Para Mirian Ariza Torcivía un abrazo sigue siendo algo muy importante. Lo expresa a través de la danza. O con cada movimiento de su cuerpo, mientras deja fluir las palabras como si fueran pasos de Flamenco. Es que Mirian Ariza Torcivía lleva también el baile como torrente por las venas y ese amor tan particular por el género musical español que tiene su origen en la región de Andalucía, en zonas de Extremadura y también en la Región de Murcia, que la llevó a cruzar el océano una vez más para poder perfeccionar su arte, ese que luego brinda con generosidad plena a sus alumnas, en la Academia Aires de Andalucía, la única que se especializa en el Flamenco en La Rioja.
En su reciente viaje a la costa de Málaga, Mirian tomó clases con David Vega y con Alicia Rojo, dos referentes indiscutibles del Flamenco en España, pero también se dio el gusto de cumplir algunos sueños, como bailar en el tablao rumbas y sevillanas al estilo tradicional, con música en vivo y esa enorme emoción que embarga alma y corazón, supliendo la falta de costumbre en el oído (aquí se ensaya de otra manera, explica) con la pasión y la entrega por lo que se ama.
“No podía creer estar allí. La vida me ha ido llevando y me fue cumpliendo los sueños”, afirma Mirian con dejos de emoción en sus ojos como vívidos recuerdos de lo experimentado que le valió, entre otras cosas, la posibilidad de asumir su ilimitada capacidad de autosuperación frente a las dificultades que se le van presentando en el camino. “Este viaje me sirvió para ver que yo sí puedo”, sostiene y reflexiona que también aprendió a “perder el miedo”. Y de inmediato cuenta: “hice cursos de Bulería y de Tango; en poco tiempo pude aprender mucho y aproveché todo al máximo. Bailaba en el patio, en lo oscuro, me ponía a practicar. En la noche, bailaba en la calle. Por la mañana y por la tarde todo era practicar tratando de mentalizar, de grabar el compás de la Bulería, que es muy difícil”.
Así, enfocada de lleno en su crecimiento personal, descubrió también que ese crecimiento le otorga seguridad y que desde esa seguridad “puedo transmitir y puedo empezar a ver actitudes, cambios que hay en el baile; ahora me siento más firme. La disciplina es muy importante, es por eso que quiero otra actitud en mis alumnas, porque yo me veo mejor plantada, con más firmeza. A partir de allí es que sé que mis alumnas van a mostrar lo que es bueno. Que la gente se va a dar cuenta que hacen danza, pero no cualquier danza, que hacen Flamenco. Tengo más alumnas ahora, pero nadie se va a dar cuenta que son nuevas, porque voy a brindarles más seguridad”.
Un proceso de madurez es el que viene atravesando la bailarina riojana, instancia en la que logra visualizarse con la apertura de mente que genera un viaje que es, en realidad, mucho más que un viaje, porque se trata también del encuentro con las raíces, con los abrazos que también fue buscando (en España viven sus hermanos). “Caminé por las calles donde había vivido mi padre y le agradecí que me ayude a crecer. Yo sé que está conmigo, que me acompaña, que me da fuerza, y gracias a eso tengo más seguridad”, cuenta.
La experiencia forma parte de un crecimiento que viene dándose de la mano de la constancia y el profesionalismo de Mirian, en su afán constante por dar lo mejor en su academia, a la que considera su lugar en el mundo. “Esto es lo mío, mi lugar está en La Rioja y a partir de este viaje me siento con más fuerzas para trabajar. Voy a crear mi España en la Academia”. Y va a ser (como lo viene siendo) tan importante como para Mirian Ariza Torcivía lo es un abrazo.
AIRES DE ANDALUCÍA
La academia Aires de Andalucía, de Mirian Ariza Torcivía, se ubica en calle Teniente Primero Ibáñez 715, entre España y Sáenz Peña del barrio Santa Justina. Allí recibe a niñas a partir de los 6 años y sin límite de edad, teniendo la posibilidad de estudiar para rendir para profesora de Danzas Españolas, bajo la supervisión de docentes de Córdoba, dirigidos por Alicia Rolfo.
(La presente nota fue publicada en el suplemento 1591 Cultura + Espectáculos de diario NUEVA RIOJA)