Patricia Herrera: «Hay una militancia que promueve la pluralidad de voces»

“Creo en un proceso en donde la cultura va a poder ser ese espacio de resistencia, de resiliencia, de cercanía, de diálogo, de debate”. Así define la Secretaria de Culturas de la Provincia, Patricia Herrera el rol que tendrá la cultura en los tiempos que vienen. Balance de fin de ciclo y perspectiva a futuro, en un encuentro exclusivo con 1591 cultura+espectáculos.

La Secretaría de Culturas de la provincia pone fin a un ciclo en el que se marcaron importantes hitos en materia de gestión. Bajo la conducción de Patricia Herrera y la conformación de equipos de trabajo en las diferentes áreas que representan el amplio desarrollo de actividades, el tiempo de balances marca un amplio y complejo recorrido en el posicionamiento de La Rioja a nivel nacional, pero también una fuerte impronta federal hacia nuestro territorio provincial, en el que se revalorizó el patrimonio de una provincia que se aferra a sus raíces, pero que también traza el recorrido hacia una modernización que es necesaria en los tiempos que corren y que requieren de adaptabilidad a los desafíos que suponen la digitalización y una globalización que no se detiene.

Atravesada por la pandemia, la gestión supo marcar un antes y un después entre la virtualidad y el reencuentro, dejando siempre en alto la bandera de la amplitud y la consolidación del mapeo cultural en base a una perspectiva de oportunidades en toda la diversidad de expresiones, y la protección de nuestros valores identitarios en cada uno de los procesos, plasmados en eventos de magnitud como la Feria del Libro, solo por citar uno de los ejemplos más contundentes en lo que significa abrir las puertas a todas las expresiones.

ENTIENDO QUE CUATRO AÑOS DE GESTIÓN ES MUCHO TIEMPO PARA REALIZAR UN BALANCE, ¿PERO SE PODRÍAN SEÑALAR LOS HITOS MÁS IMPORTANTES Y DEJAR SENTADO AQUELLO QUE AÚN FALTA DESARROLLAR?

Uno evalúa permanentemente, pareciera que no, pero una vez que empezó ya estás viendo las falencias de eso que armaste para ver cómo sigue después. Arrancamos con un equipo en donde se presentó otro tipo de organigrama. Por un lado, Patrimonio en donde se jerarquizaban algunas subsecretarías, siendo un órgano de aplicación de la Ley de Patrimonio Provincial y que vincula con las leyes nacionales. Pudimos reacomodar. En cada línea de Culturas hay una línea que tiene que ver con el proceso de formación; desde ahí se abordaron no tan solo con mucho interés el proyecto Qhapaq Ñan teniendo la Secretaría Protempore, sino teniendo también un proceso educativo muy interesante. En Famatina se hizo la Feria de Ciencias de Qhapaq Ñan, que en un comienzo no estaba arraigado a la comunidad y hoy tiene hasta un tema identitario propio. Esto también generó un proceso editorial con Pumawari, con los distintos museos. Todo ese proyecto de reactivación en lo edilicio y en lo estructural, sigue estando en proceso, pero es interesante porque también se han modificado con otra perspectiva, con otra mirada. Los programas en los que formamos parte del Plan Federal del Turismo y el Patrimonio de Desarrollo Sostenible han sido claves para todas las tareas; el patrimonio material e inmaterial, que a su vez ha vinculado con todas las áreas. No tan solo sentíamos que debíamos jerarquizar, sino que todavía tenemos que seguir fortaleciendo ese equipo. Es una tarea muy interesante que nos gustaría ampliar. Con la Subsecretaría de Gestión Cultural abordamos un trabajo con el Consejo Provincial; lo creamos por ley generando un diálogo con mayor constancia, en pandemia prácticamente semanal, con lo cual la vinculación con el territorio, con sus referentes fue diferente porque pudimos trabajar los protocolos, intercambiar problemáticas y organizarnos por región. Pudimos conformar la ley donde le da una formalidad al Consejo y por supuesto respalda la gestión y el trabajo de la gestión cultural. Plantearles a los directores, directoras o secretarios una mirada en la gestión cultural pública con su diversidad de identidades, con propuestas locales, también ha generado un trabajo de integración entre ellos. El programa de los Juegos Evita se hizo, y las delegaciones en nuestros eventos también activaron las propuestas en sus departamentos. Se trabajó con mucha intensidad. El trabajo en los barrios también se potenció con el programa de Culturas Activas.

RESULTA INTERESANTE ESTE CONCEPTO DE LA INTEGRACIÓN Y EL TRABAJAR ESPECIALMENTE SOBRE LO IDENTITARIO…

Es clave. Nosotros marcamos tres principios al inicio de la gestión a partir de lo cual todo fue transversal. Nosotros hablamos de trabajo y comunidad, teniendo en claro que la cultura es trabajo y que deberíamos reconocernos como trabajadores y trabajadoras. Sigue sucediendo que nosotros tenemos el artista escénico que a la mañana trabaja en su oficina y le da valor a esa otra labor que está haciendo, a la que además le pone el cuerpo, la creatividad, las horas; entonces quisimos entrar en tensión con esa discusión y poder hablar de que el trabajo es cultura y cultura es trabajo en su diversidad de propuestas y respetando y dando visibilidad a toda la cadena productiva de esa actividad. Hay toda una comunidad que se genera atrás de cada proyecto que se invisibiliza por el factor del momento final. A cada una de las actividades le dimos mucha mirada en el proceso para que se abriera aún más el abanico laboral. Después también hablamos de trabajo y de comunidad por todos los procesos colaborativos, asociativos, de economía local y regional que no estaban siendo una primera línea de exploración y nosotros tenemos una movilidad ascendente muy importante en el trabajo que se hace vinculado a la cultura y necesitábamos enfocarnos para que se le diera valor a lo que la cultura le aporta a la economía de cada uno de los lugares. Desde ahí fue entrar en un proceso de formación, generar un punto con la cuestión asociativa, distintas herramientas para formalizar la tarea que es muy informal en todo el norte argentino. Cada una de las actividades como Feria del Libro, de la Música, de la Danza, las diplomaturas, cada una de las actividades tiene un momento para hablar del proceso económico de esa actividad, cómo entrar al proceso de facturación, cómo hacerlo desde un lugar de grupalidad. Nos interesa mucho el poder conocer el valor, inclusive en la artesanía, el artesano, la artesana que por ahí tiene un proceso de seis meses para una prenda de determinadas medidas y le resulta muy complejo poder tener una línea de medición para darle el valor, y ahí es donde nosotros tenemos que capacitar para que ellos de acuerdo a sus horas, de acuerdo a la tarea, de acuerdo a la materialidad, no pierdan la esencia del trabajo con técnicas ancestrales que tienen certificación de obra a través de nuestra ley, sino que pudieran darle el valor para que jerarquice la tarea.

¿A PARTIR DE ESTE PUNTO ES QUE SURGE EL TRABAJO DE LA SECRETARÍA DE CULTURAS CON LA GENTE DEL INTERIOR, DESDE OTRA PERSPECTIVA?

En el caso de la artesanía, se puede afirmar que es uno de los ámbitos más trabajados y formalizados en la Provincia. Tenemos un registro de artesanos que se transformó en un registro digital y audiovisual para poder tener una biblioteca de las diferentes técnicas, y tenemos un caso puntual con la técnica del peine, por ejemplo, que nos propusimos conservar, hasta que pudimos lograr el aval del Fondo Nacional de las Artes para que se pudiera expandir. Era una técnica que se estaba perdiendo y era un objetivo volver a hacer surgir o generar esa transferencia de conocimiento y que no se pierda. Es una técnica muy identitaria para La Rioja.

¿SE ESPERA QUE ESA TAREA GENERE TAMBIÉN UN IMPACTO MUY FUERTE EN LO TURÍSTICO, VOLVIENDO A ESTO DE LO IDENTITARIO, DE PODER MOSTRAR ALGO QUE ES NUESTRO?

Esa es también una responsabilidad de la cultura pública, de la gestión gubernamental, tener ese principio. Estoy convencida que va por ahí, por conocer la manera y el vivir de cada lugar sin la alteración de las grandes ciudades. La gente sale a buscar esa ese turismo natural, esos paisajes majestuosos que captan otro tipo de turismo y que lo ha hecho masivo, al menos eso notamos en estos últimos años. Ahí es donde hay un montón por hacer; un artesano, una artesana de nuestra provincia generalmente le realiza la pieza a su nieto, a su nieta, a su hija, es un vínculo familiar. Generar el proceso de economía familiar ha sido un trabajo. Generar piezas para tener en su taller, que generalmente es un espacio de los hogares e ir fomentando esa actividad. Una vez que estamos ahí trabajar en el valor, en las horas organizadas de manera individual, familiar o grupal. Hay mucha organización en nuestra provincia para realizarlo de manera grupal y autopercibirse como maestro, maestra artesana. Esa titulación fue la que de alguna manera le dio sentido a que ella o ellos puedan creer en su conocimiento en entorno familiar, que pudiera contar un relato distinto de un oficio y eso es lo que lo hace genuino, lo hace noble, y encontrar el hacer con la materialidad de cercanía. La verdad que a mí me apasiona poder fomentar la política pública desde la artesanía, porque son respetados en la comunidad; algunos son visibilizados ahora. Que eso pueda venir al mercado de la Provincia, recorrer distintas ferias, tener premiación nacional e internacional, es una tarea del Mercado Artesanal y nos gustaría que en este nuevo ciclo la vara esté mucho más alta.

EN DEFINITIVA, DE LO QUE SE TRATA ES DEL POSICIONAMIENTO DE LA RIOJA COMO TAL…

Exactamente, y nosotros hablamos de un mercado cultural en cada departamento como su primera boca de expendio y de organización. Ya tenemos en Guandacol la Comunidad de las Teleras, como en Santa Bárbara la huerta, que son las comunidades más organizadas de las teleras de la provincia, pero se van a dar en todas las técnicas y va a ser un potencial. Nuestra artesanía no está alterada, es genuina, es original y yo creo que eso es un potencial enorme. En los 50 años del Mercado Artesanal decidimos otorgar el premio Runa a cada departamento, en la selección de cada artesano o artesana que el departamento va proponiendo y agregamos también en esta gestión el encuentro de artesanos y artesanas, y es increíble los proyectos que surgieron a partir de ese tipo de encuentros. Hay mucho potencial en el Banco de Materiales para poder distribuirse entre sí, generar compras directas, también para generar con la comunidad y los municipios de esa posibilidad de banco o lavado de lana después de hacer las tareas de esquilar los animales, por ejemplo, hay un potencial que depende de la comunidad organizada.

Y QUE SE TRATA DE UN TRABAJO MUY SILENCIOSO, QUE QUIZÁS NO SE VISUALIZA TANTO COMO POR EJEMPLO UNA FERIA DEL LIBRO; ¿ESO FORMA PARTE DE LO QUE QUEDA POR HACER?

Yo creo que va a tomar su potencial, va a seguir teniendo un trabajo ascendente, porque lo que yo viví en estas últimas actividades de la gestión fue la militancia en la artesanía dándole valor al oficio y al lugar de procedencia. Quizás antes era una actividad más y ahora están proponiendo, están dictando talleres. Cada uno de los talleres de artesanías son realizados por artesanos y artesanas de la Provincia. Lo que nosotros aportamos con distintos proyectos de otras provincias tiene que ver con la comercialización, con la distribución, con otro tipo de herramientas en donde hoy lo vemos y es increíble. Hay casos en donde las nietas han podido generarles toda la cuestión de formalidad, el Mercado Pago, la pieza de la semana y digo: va por ahí. Hay mucho por hacer. Queremos poder generar un registro de territorio de nuestra artesanía.

SIN EMBARGO, SON MUCHOS LOS ÁMBITOS A LOS QUE SE DEBE HACER FRENTE, SIENDO ESTO ADEMÁS UN HECHO MUY IMPORTANTE Y DEFINITORIO DE LA GESTIÓN.

Ese era un principio, el trabajo en comunidad; otro principio fue diversidad e inclusión y el otro identidad y patrimonio. Fueron como los tres principios para generar o proponerle a nuestro equipo una gestión transversal. El primer año que fue un año bastante complejo, donde sin tener un equipo vinculado a lo tecnológico tuvimos que pensar en cómo proyectarnos en una página, motivados también por el Gobernador (Quintela) para que trabajemos en protocolos para poder estar cerca de la gente. Nuestra identidad e idiosincrasia no son formatos de lejanía, sino por el contrario y eso también ayuda al proceso personal. Motivados por esa instancia trabajamos en un protocolo donde pudimos tener los tres días de Encuentro con la Literatura en el Parque, que en pandemia fue como el primer impulso para volver a la Feria de la Artesanía, volver a encontrarnos con las bibliotecas; fue el primer evento que la Provincia tuvo en el Parque de la Ciudad con apertura a la comunidad. La mirada estuvo en la perspectiva de que el foco siga siendo la literatura, las letras en general, los lugares como centros culturales, como las bibliotecas, que es el primer espacio en el que uno se acerca a buscar acceder a un libro, y que tuvieron el acompañamiento nuestro. En ese momento creamos, por ejemplo, Tesoros de Bibliotecas para compartir el inicio de cada biblioteca y ese objeto, como un tesoro que también está en su resguardo en ese lugar y que se pueda contar. Pienso que luego de la pandemia y la postpandemia seguimos en un proceso de reactivación para establecer todos estos lugares de manera plena, no tan solo con la cuestión tecnológica que se requiere sino con la plenitud de su uso, la renovación. Yo creo que la pandemia ha cambiado nuestras prácticas culturales y la reflexión en la gestión tiene que estar sobre eso. Creo que la participación de cada una de las ferias también se ha dado por esa necesidad, no tan solo en la comunidad que la vive, sino en sus hacedores y hacedoras. Cada feria fue de manera ascendente hasta llegar a la última teniendo mucho trabajo en acordar esa pluralidad de voces y nos damos cuenta en la demanda: se abre la convocatoria y es impactante la participación, las propuestas que llegan, así que nuestra intención es seguir focalizando en una participación completa, que siga siendo ese lugar del conocimiento, del encuentro, de la identidad, de la motivación.

EN ESTE SENTIDO LA RIOJA TOMÓ MUCHA RELEVANCIA A NIVEL NACIONAL, ¿CÓMO SE HACE PARA CONTINUAR EN ESE CAMINO, TENIENDO EN CUENTA QUE HOY EL ESCENARIO ES MUY DIFERENTE?

Han sido claves cada uno de los momentos. Desde el inicio de la gestión yo pude trabajar algunos proyectos con compañeros o compañeras, trabajadores de la cultura de distintas provincias. Plano Editorial, por ejemplo, nació así. Tenía la mirada de una editorial que no focalice, sino que genere además una circulación de las letras. Trabajamos analizando cuáles eran los proyectos que estaban ya situados en las provincias del NOA; cada proyecto regional del NOA en donde hemos presidido por un tiempo. Luego, en la coyuntura de la defensa de la Ley de los Fondos Específicos conformamos el Norte Grande, en donde el NEA y el NOA se unían con distintos proyectos y esa vinculación y circulación de artistas, generó otra manera de conectarse con diferentes provincias. Siento que todo ese caudal de diálogo generó que la misma región me propusiera en el Consejo Federal, que fue presidido por la Provincia. En lo personal fue un momento muy importante porque uno puede conectar con todas las provincias y conocer los proyectos de gestión. De pronto ahí me enteré de que la Feria de la Música de Neuquén fue una motivación de la Feria de la Música de La Rioja, por ejemplo; proyectos que en nuestra Provincia son políticas públicas se siguen potenciando y la idea es que se apropie la comunidad local, que sean sus gestores los que la llevan adelante. El Consejo a su vez vincula con todo el organismo del Ministerio de Cultura de la Nación, hoy ya en esta nueva gestión como Secretaría, pero además hay distintas entidades vinculadas a la cultura como el Fondo Nacional de las Artes o el Instituto Nacional de la Música, un instituto que trabajó mucho con nosotros. Seguimos trabajando en proyectos regionales y provinciales; somos parte del grupo que trabaja en el Instituto Nacional de la Danza, siempre trabajamos con el Instituto Nacional del Teatro, de hecho acabamos de hacer Argentina en Escena que fue nuestro evento creado en esta gestión como Bienal, pero también La Fiesta Nacional del Teatro que por los procesos que se venían dando en materia económica y por nuestra relación con la provincia de Catamarca, propuse generar un proyecto conjunto que fue aceptado y fue votado en el Consejo y fue la primera Fiesta que tuvo esta manera de trabajarla y de generar una integración y una circulación de público que por supuesto nos llevó también a firmar el convenio Ruta 38, generando ese reconocimiento a hacedores de Catamarca y La Rioja. Se trata de eso: la cultura ha logrado expandirse, crear puentes de diálogo, y me parece que esa tiene que seguir siendo la manera. Nosotros tenemos una vinculación con Chile a través de ATACALAR, tenemos una vinculación con la región, hay muchos caminos todavía por recorrer.

¿QUÉ DESAFÍOS SE TE PLANTEAN EN FUNCIÓN DE LA GESTIÓN YA REALIZADA Y, HACIA ADELANTE, QUÉ CUESTIONES SENTIS QUE HAY QUE TRABAJAR, PROFUNDIZAR?

Evaluamos mucho cómo se fue dando todo y agradecemos cómo se ha podido incorporar la agenda cultural desde la organización, desde el área, o en apoyo a ámbitos privados, independientes y lo que generan los hacedores. Hoy está bastante nutrida; hay una producción motivada, que era también uno de nuestros objetivos: motivar esa producción para que pueda tener más posibilidad y oportunidades. Esa demanda debe existir para que todos esos espacios se habiliten para esto. Pienso, por ejemplo, en El Andén que fue un lugar descentralizado que se buscó para generar una propuesta identitaria en la música. Ya nos había quedado chica la Casa de la Cultura y deberíamos tener como muchos focos para que esta circulación y este consumo local vaya creciendo. Como desafío de acuerdo al panorama actual, no estamos siendo ajenos a todo el proceso que estamos viviendo en la actualidad. Creo que viene un desafío en donde la cultura tiene que estar trabajada o elaborada, pensada desde una reflexión de cercanía; la cultura de la proximidad en donde por un lado podamos tener redes colaborativas de Economía Popular, trabajar en el asociativismo como un proceso de entender que hasta los proyectos individuales en su manera de concebirlos como un proceso creativo, se fortalecen desde las grupalidades, desde las líneas de trabajo. En nuestro último Mercado de Industrias Culturales se trabajó con fuerza emprendedora y hoy muchos de los hacedores y hacedoras culturales son alumnos del proyecto de aceleración o de programas vinculados a otros ministerios; me parece que ese es un foco muy importante, el trabajo regional, federal, de territorio genuino que además impacta en cada uno de los distritos que conforman el Departamento. Me parece que es un reconocimiento a nuestro lugar que se tiene que seguir trabajando, potenciando. Creo que hay un trabajo interesante por hacer en cada uno de los lugares. Nuestra provincia tiene una diversidad cultural y un ecosistema que los hace únicos desde cualquier lugar y hay expresiones artísticas que en algunos lugares tienen un desarrollo y en otros, otro. Esa riqueza es hermosa y que se sientan acompañados o acompañadas por el Estado, por las áreas culturales, por cada uno de los municipios, es una tarea de integración plena que queremos seguir fortaleciendo. El desarrollo económico, el desarrollo local de cada uno de esos lugares, va a ser la clave. Esa provincia, como dice nuestro gobernador, ‘productiva’ que da mucho valor a lo que hace, y desde el lugar. Establecer esos lugares para que todo eso pueda ser visibilizado va a ser una tarea. Hablamos de la formación, de la innovación y esa expansión local, regional, Interprovincial, nacional e internacional como metas que uno va proponiendo en distintos proyectos y que, por supuesto, tienen que seguir siendo esa perspectiva, esa visión para que nuestros hacedores o hacedoras también tengan esa motivación para generar producción local. Trabajar el arraigo en lo estético, en lo productivo, en lo artístico me parece que es muy importante. Esta circulación interprovincial tiene que ser una dinámica totalmente posible, accesible. Me llena de orgullo y digo que no ha sido casual que cada hacedor o hacedora de La Rioja, donde va, conquista el lugar, el escenario, el proyecto. Eso sucede, es real. Hay un reconocimiento de la provincia y de sus posibilidades organizativas. Estos tres focos que forman Entre Redes, el Mercado Artesanías, nuestra Tienda de Libros y nuestro Espacio de Arte Contemporáneo son proyectos que ya están digitalizados para la venta online. En pandemia nuestro equipo estaba atento a esa dinámica y claro, cuando empezamos a bajar, a tener el proceso de presencialidad se atenuó, y ese también es un desafío: conquistar también en los procesos tecnológicos la productividad y la innovación de los proyectos culturales. Uno de los proyectos que ha trabajado fuertemente con nosotros ha sido Emular, que es esa posibilidad de poder ser acompañados o acompañadas en el proceso creativo, en el producto, poder subirlo a las plataformas conocer legalmente cuáles son las herramientas con las que cuentan y potenciarlas. Antes los estudios musicales estaban establecidos como espacios; hoy cada músico lo ha generado en su hogar. Hoy monetizar es el desafío, generar identidad cultural en cualquier género musical, pero también en la identidad local. Me parece que acompañar eso también es un desafío.

¿EL GESTIONAR CULTURA SE CONVIERTE MÁS QUE NUNCA EN UN ESPACIO DE RESISTENCIA?

SÍ; de resistencia, de resiliencia, de comunidad organizada. Creo que va a ser eso, que va a ser el espacio en donde la expresión y poder promover y proteger esa memoria colectiva pueda tener otra discusión, otros diálogos. Por ahí también hemos demonizado la palabra política, los políticos y creo que hay una militancia cultural en nuestra provincia que además promueve la pluralidad de las voces, y creo que ahí la política cultural va a ser clave. Creo que ya cruzamos la barrera del elitismo hace mucho tiempo, eso de que la cultura era para un grupo. No hay forma, no hay manera de que eso sea hoy una perspectiva o una realidad. Me parece que la visión está generada desde la conciencia de participación, de colaboración, la cultura solidaria y por supuesto la de los principios que pueden convocar y tener conciencia en la memoria. Pienso que nos debemos dar la oportunidad de tener todos esos debates, esas reflexiones, para poder generar nuevamente esa conciencia. Creo en eso: creo en un proceso en donde la cultura va a poder ser ese espacio de resistencia, de resiliencia, de cercanía, de diálogo, de debate. Es esperanzadora, es noble en su respeto de la comunidad y creo que la comunidad también espera de la reacción o de la propuesta de sus hacedores. Hay una legítima comunión y la cultura pública va a tomar valor. En épocas de crisis la creatividad aflora de manera exponencial y tuvimos un proceso en donde no teníamos protocolos para poder accionar ante eso; siento que hoy la responsabilidad es diferente, y que tenemos un protocolo para accionar y la oralidad, el decir, tener libertad de expresión, entenderla. Entender que los procesos democráticos deben tener el respeto en las disidencias, en las diferencias y que por supuesto la diversidad cultural en cada uno de sus realizadores, impulsores tiene que ser la defensa de hoy. Hablamos y reflexionamos permanentemente en un proceso en donde la espectacularidad no va a captar de manera genuina, sino que vuelva a ser el sentido, la palabra y eso se va a ver reflejado también en la productividad que surja, en los espacios de exposición, el trabajo en el ámbito escolar, el trabajo en los territorios. Nosotros hemos logrado un continuo trabajo en 15 barrios y de manera aleatoria, en el más del doble de ese número, por eso también nos motiva mucho este trabajo integral. Ya lo hacíamos con los municipios de los departamentos; hoy podemos también establecerlo con el Municipio de la Capital y eso también nos ayuda. Tenemos los principios de una visión de provincia diferente, entonces cuando hablamos de Tinkunaco siento que hablamos de un Tinkunaco real y que puede ser una perspectiva más próspera también, a pesar de la complejidad y a pesar de los momentos que uno no puede separarse de la realidad y de estas definiciones o decisiones que atraviesan terriblemente a la gente, a todos.

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