Nunca cesa el mar

Reseña para el libro «Niñas mediterráneas» de Fernando Valli.

La sensación es que el agua te moja los pies, en un ida y vuelta incesante de espuma blanca que escarcha la arena y luego se disipa, igual que se evapora la distancia en la cercanía de la piel con el mundo en que caminan. O que la rompiente sacude las piedras y salpica el aire, impregnando la mirada de una premonición de frescura que envuelve, que abraza, que sostiene y que mitiga las ansias.

¿Cuántas historias se habrán escrito entre amaneceres y atardeceres al borde del oleaje insistente, o en la soledad de las horas vacías, o en los murmullos de las multitudes que repletan las playas? ¿Cuántas veces siendo niños o niñas, nos imaginamos en alocada carrera desde las dunas hasta zambullir los sueños de mar en un panzazo? Todo queda allí. El mar no cesa, como tampoco cesa la memoria de otros tiempos que vuelven al igual que las olas, una y otra vez. Así es Niñas mediterráneas (Ediciones la yunta, 2019), el último libro de Fernando Valli que entremezcla suave y cadenciosamente palabra e imagen, ilustrando ambas el cúmulo de vivencias de un tiempo que se perpetúa. 

La búsqueda de Valli va también en el mismo sentido de la perpetuidad, haciendo gala de la precisión con la que logra conjugar poesía y fotografía (oficios que le son bien conocidos), en un blanco y negro que atrapa al lector que se dedica entonces no sólo a descifrar la profundidad del mensaje, sino también a descubrir y admirar las formas de una infancia sutil, en la que, como bien se señala por allí, alcanzar la felicidad es una tarea tan sencilla y natural como que siempre amanece, aún en el más oscuro de los días.

Tus manos / blancura trémula / llenas de raíces y semillas / me ofrendan / un cielo constelado / de signos misteriosos / extraños códigos. / Granos de tu cereal / recuperan mi cuerpo / vuelvo de a poco / al arca abierta / tesoro corsario / a tu resguardo / entre brisas tropicales. / Viaje épico / a la isla de donde partimos. 

Ese viaje al que invita Valli, ya sea que comience o que termine, implica siempre en Niñas mediterráneas un encuentro sustancial con lo visual y con lo sensorial, con las imágenes que caen como frutas maduras del árbol de la memoria más emotiva, en donde las aventuras compartidas marcaron el pulso del sentir, como cuando el agua nos moja los pies, en un ida y vuelta de espuma blanca que escarcha la arena y luego se disipa. 

La poesía de Valli, desde esa blancura trémula y desde la particular óptica de una lente curiosa, deja fluir el mar a través de las páginas, como si de pronto pudiéramos tocarlo sin corrernos de la comodidad de nuestra lectura; como si de pronto la rompiente sacudiera las piedras y salpicara el aire, impregnándonos la mirada de una sensación de frescura que envuelve, que abraza, que sostiene y que mitiga las ansias en esos cuerpos de niñas que juegan a ser eternas en la euforia de una amistad que nace para prolongarse por siempre.

Y una vez más: ¿cuántas historias se habrán escrito entre amaneceres y atardeceres al borde del oleaje insistente, o en la soledad de las horas vacías, o en los murmullos de las multitudes que repletan las playas? Muchas, seguramente. Pero esta, la de las Niñas mediterráneas de Valli, se inscribe en un escenario diferente, en el que la letanía de las olas nos recuerda que todo queda allí, en esa imagen que va detrás de la palabra, intentando nombrar ese Viento húmedo / sopor del siroco / arremolinando / un mundo circular al que siempre volvemos. Porque nunca cesa el mar. 

EL AUTOR. Fernando Valli nació en Buenos Aires. Es poeta, fotógrafo, cocinero, médico de terapia intensiva desde hace años, y también viajero. Siempre viajero, ejerció la medicina en los valles de la Suiza italiana. Estudió cine en el ESEC de París, participando más tarde en largos y cortometrajes, documentales y clips musicales, en el equipo de fotografía, o en calidad de asistente o director. Cursa un posgrado de documental en la Universidad de Buenos Aires. Sus libros: Fernando Valli – Fotos y poemas, apareció en el 2012 y Hoy te llamé, de idéntica estructura, hecho en 1995, está en vías de publicación, Travesía -poemas-, se publicó en el 2017.

(La presente reseña fue publicada en el suplemento 1591 Cultura + Espectáculos de diario NUEVA RIOJA)

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