Ramón Guerrero: «Quiero ser poesía infinitamente»

Ramón Guerrero invita a transitar su universo literario a través de “La fragilidad del silencio”. En este nuevo libro, el poeta riojano captura la esencia del silencio para convertirlo en una fuente de reflexión. Con una voz sólida y un pensamiento maduro, se enfrenta a su propia existencia y a la realidad que lo rodea, trazando un recorrido que va desde sus “memorias líquidas” hasta sus aspiraciones de ser “poesía infinita”.

“Creo que con este poemario he pretendido hacer que el silencio hable. Soy un ferviente amante del silencio y del pensamiento”, afirma Ramón Guerrero a 1591 Cultura+Espectáculos. Hay en su voz el tono de lo reflexivo y en su mirada la certeza de una visión que se solidifica con el paso del tiempo, ubicándolo en un espacio en el que todo ocupa su justo lugar, su justa medida, balanceando incluso hasta el aire que respira.

Ramón Guerrero es un ser poético y así lo expresa. Y lo expresa no sólo en su arte poética, que acaba de dar a luz su más reciente libro “La fragilidad del silencio”, sino también en su andar por la vida. Ramón Guerrero exuda poesía. Inhala y exhala poesía. Se alimenta de la poesía. La hace su punto de partida para cada nuevo día, una manera de ser que lo define ante la mirada del mundo, pero que le marca también un camino de introspección hacia sus inicios, hacia sus memorias líquidas -como gusta llamarlas-, desde donde logra reafirmarse: “Hay pocas cosas que me producen tanta felicidad como sentarme a pensar”, dice. Y así lo hace, con cada nueva palabra que lejos de romper el silencio al que, sin embargo, se atreve a desafiar, lo hace parte de su esencia más profunda. Lo hace parte de lo que es: un Señor Poeta.

“Creo que con este poemario he pretendido hacer que el silencio hable. Soy un ferviente amante del silencio y del pensamiento”.
“Creo que con este poemario he pretendido hacer que el silencio hable. Soy un ferviente amante del silencio y del pensamiento”.

No tengo nada.

Estoy en el poemario

de mi todo,

y no hay sostén

donde encarnar

mi origen.

Ya soy parte

de este polvo,

pero aún

no me advierto

aguardo en la indesandada

orilla azul

de mi retorno.

Me pienso…

Desatado mugrón

en el desierto,

grito sin resonancia

ante las fraguas,

y apenas ruiseñor

entre tus fauces.

Debo fundar

mi estrella glauca,

acercarle a mi semilla

tus terrones

y el llanto

de tu cielo.

Debo fundar mi amén,

la cifra

que me nombre

y el rasgo prófugo

de mi estatura plena.

Debo hidratar

mi tiempo,

instaurar mi sed,

los dones

de mi frente pura,

aquel país deshabitado

y las tragedias

que lastimarán

mis pasos claros,

pero en este iniciar

solo me pienso,

me pienso y…

No tengo nada!

PUNTO DE PARTIDA. En la poesía y en su existencia, Ramón Guerrero trama una historia a través de la cual va dejando una huella de pensamiento que marca su propio camino, pero también el de su entorno, siempre atenta su visión a lo que lo rodea y se le presenta de diferentes formas. “Cuando escribí el libro a mi madre me pasé una tarde entera en el Valle del Bermejo, pensando. Nunca pasé una tarde tan feliz como esa. Pensar, pensar, pensar, hasta que empezó a caer la tarde bien cerrada; de ahí nació ‘Pájaros en tus sombras’. Me producen mucho placer pensar y el silencio; llegué a escuchar al silencio. Por eso digo que en este libro pretendo hacer que el silencio hable y emita su grito. Si lo logré lo dirá quién lo lea. A veces somos demasiado pretenciosos. En este volar con la palabra, con la poesía, uno quiere hasta pintar con arco iris las paredes del averno, porque hasta ahí llega esta locura de escribir, de poemar sobre determinados temas. Pero creo que ese fue el motivo de este libro: poner el silencio en palabras, hacerlo visible, hacerlo audible”.

DECÍS QUE SERÁ EL LECTOR QUIEN DIGA SI LOGRASTE O NO HACER QUE EL SILENCIO HABLE, QUE EMITA SU GRITO, ¿PERO QUÉ SENTÍS VOS INTERNAMENTE? ¿SENTÍS QUE LOGRASTE ESE COMETIDO QUE TE PROPUSISTE?

Creo que sí. Internamente quedé satisfecho con lo que quedó plasmado en esta ‘Fragilidad del silencio’, porque creo que a veces el silencio nos conmina a profundizar, a agudizar el pensamiento, a escuchar ese alarido. Yo lo escuché y te puedo asegurar que es un placer muy grande poder sentir al silencio en soledad, aunque se torna un poco difícil el poder explicar esas emociones, la inspiración…

SABEMOS QUE LA POESÍA EN SÍ ES INEXPLICABLE, PERO TAL VEZ LOS PROCESOS DE LA POESÍA SÍ LO SON, ¿CÓMO TE SIGUE ENCONTRANDO LA POESÍA EN ESOS DIFERENTES PROCESOS, EN ESAS DIFERENTES CIRCUNSTANCIAS, EN DIFERENTES ENTORNOS, EN DIFERENTES MOMENTOS DE TU VIDA?

Creo que el silencio es una de las herramientas más difíciles de agotar en la poética, creo que es una herramienta inspiradora inagotable y creo que en este momento la poesía me encuentra con una solidez que no es la misma que en mis comienzos. Comparo siempre mi primer libro ‘Octubre y nada’, con el más reciente, me evalúo, y creo que ‘La fragilidad del silencio’ me encuentra en un momento de mucha claridad, de mucha solidez. No sé si decir solidez poética, pero si con una personalidad muy sólida. El clima con el que genero no es el mismo que hace 30 años; me encuentro con mucha más claridad en cuanto a las metas por venir, en cuanto a la vida misma, al proceso de la vida en el que uno va acercándose a una etapa en la que sabe que todo esto tiene que terminar, pero tengo la convicción muy íntima de que la poesía me trajo a esta instancia, a este momento de mi vida y creo que es la poesía la que me va a llevar. No me concibo de otra manera que no sea escribiendo; todos los días de mi vida aunque sea una frase escribo, eso inagotable que te viene, que te fluye. La poesía me fluye; es parte de mi naturaleza.

«Creo que me encuentro en una forma diferente, lo noto. Tengo una claridad de todo, de lo que viene, del punto en que estamos…»

ME LLAMA LA ATENCIÓN EL NOMBRE DEL LIBRO, QUE HACE REFERENCIA A LA FRAGILIDAD DEL SILENCIO, PERO AL MISMO TIEMPO EL SILENCIO TIENE UNA ENORME FORTALEZA…

Considero al silencio como un refugio del alma, nos sirve para guarecernos, para camuflar nuestra vulnerabilidad. En mi caso, enfrentar el silencio es como refugiarme, y pienso que si no hubiese tenido esta solidez de pensamiento de la que hablaba, este libro no hubiera llegado. Para cada etapa, para cada trabajo evolutivo de uno tiene que estar la predisposición, el momento justo, exacto, la madurez necesaria. Este libro me encuentra en ese momento de madurez, de solidez, de saber, de estar bien plantado y saber a dónde voy.

SENTÍS QUE ES TU MOMENTO DE DECIR ALGO CON MUCHA PROPIEDAD, ESTANDO BIEN PLANTADO, ¿ES DIFERENTE A LO QUE TE PASABA ANTES? EN DEFINITIVA LA POESÍA ESTUVO SIEMPRE DE DIFERENTES MANERAS PERO ESTUVO…

Sí, creo que me encuentro en una forma diferente, lo noto. Tengo una claridad de todo, de lo que viene, del punto en que estamos…

¿ESO TIENE QUE VER TAMBIÉN CON LO QUE NOS PASA COMO SOCIEDAD, CON LA MIRADA MÁS POLÍTICA SI SE QUIERE? ¿ENTRA TODO ESO DE ALGUNA FORMA, TE MOVILIZA, TE INQUIETA, TE PREOCUPA, TE GENERA TAMBIÉN ESTÁ NECESIDAD DE DECIR?

Y la necesidad de tenerlo claro. En este libro hago un recorrido desde mis huellas prenatales. Hay un poema en el que lo planteo, donde digo que voy a entrar a mi universo de agua, allí donde se originó mi origen, donde esculpí mis huellas prenatales. Es volver a esas memorias líquidas, como hacer un recorrido de todo lo vivido hasta hoy y me encuentro en esta realidad actual, comprometido con el pensamiento, con la realidad que nos toca vivir en este momento, teniendo cada días más claro todo. Por supuesto que hay una preocupación por todo lo que nos pasa, por todo lo que se nos viene y ojalá que sea bueno. Tengo muchos años vividos y te puedo decir que siempre estuve esperando y sigo esperando a que en ese sillón de Rivadavia se siente alguien que gobierne para nosotros, para los laburantes, para los que estamos peleándola todo el día. Soy una persona que vive el día a día y siempre estoy esperando. Si bien siento satisfacción por tener en mi vida lo necesario, puedo decir que hasta esta altura de mi vida no pude decir que tengo lo que me merezco; no pude lograrlo todavía. No me pesa, pero tampoco me alegra porque laburé toda la vida, en mi caso desde los 6 años y llegar a esta edad y no poder disfrutar de ciertas cuestiones…

 

Voy a entrar

a mi universo

de agua, allí,

donde originó

mi origen,

donde esculpí

mis huellas

prenatales

con escalofríos prematuros,

rescatando

líquidas memorias.

Sé que vuelvo

en este tiempo

al camino sideral

de mis latidos,

donde me percibo

propenso a las estrellas,

al poema

y al perfecto amor

que me precede.

Hoy, los vientos

moldean mi rastro

en el barro

de mi azar terreno

donde he de refugiarme

para siempre.

 

HUELLAS. De este tiempo. De aquel tiempo. Huellas de su tiempo terrenal, pero también de su tiempo de vuelo, de su tiempo alado y propenso a las estrellas, en su origen, más allá de toda materialidad. Huellas que van marcando un recorrido, su recorrido, también en tiempos de reconocimiento, de merecimientos poéticos que no busca, pero que lo alcanzan. “Sin pretender vanagloriarme, creo que es algo que se va a ir dando, siento eso muy íntimamente: que en algún momento se va a reconocer, más allá de que uno no haga las cosas para ser reconocido, eso puede llegar o no. Siempre digo que mi perfil anda por los zócalos, pero puede ocurrir que quienes están por encima y se sienten con el derecho de decir ‘este sí, este no’, por ahí miran hacia abajo y pueden encontrarnos. Creo que hay un reconocimiento esperándome por ahí, en algún recodo; creo que viene ese momento”.

EN ESTE LUGAR EN PARTICULAR, Y HABLANDO TAMBIÉN DE TUS ORÍGENES Y LOS PUNTOS DE PARTIDA, ¿CUÁLES SENTÍS QUE SIGUEN SIENDO JUSTAMENTE TUS PUNTOS DE PARTIDA, DESPUÉS DE HABER HECHO TODO UN AMPLIO RECORRIDO?

El no quedarme. Creo que cada día es un punto de partida; cada día, cada situación nos pone en un punto de partida. En definitiva me pienso, me pienso y me pienso y no tengo nada. Cada día despertamos y es un punto de partida. Considero que no debamos quedarnos en el primer libro; este es el décimo. Si me hubiera quedado con el pensamiento en el primer libro, me hubiera quedado con ‘Octubre y nada’ y ahí estaría. Creo que hace mucho a la mentalidad evolutiva, de querer evolucionar. Lo dijo una vez un gran poeta nuestro, que es David Gatica, en una presentación de libro: ‘Ramón es al revés de los poetas que uno conoce, que comienzan con una gran obra y luego eso va decayendo; Ramón ha ido peldaño por peldaño, evolucionando y entregándonos siempre un poco más’. Esas cosas me llenan el alma porque desde ‘Octubre y nada’, andando con ese librito debajo del brazo, a de pronto sentarte junto a los grandes referentes de nuestra poesía como Gatica, Tere Flores, Lucía Carmona, verme dialogando con esa gente, me hace tomar consciencia de lo bueno que es que eso pase. Cada día es un punto de partida.

Referentes de nuestra cultura: Virginia Hansen, Ramón Guerrero y Héctor David Gatica.
Referentes de nuestra cultura: Virginia Hansen, Ramón Guerrero y Héctor David Gatica.

ME QUEDÉ PENSANDO EN “OCTUBRE Y NADA” AL QUE HICISTE MENCIÓN, Y LA NADA DE CADA DÍA QUE ES UN PUNTO DE PARTIDA, ¿HACIA DÓNDE PENSÁS O TE GUSTARÍA QUE CONTINÚE TU CAMINO ENTONCES?

Quiero ser poesía infinitamente, hasta el día en que tenga que entregarme al bostezo de tierra; hasta ese momento quiero que sea un momento poético. Siempre digo a mis más cercanos que el día de mi retorno quiero escuchar poesía; aunque crean que no la escucho, yo la voy a estar escuchando. No tengo un punto al que llegar, quiero ser poesía infinita. Ojalá un día pueda mirar la huella que voy dejando y decirme a mi mismo: ‘te felicito, es lindo lo que queda, es bonito’.

SE TE SIENTE SÓLIDO, ESTÁS CONTENTO CON VOS MISMO, CUANDO TE LEVANTÁS Y TE MIRÁS AL ESPEJO, ¿QUÉ VES, QUÉ TE DECÍS?

‘¡Te encontré!’. Me encontré y me lo digo. No soy de mirarme mucho en los espejos, a veces es obligatorio, pero nunca me detuve en esa imagen. Pero últimamente creo que sí, que me encontré y me lo digo. Me he reprochado muchas cosas en mi vida, me prejuzgué, me reproché, me decía: ‘buscá tu camino’, pero creo que a esta altura de mi vida lo encontré y coincido conmigo mismo; coincidimos.

TE GUSTA LO QUE ENCONTRASTE…

Sí, y juro que volvería a vivir todo igual. (David) Gatica siempre me dice que tengo que escribir sobre mi vida y creo que es un pendiente el escribir mi proceso terreno, a pesar que pueden haber cosas como el tener 6 años y estar en una casa limpiando infantilmente un jardín, haciendo un mandado… a pesar de todo eso volvería a vivir todo igual. Con mi misma madre, mi mismo padre, mi mismo hermano…

TE RECONCILIASTE CON ESA PARTE DE TU VIDA…

Si, es como que pude lavar todo eso…

Estoy reconstruyéndome,

una vez más.

Después del

gran derrumbe

uno mis pedazos,

desechos de aquel muro

derruido

por esperas vacías

y afrentas dolorosas.

Busco refundar

mi esencia,

algún don

que nuevamente

me habite,

palabras nuevas

que encuentren

mi poema

y aquella melodía azul

que poblaba mi tristeza.

Pero busco,

y busco,

y busco,

en los almarios

de este siglo

un pequeño fragmento

de mi alma astillada…

Y no puedo encontrarla,

todavía.

RECONSTRUCCIÓN. “La poesía es sanadora, nos sana, nos libera, nos salva. Hay una poesía en la que justamente digo: ‘sálvame poesía’. Necesito las palabras para decir la vida, para decir los instantes, la soledad, la belleza que podemos encontrar. La poesía te salva, te libera, te sana, por eso quiero eso, quiero exudar poesía”, sentencia Ramón Guerrero. La poesía es su esencia vital. Pero es también sus cuatro puntos cardinales de reconstrucción. Y de todos esos puntos cardinales, el norte al que siempre vuelve como intersección de encuentro con su existencia líquida, con su punto de partida, con la primera huella de sus huellas.

¿QUÉ TE GUSTARÍA QUE PASE CON “LA FRAGILIDAD DEL SILENCIO”?

Me gustaría que la gente pueda oír el silencio, oír sus silencios. Que quien lo lea pueda encontrar un punto de reflexión, porque hay mucho para reflexionar en esta fragilidad, desde el momento mismo en que somos concebidos, en esas memorias líquidas de las que hablo, hasta la posibilidad de retornar desde donde venimos. Hasta esa posibilidad se puede dar en esta fragilidad del silencio. Enfrento al silencio en el poema y le digo ‘te interpelo silencio, no podrás con mi destino lenguaraz y no hay trono para vos en mi vida porque mi destino es la palabra, pero bienvenido seas’. Creo que hay que amigarse con el silencio y me gustaría que eso pase con este libro: que la gente pueda tener momentos de silencio y puntos de reflexión. Reflexionar, considerar, pensar. El pensamiento es una comida diaria para mí, cuando no puedo hacerlo estoy inquieto, no estoy en mi eje, necesito pensar.

ES FUERTE ESTO DE OIR EL SILENCIO Y TU MENSAJE, PORQUE ESTAMOS EN UN CONTEXTO EN EL QUE EL RUIDO NOS HA TOMADO, ESE RUIDO CONSTANTE QUE HACE DIFÍCIL PODER ESCUCHARNOS, ENTENDERNOS, ALCANZAR ALGÚN PUNTO DE ACUERDO, ¿SENTÍS QUE EL SILENCIO PUEDE SER UNA HERRAMIENTA Y HASTA UNA NECESIDAD?

Hay que abstraerse de tanto ruido, de tanta cosa, porque esto termina por fagocitarte; te lastima y te termina acabando. No hay que entrar en eso. Tenemos que tener momentos de silenciar todo eso y está en uno hacerse un tiempo para encontrarse con el silencio y no dejarse llevar por el día a día, por la vorágine, por las bombas de noticias. Hay que estar bien plantado, con los pies en la tierra. Tenemos que darnos momentos para amigarnos con el silencio, porque el silencio invita al pensamiento, a la profundidad. El silencio, a través del pensamiento, te enseña a salir de toda esa locura.

Búscame poesía

yo estaré

donde me quieras.

No soy sin ti

desde aquel día

que te entregué

mis venas

vacías de palabras

y mi luna quebrada

en su menguante

Estoy aquí,

como border

pendiendo entre abismos

cruzando límites muertos

donde mis pies

se tornan obsoletos.

Poesía,

rescátame de la

demencia humana,

abre el duelo

de las sombras

y llévame a tu luz.

En este lapso gris

de agonías

recuesto mis exilios

en tu orilla,

lejos del almaje fariseo

que domina los instintos.

Siembra tus alas

en mis hombros,

quiero ser vuelo y palabra

en los dominios sagrados

de tu luz inagotable.

NO PUEDO DEJAR DE PREGUNTARTE POR LAS OTRAS FACETAS QUE TE ACOMPAÑAN AL MARGEN DE TU TRABAJO CON LA POESÍA. HACÉS UN TRABAJO TAMBIÉN HACIA AFUERA, TANTO EN LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES (SADE) COMO EN EL PROGRAMA DE RADIO, ¿QUÉ SIGNIFICADO TIENEN ESOS ESPACIOS EN TU VIDA?

Son muy importantes. Los compromisos que asumo los asumo con total responsabilidad. Con SADE llegó la posibilidad de estar al frente, de ser la cara visible. Hay una comisión, pero siempre en toda comisión hay alguien que preside eso. Yo no soy de cargos y de esas cuestiones, creo en el esfuerzo conjunto, pero al trabajo en la SADE lo tomé con mucha responsabilidad, con mucha seriedad, teniendo muy en claro lo qué es la SADE y hacia dónde queremos ir para posicionar esas siglas en La Rioja. Creo que hemos hecho cosas importantes, hemos dado pasos firmes, al punto de que el año pasado ya editamos una antología. Se logró eso y otras cosas en el tiempo en que estamos tratando de desempolvar esas siglas, que sé que polvillo ya no tienen. Se logra con el esfuerzo de todos, con personas que están dispuestas, que tienen ganas de hacer, y con la tutoría de David Gatica, que nos lleva por el buen camino. Respecto del programa de radio puedo decir que es, entre comillas, “un juguetito” maravilloso que encontré, otro hallazgo. No soy locutor, no soy periodista, somos charladores de café ocupando un estudio de radio en el que decimos cosas. Me produce mucho bienestar eso, me gusta, le encontré el sabor a la radio y es algo que se ha tornado necesario en mi vida. Lo hago con mucho cariño, con mucha responsabilidad. Ya estamos en la tercera temporada de Café con SADE y ya hemos entrevistado a cerca de 80 personalidades de nuestro medio, revalorizando lo nuestro. Me produce mucha satisfacción eso, dar a conocer lo que tiene La Rioja. Creo que ese es el motivo, el eje principal del programa, dar a conocer a nuestra gente.

PRIMERA PERSONA

SOY UN SER PENSANTE, UN SER QUE SE HA SABIDO MANEJAR EN EL SILENCIO Y QUE HA HECHO DEL SILENCIO UN MODO DE VIDA; QUE HA LOGRADO QUE EL SILENCIO NO LE PESE, SINO TODO LO CONTRARIO. CREO QUE SOY UN SER PENSANTE, CON MUCHA PROFUNDIDAD, CON MUCHA HONESTIDAD, CON GANAS DE SEGUIR HACIENDO COSAS. UN SER INCANSABLE PARA EL TRABAJO. YA VA A LLEGAR EL MOMENTO PARA DESCANSAR ETERNAMENTE, AHORA HAGAMOS COSAS, TRABAJEMOS, DEMOS, HAGAMOS. CREO QUE SOY UN SER ÚTIL. A ESTA ALTURA DE LA VIDA ME ANIMO A DECIRLO, SIN CAER EN LA SOBERBIA. CREO QUE SOY UN SER ÚTIL Y ME SIENTO BIEN CON ESO.

SOBRE RAMÓN GUERRERO

POETA, ESCRITOR RIOJANO. GANADOR DE DIVERSOS PREMIOS PROVINCIALES, NACIONALES E INTERNACIONALES. PARTICIPÓ DE ANTOLOGÍAS NACIONALES. DISTINGUIDO POR EL CONCEJO DELIBERANTE DE LA RIOJA COMO CIUDADANO DESTACADO CON LA DISTINCIÓN CIUDAD DE LOS AZAHARES 2023. PUBLICÓ: OCTUBRE Y NADA, VIGÍAS DEL PÁRAMO, DETRÁS DE AQUELLA TARDE, PÁJAROS EN TUS SOMBRAS, ENTRE EL GÉNESIS Y EL VERBO, EXHUMACIÓN DE LA SED, UMBRALES DE FUEGO, UN DÍA DESPUÉS Y LA FRAGILIDAD DEL SILENCIO. ES PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES (SADE) FILIAL ARIEL FERRARO.

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