Siempre hay algo de intangible en la palabra. Siempre. Hay, también, una sensación de volatilidad, de algo que cambia o varía con facilidad y toma formas imprevisibles al entrar en contacto con el aire.
Hay palabras que, al pronunciarlas, se transforman. Pero hay también palabras que, al escribirlas, se enquistan, se encajan, cobran contundencia. Incluso aquellas que tienen algo de intangible; incluso aquellas que tienen algo de volátiles; incluso aquellas que al entrar en contacto con el aire varían con facilidad y toman formas imprevisibles.
Y es cierto. Este libro (Pliegapalabra Objetos Textuales, 2023) de Marta Clara no es un libro. O mejor expresado aún: sería un error leer este libro como si solo fuera un libro. Y es que es imposible apretar lo intangible. Es imposible asirlo, sujetarlo con las manos. Y es que en lo intangible va, precisamente, el sentido.
Eso que, si no flotara ligero, sutil, quedaría entrampado en lo superficial, en lo insustancial, en lo vano. Eso que, si no flotara ligero, sutil, no podría jamás alcanzar su condición de contundencia.
Es eso, en definitiva, lo que le permite a la escritora salteña radicada en La Rioja desde 2001 balancearse entre lo inmaterial y lo decisivo, entre lo espiritual y lo categórico. Flota, ligera y sutil, por encima de lo superficial y traza la matriz de lo propio, de su ser. Eso que le permite concluir: “habito en este mundo con propias sensaciones”.
Ese es su punto de partida. Pero ese es también su punto de arribo, en un ida y vuelta constante.
La poesía de Marta Clara (al igual que sus relatos, crudos, sin concesiones, esencialmente reales) se aloja en el centro de las sensaciones; habita en ese universo que le es propio y, desde ese lugar, desde allí, viaja hacia el abarcar el espacio de lo compartido. Se expande, se agranda. Respira hondo. Luego, exhala. Respira hondo. Luego, exhala. Hasta llegar a ser. O a no ser, para llegar a ser luego. Pero no ese llegar a ser en la certeza de lo que se es, sino en la duda de lo que fue y de lo que será. En lo que fuimos y seremos.
Hay algo de nómade en la manera de decir de la poeta. Hay algo de ir de un lugar a otro sin establecerse en ningún sitio de manera permanente. Entre un espacio y otro, convive con el estar y con el no estar.
Ese juego de sustentación para su escritura es el que sumerge al lector en una geografía incierta, pero llena de señales, de precisiones, como si de un GPS se tratara para navegar en lo secreto, en lo oculto y desde allí aferrarse a lo que ilumina, para al final intentar discernir de qué está hecha el alma. La suya. La de cada uno de nosotros.
Marta Clara anida en esa búsqueda. Y anida, además, en cada uno de los intersticios que componen esa búsqueda. Y en esa búsqueda construye un lenguaje en el que “flotamos, fluimos, // nos entregamos // y los abrazos son pausados, // y los besos brotan colores // nos estremecemos // fricción, vértigo…
En su constelación de palabras (que además cuentan con las delicadas ilustraciones de Rocío Barzola), la poeta se recuesta a desandar los astros y “en la sensual turbulencia del vuelo” comienza a develar los misterios, aunque no del todo, porque un misterio develado podría ser una estrella menos por descubrir en el firmamento que, además, puede ser ese rincón -del que la escritora nos habla- acomodándose.
Todos, en definitiva, somos una especie de rincón acomodándose. Un rincón incómodo, incomprensible las más de las veces. Otras, un rincón confortable en el que quedarse a respirar el aire que nos envuelve. O como bien señala Carla Vázquez en el prólogo de Senti(dos): “Marta trae eso, senderos escondidos que piden otra oportunidad; olorcito a pan caliente; burbujas en la peatonal y una fila de hormigas negras caminando. Un lugar donde los abrazos son pausados. Marta consuela voces, le pregunta a un camino si puede dividirse en dos y así encuentra más poemas dentro de uno solo, más miradas, más senti(dos)”.
Marta Clara trae lo intangible de la palabra. Esa sensación de volatilidad, de algo que cambia o varía con facilidad y toma formas imprevisibles al entrar en contacto con el aire. Pero Marta Clara trae también las palabras que se enquistan, que se encajan, que cobran contundencia. Ligera y sutil, su poesía, le permite balancearse entre lo inmaterial y lo decisivo, entre lo espiritual y lo categórico. En definitiva, flotar por encima de lo superficial y trazar la matriz de lo propio, de su ser. Habitar en el mundo con sus propias sensaciones. Volverlas sentidos. Etérea y contundente.
SOBRE LA AUTORA
MARTA G. CLARA: SALTEÑA DE ORIGEN, RADICADA EN LA RIOJA DESDE EL 2001, ES PROFESORA DE EDUCACIÓN ESPECIAL Y COCINERA EN UN MICROEMPRENDIMIENTO, INTEGRÓ COMO CO FUNDADORA ACCIÓN POÉTICA LA RIOJA. SU PRODUCCIÓN LITERARIA COMIENZA EN LA ADOLESCENCIA. SU MATERIAL ENCUENTRA PUBLICADO EN: #ANÁDROMO. POESÍAS Y RELATOS (2017) EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA. #CICLOS. POESÍAS Y RELATOS (2018) EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA.
POESIAS SELECCIONADAS Y PUBLICADAS EN:
#ALGUIEN ESCRIBE EL MISTERIO (2019) POEMA SELECCIONADO EN “EL TIEMPO Y LA IMAGEN” (POESIA DEL INTERIOR DEL PAIS) EDITORIAL DUNKEN.
#ESQUIVA PERIODISMO CULTURAL
#CALENDARIO 2018 AGENDA DE MUJERES REBELDES, LIBRES Y SOBERANAS” PRESENTACIÓN EN EL CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN, BUENOS AIRES.
#DISPENSER DE LECTURA, DISPOSITIVO UBICADO EN PARQUE BICENTENARIO DE LA CIUDAD DE SALTA.
#FUND. CÉSAR E. SERRANO, MUSEO DE LA PALABRA, ESPAÑA.
#REVISTA CRONOPIO. EDICIÓN N° 81
#DIARIO NUEVA RIOJA, SUPLEM. QUINCENAL #34
#MUNDO POESÍA, DESDE 2017
#REVISTA MONI.ARTE VOL1 N°1
#BLOG PERSONAL ESCRIBO HTTP://MARTAGCLARA.BLOGSPOT.COM.AR/
#UNÍSONO (2020) FANZINE PUBLICADO EDIT. ESTANTIGUA.
#JARILLA. (2020) COLECCIÓN PUBLIQUEMOS EN EL MARCO DE
PROYECTOS INNOVADORES CULTURALES. ESTANTIGUA EDITORIAL
#100DÍASDEOTREDAD PROYECTO DE PUBLICACIÓN VIRTUAL DIARIO DE ARTISTAS EN PANDEMIA 2020.
#COLABORACIÓN EN PROYECTO FEDERAL “MI APORTE PARA QUE EL PUERTO NO IMPORTE’”
MARTAGCLARA@GMAIL.COM
SOBRE LA ILUSTRADORA
ROCÍO BARZOLA: SALTEÑA DEL 97’ COMO PRIMERA GEOGRAFIA, CRECIÓ EN EL NORTE DE ARGENTINA. SU RELACIÓN CON LA MONTAÑA, EL CERRO, EL VIVIR EN CONJUNTO, EL VIAJAR A LAS ALTURAS, EL CONVIVIR CON LA NATURALEZA, LA MIGRACIÓN Y EL BALANCE ENTRE LA CIUDAD, FUERON ALGUNOS DE LOS LADRILLOS QUE CONFORMAN SU CIMIENTO ACTUAL. EL CONTENIDO AGLUTINANTE EN SU OBRA -SOBRE EL CUAL INCURSIONA REITERADAMENTE- ES LA TEMÁTICA DE LA DERIVA, EL CARNAVAL, LA BOTÁNICA Y EL TERRITORIO. DE FORMA ALGUNA TODOS SE
VINCULAN Y CONFORMAN SU PERSONALIDAD E MMPRONTA. A LO LARGO DE LOS ÚLTIMOS AÑOS ATRAVESÓ DIFERENTES ETAPAS, INTERROGANTES Y EXPERIMENTACIONES PARA CONFORMAR SU IMPRONTA COMO ARTISTA VISUAL. ESTUDIÓ Y SE ESPECIALIZÓ, SU LICENCIATURA CON ORIENTACIÓN EN GRABADO ES UNA DE LAS COSAS QUE LA ENORGULLECEN Y APASIONA. ACTUALMENTE ASISTE A TALLERES Y PROTAGONIZA PROYECTOS AUTOGESTIVOS TANTO PERSONALES COMO GRUPALES, SIEMPRE RESPONDIENDO A SUS PERCEPCIONES, BÚSQUEDAS, DESEOS Y NECESIDADES.