Una reseña para el libro «Papeles del cafe Gijón», del escritor cordobés Pepe Novo
El periodista y escritor José Antonio “Pepe” Novo presentará el próximo viernes 5 de abril su libro “Papeles del Café Gijón” (Babel Editorial), un poemario que cuenta con la prologación del poeta Néstor Merigo y la ilustración del reconocido artista Oscar Chichoni, quien entre otras cosas es recordado por sus invaluables trabajos en las portadas de la revista Fierro. La cita es a las 20, en el bar “La Bici del Angel”, ubicado en calle 27 de Abril al 339 de la ciudad de Córdoba, donde los presentes podrán disfrutar no sólo de la poesía de Novo, sino también de música en vivo con grandes artistas como Ica Novo, Horacio Burgos, La Jam del Folklore, Mery Murúa, Galia Kohan, Alejandra Tortosa, Héctor Tortosa, Liliana Rodríguez, Silvia Lallana, Horacio Sosa y Virginia Mazzini.
“Papeles del Café Gijón” ancla en su portada la imagen de uno de esos espacios míticos que, con el correr de los años terminan por convertirse en “reductos culturales, símbolos de la ciudad que los alberga, repúblicas de sueños para los artistas, los creadores y los intelectuales”, tal como queda definido por José Bárcena en la carta de presentación del sitio que fuera fundado en la primavera de 1888 por el emprendedor y nostálgico gijonés Don Gumersindo García, que bautizó a su negocio, ubicado entre la Cibeles y Colón en el Paseo de Recoletos número 21 de la llamada Villa y Corte de los Milagros, Madrid, con el nombre de la ciudad que le vio nacer.
Con esa impronta, y con absoluta consciencia de su escritura, “Pepe” Novo se remonta a los tiempos en que solía sentarse “en un rinconcito del bar y era como ver una película fantástica”, aunque aclara que no hay referencias al Café Gijón en sí, sino que se trata más bien de “una especie de homenaje a un lugar por el que pasaron grandes escritores, actores, músicos, tertulias, charlas y conferencias de los más grandes, de la generación del ‘27, por ejemplo, y hoy incluso actores, periodistas y personajes que siguen pasando por ahí”.
“Me pareció que era lo más adecuado”, cuenta el escritor a 1591 Cultura + Espectáculos en relación al nombre de su nuevo libro, que lo lleva directamente a su estancia en Barcelona, en los años ‘70, donde tuvo la oportunidad de conocer a Francisco Umbral, quien en aquella ocasión lo citó en el Café Gijón. “Umbral era un periodista y escritor tremendo, que tenía una columna diaria en El País y luego escribió también en El Mundo. Me encontré con él en ese bar y desde entonces cada vez que iba a Madrid pasaba por ahí. Algunos poemas de este libro los escribí en Córdoba, otros se gestaron en Córdoba y luego los escribí en Madrid, en ese bar, donde muchas tardes fui a leer, a tomar un café, una cerveza, a escribir, a tomar notas, a consolidar cosas o a tomar decisiones, como tirar a la mierda algo que no me gustaba”. Sin embargo, Novo aclara que en el Café Gijón corrigió y leyó mucho más que lo que escribió, aunque no se atreve a descartar ni a afirmar por completo que algo del clima que allí se generaba pueda estar en este libro.
En lo que a “Papeles del Café Gijón” respecta específicamente, Novo afirma con cierta ironía que “el libro contiene poesía sobre la que se viene escribiendo desde Virgilio hasta la feha, poemas de amor, de vida y de muerte, parafraseando a Horacio Quiroga”. Y cuenta, además, que hay “un apartado, cosas de la vida, breves crónicas, pequeñas almafuertes. Tiene eso, el libro es producto de las lecturas, de las experiencias personales, de lo que vengo escribiendo desde siempre; aunque cada vez más tranquilo y más claro respecto de lo que quiero dejar escrito, sin dejar de apelar a Jorge Luis Borges para explicar lo que todo el mundo que escribe sabe: que se publica para no seguir corrigiendo”.
Parrafo aparte, precisamente, para lo que concierne a la corrección de un texto, obsesión a la que Novo no escapa porque considera que lo escrito “es el testimonio que uno deja, no porque tenga el temor de que alguien diga o piense que eso está limitado porque no hubo mas corrección, sino porque es un ejercicio inevitable que tiene que ver con la escritura y la recreación; muchas veces leyendo una obra de cualquier escritor que uno tiene cerca, cierra el libro, deja de leer y en el acto aparecen y se recrean situaciones, experiencias, imágenes, delirios, magias, alquimias personales a partir de un disparador previo que no es es de uno. Todos somos deudores de todos en ese sentido”.