano, yo siempre trabajo con materiales de desechos o encontrados, recortes de madera, en este caso tallos de palmera y telgopor de embalaje, ensamblados. Dispositivos de trampas usados para atrapar a los pájaros y jaulas encontradas. He tomado en consideración para trabajar las seis especies más perseguida Cardenal amarillo – Gubernatrix cristata, Diuca Común – Diuca diuca, Reinamora Grande – Cyanoloxia brissonii, Jilguero Dorado – Sicalis flaveola, Pepitero de Collar – Saltator aurantiirostris, Rey del Bosque – Pheucticus aureoventris) Los pájaros están en escala real con sus formas y colores para que la connotación de la instalación sea más fuerte, que puedan identificarlos, tomar conciencia los que están en peligro y así no comprarlos. La sonorización que acompaña esta instalación está elaborada con los sonidos de la naturaleza riojana, coyoyos, el trino de los pájaros, fue realizada por Soledad Toledo.

SALA 2 CONCEPTO: SENSIBILIDAD, DISFRUTE, ACERCAMIENTO

Poemas de escritores riojanos Autora y autores: Alicia Corominas, Carlos Hernández, Julio Sánchez, Alfredo Toledo. Bebederos La Rioja es una provincia con un clima cálido seco, semi desértico, con emergencia hídrica desde hace algunos años, esta situación hace que los pájaros también sufran de sed. Se los puede ver bebiendo de los jardines cuando se riega, es lo que me sucedió y lo que me hizo pensar en hacer estos dos bebederos para pájaros. Esta escultura es una invitación a la reflexión, al disfrute, a la admiración de la naturaleza y a la relación armónica con ella.

SALA 3 CONCEPTO: RELACIÓN CON LA NATURALEZA

MANIFESTACIÓN DE LA NATURALEZA Siempre trato de rescatar la belleza de la naturaleza tal cual se presenta, con sus colores y texturas, «fallas» a los ojos exigentes de la «perfección» del hombre. En este caso formas que connotan hongos que se forman en la superficie de las maderas, árboles, semillas u objetos. Esta obra está realizada en pino con ensambles de algarrobo (formas que se generan en los algarrobos producidas por un parasito, conocidos vulgarmente como «cotos»)

SALA 4 CONCEPTO: AUSENCIA – REFLEXIÓN

CONCEPTO DE AUSENCIA Esta obra que es una instalación, puede ser un tanto apocalíptica, pero tiene la intención de hacer tomar conciencia de la ausencia tanto de los pájaros como de los árboles, que en nuestra provincia es un tema que no se tiene en cuenta, la poda y corte indiscriminado de los arboles sumado al trampeo y crecimiento urbano van generando un daño enorme. Está realizada con ramas de lapacho. El tema de la ausencia se muestra a través de la realidad aumentada (trabajada junto a Alfredo Toledo) como lo único que nos puede quedar, la imagen y el trino de los pájaros solo en la virtualidad. 

SALA 5 CONCEPTO: AVES – CONCIENCIA 

Esta sala es una invitación a pensar que no somos los únicos seres que necesitan libertad, las costumbres son a veces muy crueles al imponer lo normal como correcto, pero hoy tras vivir encerrados a causa de una pandemia, podemos detenernos a reflexionar sobre la fuerza y fragilidad de la naturaleza y nuestro verdadero impacto y vulnerabilidad en ella.

ÉTICA Y ESTÉTICA COMO PRETEXTO PARA ASUMIR RESPONSABILIDADES

Cuando el arte asume un compromiso con su contexto, cumple con una de sus expectativas más preciadas y demuestra que la estética y la ética bien pueden transitar de la mano mostrando cada una de ellas sus cualidades, regodeándose, incluso, de sus potencialidades. 

Perspectiva de Libertad (una mirada artística sobre la captura de aves cantoras de la Rioja), es un recuento que hace Carina Fabaro de estas preocupaciones y que coloca ambas condiciones (ética y estética) en la misma línea de compromiso, las asume desde la esperanza que esas formas vueltas aves, se conviertan en aliento que nos haga más responsables para contravenir el saqueo, que desde la codicia las han colocado en el camino de lo extinto, sin que esto parezca tener importancia alguna. 

La falta de respeto por las reglamentaciones, por lo que aparentemente no nos incumbe, suelen ser condiciones habituales en las comunidades latinoamericanas, la indiferencia de las autoridades por imponer el respeto a lo establecido también (verdades con fundamento), pero no sería tan significativo si hiciéramos conciencia de nuestros compromisos: no comprarlas y denunciar los hechos; así los estragos ocasionados por estas negligencias serían la menor de las preocupaciones; sin embargo, predar, que no una condición inserta en el genoma (aunque algunos piensen lo contrario) la hemos convertido con entera facilidad en estereotipo. 

Ante estos escenarios sin sentido, la voz escultórica de Carina resuena insistentemente invitando a hacernos responsables de nuestros actos. Perspectiva de libertad, son, además, palabras en plena consonancia con las formas que componen esta exposición, una muestra enriquecida desde varias disciplinas donde la pluralidad matérica, el sonido, el componente virtual y la literatura, interactúan ejemplificando el potencial que el campo expandido en la escultura (aludiendo o mejor, homenajeando a Krauss) ofrece para que el discurso en su bastedad convenza. 

Carina lo tuvo claro en la elección del título, una cofradía, por cierto, indispensable para la congruencia de lo que se quiere expresar, pensamiento indispensable para nuestra lábil conciencia. Ni que decir de la calidad de lo que exhibe, la ligereza aparente de las formas, la sutileza de las mismas llenas de elocuencia, la estilización determinante plena de elegancia, una labor incansable de dominio y entrega que parece contraponerse a la tristeza del compendio de aves asediadas y capturadas, que terminan como adornos olvidados en hogares repletos de vanidad e ignorancia; pese a ello, todo esto resulta ser finalmente constancia de una realidad inobjetable. 

La obra aquí reunida de Carina Fabaro, enriquecida de tantos componentes, dan cuenta de una autora comprometida con la ética y la estética, es un balance entre su capacidad creativa y sus principios que supo armonizar para regodeo de quien contempla estas obras y su conjunto, pero también ser un recordatorio y un cuestionamiento indispensable para nuestra lábil conciencia.

Enhorabuena.

Roberto Rosique Profesor y crítico de arte Tijuana, B. C., México

LA ESCULTORA

Carina Fabaro nació el 20 de agosto de 1971 en San Juan y desde los 18 años vive en la ciudad de La Rioja donde llevó a cabo su formación académica en el Instituto Prof. Alberto Crulcich, egresando como profesora de Artes Visuales, luego cursó la Tecnicatura en Escultura en el mismo instituto. Y luego en 2008 obtuvo el título de Licenciada en Artes Visuales con Orientación en escultura, en el IUNA de Buenos Aires. Se desempeña actualmente como escultora y docente. Como escultora, cuenta con obras de gran formato en espacios públicos en diferentes provincias argentinas como Chaco, Córdoba, Jujuy, Entre Ríos, Tucumán, La Pampa, Chubut, Tierra del Fuego y San Luis; y en diferentes países, como Chile, Brasil, México, España, Italia y Estados Unidos. Participó en exposiciones individuales y colectivas. Trabaja diversos materiales naturales y combinados como la madera, la piedra, además del metal, resina y materiales de desecho, en composiciones casi siempre abstractas. Actualmente es docente en el I.S.F.D. Pedro I. de Castro Barros. Es disertante en temas relativos a Lenguajes Artísticos y sus posibilidades expresivas  y en 2019 disertó en la Bienal de La Habana sobre su obra. Fue capacitadora en Diseños Artesanales para emprendedores e investigadora del INFD. 

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