La ironía de estar vivos

Una reseña para el libro «Cuando el sol empieza a caer» de la escritora Liliana Allami.

Liliana Allami, en su más reciente publicación “Cuando el sol empieza a caer” (Colección Ojo Lector, Moglia ediciones), ofrece un conjunto de historias que capturan la crudeza de la vida cotidiana, explorando temas universales a través de personajes femeninos complejos y resonantes que dejan algunas certezas incontrastables, como que en cada uno de los cuentos teje un lienzo de experiencias humanas donde la ironía de estar vivos se manifiesta en las contradicciones de la vida cotidiana, en la lucha constante entre el deseo y la realidad.

Otra de esas certezas es que no hay condescendencias en la escritura de Allami. Ninguna contemplación. Ninguna. La crudeza con la que la escritora plasma las historias que componen “Cuando el sol empieza a caer” pone en evidencia no sólo su expertise narrativo, sino también su determinación por asumir los riesgos que supone la posibilidad de caer en lugares comunes y tantas veces desmenuzados, con la certeza plena de salir indemne, gracias a una particular manera de ver la realidad de su entorno: mordaz, filosa, corrosiva y con un toque de humor que amplifica el abanico de lo próximo, de lo cercano, de lo cotidiano, para convertirlo en un amplio muestrario de la insoportable levedad humana que, bien contada, adquiere una dimensión definitivamente diferente. Desde el encierro de una mujer durante la pandemia hasta los desafíos de la identidad y la fragilidad emocional, Allami explora las diferentes facetas de la existencia femenina con una mirada incisiva.

Hay varios hilos conductores en los cinco cuentos que componen este último libro de la oriunda de Buenos Aires. Uno de ellos, tal vez el más relevante, es que son cinco mujeres las que le dan vida a cada narración, en una clara decisión de la escritora de poner lo femenino en un primer plano, sin que esto implique necesariamente una militancia en términos políticos (que puede subyacer, pero que no es el eje), sino una clara y precisa declaración de principios basada en las formas en que estas mujeres asumen su día a día en contextos en que los deseos y las frustraciones, las tensiones y los alivios, los amores y los estruendosos fracasos componen una melodía desafinada, estridente, pero absolutamente real, palpable.

Desde ese lugar, precisamente, la autora hace gala de un estilo que la viene acompañando desde libros anteriores, en una escritura que bordea el dolor, el sufrimiento, pero también las alegrías, los placeres, las emociones compartidas, y una introspección intimista que trasluce las peculiaridades de la sensibilidad de la mujer, sin que esto de lugar a una innecesaria consustanciación. Muy por el contrario, Allami fractura cualquier espacio de compasión y deja que la brusquedad de lo ordinario abra paso a la confianza del lector que, a partir de allí, se deja llevar hacia lo reconocible.

“La vista llega antes que las palabras”, afirma el escritor, crítico de arte y pintor británico John Berger. Y, sobre esto, agrega: “La vista establece nuestro lugar en el mundo circundante; explicamos ese mundo con palabras, pero estas nunca pueden anular el hecho de que estamos rodeados por él”. Hay mucho de visual en los cuentos de Allami. En este punto, cada narración que integra “Cuando el sol empieza a caer” se sostiene en una quirúrgica forma de ver eso que la circunda, para luego llegar a una forma de decir en la que prima la autenticidad que adopta distintas personalidades, pero que en cada una de ellas sostiene su propia voz, la voz de la escritora, ligada siempre a su universo literario.

Esa voz es, por otra parte, la que le permitió obtener reconocimientos como el segundo premio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires – Premio Municipal, bienio 2012/2013- en la categoría cuento édito, o el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2016, o el Premio Único del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires – Premio Municipal, bienio 2010/2011- en la categoría novela inédita, entre otros. Esa voz es, también (y más allá de los laureles en los que no se duerme), la que le da vida -como bien se describe en la contratapa de “Cuando el sol empieza a caer”- a una mujer casada inmersa junto a su pareja en el encierro que impone la pandemia; otra que, sin resignarse a renunciar al amor y busca abrigo en el baile; también quien, ante una cruel verdad, ve desmoronarse más que nunca su frágil equilibrio; la que, frente a un premio que había deseado siempre, duda, de repente de su propia identidad; o, por último, otra mujer que intenta seguir su camino entre cristales rotos.

Claro está que -vale decirlo- hay en este libro de Allami mucho más que eso que simplemente se describe. Cada una de las historias está atravesada, en definitiva, por la vida misma (como si esto fuera poco). Hay un ir y venir en lo constante de cada una de esas mujeres dentro del debatirse internamente en cada pensamiento que puede desencadenar una acción -o no-, en cada movimiento, en cada gesto, en cada expresión de anhelo o de asfixia, de ansia o hastío, de apetencia o desgano, en cada acierto o en cada golpe, en cada volver a levantarse o en cada volver a caerse. En el empuje, pero también en el desánimo. En la determinación, pero también en las flaquezas.

En “Cuando el sol empieza a caer”, la escritora nos invita a reflexionar sobre las complejidades de la vida a través de historias que, aunque dolorosas y mordaces, revelan una verdad ineludible: la paradoja y el sarcasmo de la condición humana siempre envuelta en vacilaciones. Todo eso hay en su escritura.

Lo que no hay en la escritura de Allami es condescendencia. No hay contemplaciones. Ninguna. La crudeza con la que plasma sus historias pone en evidencia no sólo su expertise, sino también su determinación por asumir riesgos. Y su particular manera de ver la realidad del entorno: mordaz, filosa, corrosiva y con un toque de humor que le permite adquirir una dimensión literaria diferente. La ironía de estar vivos. Ni más, ni menos.

SOBRE LA AUTORA

LILIANA ALLAMI
LILIANA ALLAMI

LILIANA ALLAMI ES ORIUNDA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, DONDE RESIDE ACTUALMENTE. ES LICENCIADA EN QUÍMICA Y SE HA DESEMPEÑADO COMO DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. PROVIENE DE UNA FAMILIA SEFARADÍ DONDE POR UNA CUESTIÓN CULTURAL ERA LA VOZ DEL PADRE -DEL HOMBRE- LA QUE SE HACÍA ESCUCHAR. UNA CIERTA INSATISFACCIÓN Y UN PROCESO DE BÚSQUEDA PERSONAL LA LLEVARON A LAS PUERTAS DE DISTINTOS TALLERES LITERARIOS Y GUIADA POR GRANDES REFERENTES PUDO, AL FIN, ENCONTRAR SU PROPIA VOZ. ESA MUJER QUE HABÍA QUEDADO SILENCIADA FUE EN GRAN PARTE MATERIAL DE SU ESCRITURA. SU MUNDO LITERARIO BORDEA AQUEL DOLOR.

DESDE SUS INICIOS, LA PROSA DE LA AUTORA MUESTRA UN ESTILO INTIMISTA, DE PUERTAS ADENTRO, QUE SABE INDAGAR EN LOS RASGOS PROPIOS DE LA SENSIBILIDAD FEMENINA. NO FALTAN, COMO DICE SANTIAGO KOVADLOFF, LOS CONFLICTOS AMOROSOS NI EL EFECTO DEL TIEMPO QUE ASOMA AMENAZANTE ALLÍ DONDE LA SOLEDAD DICTA SU SENTENCIA INAPELABLE O LOS ESPEJOS QUIEBRAN SU COMPLICIDAD CON QUIENES EN ELLOS SE MIRAN.

ALLAMI HA PUBLICADO LOS SIGUIENTES LIBROS DE CUENTOS: PARA MÍ QUE FUE POR ESO (GEL, 1997); UN IMPULSO ESCONDIDO (GEL, 2001); ESO SIN NOMBRE (ALCIÓN, 2004); NOVIA QUE TE VEAMOS (ALCIÓN, 2008; DISTINGUIDO POR LA LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES); LA VUELTA DEL DESEO (VINCIGUERRA, 2013; HA MERECIDO EL SEGUNDO PREMIO DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES -PREMIO MUNICIPAL, BIENIO 2012/2013- EN LA CATEGORÍA CUENTO ÉDITO); TRES CUENTOS (VINCIGUERRA, 2016); LAS COSAS DE FONDO (2017; PUBLICADO EN MÉXICO POR HABER SIDO PREMIADO EN EL CERTAMEN INTERNACIONAL DE LITERATURA SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 2016); LOS QUE ESTÁN SOLOS (MOGLIA EDICIONES, 2021) Y CUANDO EL SOL EMPIEZA A CAER (MOGLIA EDICIONES, 2024). ADEMÁS, SUS CUENTOS HAN SIDO INCLUIDOS EN DIVERSAS ANTOLOGÍAS TANTO EN EL PAÍS COMO EN EL EXTERIOR. SU NOVELA EL VERBO JUSTO (VINCIGUERRA, 2016) OBTUVO EL PREMIO ÚNICO DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES EN LA CATEGORÍA NOVELA INÉDITA (PREMIO MUNICIPAL, BIENIO 2010/2011).

SOBRE «CUANDO EL SOL EMPIEZA A CAER»

CON TOQUES DE HUMOR Y UNA MIRADA FILOSA, LILIANA ALLAMI INDAGA CON SENSIBILIDAD EN EL CORAZÓN DE LAS PROTAGONISTAS DE LOS RELATOS DE CUANDO EL SOL EMPIEZA A CAER. UNA MUJER CASADA, INMERSA JUNTO A SU PAREJA EN EL ENCIERRO QUE IMPONE LA PANDEMIA; OTRA QUE, SIN RESIGNARSE A RENUNCIAR AL AMOR, BUSCA ABRIGO EN EL BAILE; TAMBIÉN QUIEN, ANTE UNA CRUEL VERDAD, VE DESMORONARSE MÁS QUE NUNCA SU FRÁGIL EQUILIBRIO; LA QUE, FRENTE A UN PREMIO QUE HABÍA DESEADO SIEMPRE, DUDA, DE REPENTE DE SU PROPIA IDENTIDAD; POR ÚLTIMO, OTRA MUJER QUE INTENTA SEGUIR SU CAMINO ENTRE CRISTALES ROTOS.

CON UNA PROSA EN LA QUE CONVIVEN LA RISA Y EL LLANTO, ESTOS CINCO RELATOS QUE HABLAN DE AMOR, DE ILUSIONES, DE TRAICIONES Y DE DESENCANTOS, VUELVEN A ESTAS MUJERES ABSOLUTAMENTE CERCANAS Y RECONOCIBLES.

FICHA

“CUANDO EL SOL EMPIEZA A CAER” DE LILIANA ALLAMI.

COLECCIÓN OJO LECTOR, DIRIGIDA POR VIVIANA ROSENZWIT.

MOGLIA EDICIONES, CORRIENTES, ARGENTINA.

144 PÁGINAS, CUENTOS.

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