Nacida y criada en Rosario, Mavi Leone es una de las voces privilegiadas que hoy representa a aquella prolífica ciudad que vio nacer a inmensos referentes de la música nacional que, además, supieron proyectarse no solo en nuestro territorio, sino también a nivel internacional, donde inscribieron su nombre en el imaginario popular. En ese camino, continúa con la presentación de su más reciente trabajo, «Refugio», un disco en el que las canciones toman el protagonismo a partir de una concepción de la música como un espacio para narrar las historias de la vida cotidiana (las propias y la de los otros), al mismo tiempo que la ratificación de su búsqueda inclaudicable con la música.
Desde muy pequeña, cuando tomó por primera vez una guitarra, hasta hoy, habiendo pasado por la decisión de iniciar una carrera solista que hoy la lleva por diferentes escenarios de Capital Federal, Mavi Leone lleva consigo los sueños repletos de melodías y la marca registrada de una voz que recoge aplausos y elogios por igual, a lo largo y ancho de cada una de sus producciones discográficas: «No pensar», «Abrazar tu corazón», «Tesoro» y «Refugio».
«Uno saca el disco y hay que tocar mucho para que la gente lo escuche, sobre todo acá en Buenos Aires», explica la cantante a 1591 Cultura+Espectáculos, abriendo así un tiempo para hablar sobre su presente musical, pero también en relación al recorrido que hoy la trajo hasta acá, pandemia mediante. «Vivo en Buenos Aires, donde vine antes de la pandemia y ya grabé «Tesoro», que fue el disco anterior. Durante la pandemia trabajé en ‘Refugio’ y ahora hay que salir a tocar, hay que moverlo. Buenos Aires es tan grande; no es solo Capital, también hay que tocar en provincia».
¿TE PREPARÁS DE MANERA DIFERENTE, ESPECIAL PARA TOCAR EN BUENOS AIRES?
Lo peor para mí es pensar en qué me pongo (risas); hay que tratar de ir profesionalizando cada vez más y todo influye. Pero me preparo para cualquier show, en el lugar que sea, de la misma manera.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA VOS EL VIVO EN SÍ MISMO, QUÉ TE GENERA EL CONTACTO CON EL PÚBLICO?
Es lo más lindo; uno escribe las canciones pensando en el día que las toque en vivo. Eso influye en la composición, porque pensás en el vivo, pensás también en qué tema puede sonar en la radio. Entonces podés componer así, relajadamente y que fluya y que venga lo que venga, o un poco más pensando en el después y decir: ‘bueno, para que suene en la radio tiene que tener algo pegadizo, un estribillo que quede en la cabeza, que por ahí sea un poco más arriba’. Igualmente, después puede pasar todo lo contrario: hacés el tema para la radio, que lo pasan, pero te dicen: ‘qué bueno que está este otro tema’, que es un tema lento, con guitarra y cuerdas, y nada más, y vos decís: ‘el que menos pensé es el que después más le gusta a la gente’. Eso pasa siempre.
PERO ESTÁ BUENO ESO DE QUE TE SORPRENDA A VOS MISMA TU TRABAJO…
Si, está bueno porque siempre es como una sorpresa el resultado final. Es como cuando vas a adoptar un perro y no sabés si va a ser del tamaño de un caniche o un caballo (risas); así pasa con las canciones.
ME DECÍAS QUE «REFUGIO» ES UN DISCO QUE LO TRABAJASTE DURANTE LA PANDEMIA, ¿CÓMO TE ATRAVESÓ EN PARTICULAR ESA ETAPA, ESPECIALMENTE EN LO CREATIVO?
Mucha gente decía: ‘yo aproveché la pandemia para sacar afuera’; yo cero, todo lo contrario, no me inspiró para nada. Pero suelo manejarme así: tengo una época que cero conexión y de repente se activa algo y es como que te inspirás, y de repente empiezan a salir las canciones. En ese tiempo me contacté con Juan Blas Caballero que es un productor muy importante, ganador de Grammys y que trabaja con los más grandes, como la Sole (Pastorutti), y él tiene un pequeño sello, entonces surgió la posibilidad de que él me edite el disco. Y claro, yo me dije: ‘esta posibilidad no me la puedo perder’, pero no tenía el disco, entonces dije: ‘bueno, basta, tengo que empezar a componer’, y ahí arranqué. Y cuando trabajo así, bajo presión, parece que me sale mejor. Cuando sabés que tenés un tiempo, una persona del otro lado que está esperando y que te va a dar una devolución, querés hacer lo mejor posible. Todos los días me levantaba y me sentaba a componer, y así salió ‘Refugio’.
¿PUDISTE EXTERIORIZAR? EN TUS CANCIONES HAY SIEMPRE ALGUNA HISTORIA DETRÁS…
Si, porque yo pienso que más allá de lo que me pasaba a mí, era como estar contrariado todo el tiempo; pasó eso con la pandemia, que era todo muy raro. Pero también siempre pienso en que cuando a la canción la escuche alguien, esa persona se sienta identificada. Para mí es eso: ahí está el secreto para lograr un hit o un éxito. La gente tiene que hacer la canción propia, entonces siempre estoy pensando en eso, en una historia, una historia de amor y después otra historia en la que pase algo diferente. Me pasó que me dijeron que no encontraban las palabras y que mi canción entró justo para lo que esa persona sentía. Eso es lo mejor.
SIN EMBARGO, LA PRIMERA IDENTIFICACIÓN ES CON VOS MISMA, ¿O NO NECESARIAMENTE DEBE SER ASÍ?
No necesariamente, porque a veces escribís sobre cosas que vos ves en otros; porque a veces decís: ‘bueno, no sé, ya no quiero hablar de mí’, y entonces empezás a mirar un poco para afuera, pero igual obviamente que si todo sale de esta cabeza, algo mío hay. Capaz que a veces yo hablo de mí y quiero pensar que no. No sé, es como que no hay fórmulas, depende del estado de ánimo de cada uno.
EN «REFUGIO» SE VE QUE LAS CANCIONES ESTÁN ATRAVESADAS POR DIFERENTES CLIMAS, DIFERENTES TEMÁTICAS, ¿DÓNDE LO UBICARÍAS RESPECTO DE TUS TRABAJOS ANTERIORES Y QUÉ INFLUENCIAS RECONOCÉS QUE FUERON ENTRANDO?
Siempre trato que el disco nuevo sea mejor que el anterior, lo cual es re difícil, porque uno se maneja dentro del mismo género y tampoco se puede pretender inventar la pólvora, porque como dice Charly: ‘la música ya está toda inventada’. No vas a hacer algo nuevo; en todo caso podés hacer algo un poco diferente a lo que hizo el otro. Y con respecto a lo que me preguntabas de las influencias, hay un tema que se llama ‘Frente a frente’… un día escuchaba un tema que sacó ‘Cruzando el charco’ con Coty y que empieza con un piano re tranqui, y dije: ‘qué lindo, me gustó esa canción y me gustaría hacer algo por ese lado’. Lo empecé a pensar de esa manera y después nada que ver, pero inicialmente me sirvió esa idea que escuché de otro, y yo pienso que todo el mundo compone así. Toda la música que escuchaste te influye y te queda dando vueltas en la cabeza, y siempre algo de eso sale en lo tuyo.
LEÍ QUE EXPRESASTE QUE EN ESTE DISCO VOS NOTÁS UN CLARO CRECIMIENTO ARTÍSTICO EN CUANTO A LA COMPOSICIÓN Y LA PRODUCCIÓN, ¿HAY CUESTIONES PUNTUALES EN LAS QUE NOTES ESE CAMBIO?
En mi primer disco dije: ‘yo quiero ser solista’; antes tocaba en bandas. Empecé a componer las canciones sin esperar nada, o sin querer lograr nada más que hacer canciones. La verdad es que la composición hoy es mejor porque está más estructurada; tenés que tener un estribillo, que algo quede en la cabeza del otro, y más teniendo la presión de un productor que trabaja con artistas que están en primera línea; no podes mandar cualquier cosa, tiene que ser algo que realmente lo trabajaste. Y después, en la producción, el cómo haces para que no suene igual que el disco anterior. Son un montón de cosas las que tenés que tener en cuenta: las letras, lo que decía de tratar que el otro se sienta identificado; si en el disco anterior no usamos vientos, bueno, a ver si en este ponemos vientos. Desde ese lado siempre vas buscando crecer un poco, aunque en realidad más que crecer es hacer algo diferente, tratar de poder darle a la gente algo nuevo.
HICISTE REFERENCIA A TU DECISIÓN DE ARRANCAR COMO SOLISTA Y EN ESE SENTIDO QUERÍA PREGUNTARTE: ¿QUÉ SENSACIONES RECORDÁS DE AQUEL MOMENTO QUE HOY TODAVÍA TE ACOMPAÑAN DE ALGUNA FORMA?
Es como que por un lado lo hago responsablemente, a consciencia, y por otro lado es: ‘yo lo único que quiero es que llegue el momento de estar en el escenario tocando’, y entonces eso es lo que me incentiva a escribir. A veces no te sale nada, o te salen cosas que no te gustan, que no están buenas y entonces te lleva más tiempo terminar una canción, pero cuando te acordás de que gracias a eso después vas a estar en un escenario, es como que también tiene esa parte de juego, y que inclusive desde cuando era chica soñaba con tocar en vivo. Trato de juntar el trabajo y la responsabilidad con el sueño del pibe de decir: ‘las luces, la banda sonando’, es una sensación que no se puede explicar.
¿Y A DÓNDE TE GUSTARÍA LLEGAR? HABLANDO DE ESTE TERRENO DE LA IMAGINACIÓN, ¿EN QUÉ ESCENARIOS TE GUSTARÍA TOCAR?
Yo siempre, desde chica, dije que mi objetivo principal es llenar River. Hay músicos a los que les gustan los escenarios chicos porque les gusta estar cerca del público, pero yo veo un show de Coldplay y eso a mi me vuela la cabeza; imagínate lo que es tener 40 mil personas cantando el tema que vos hiciste en la cocina de tu casa. Eso para mí es lo máximo, y también me gustaría que mi música suene en otros países, en Europa, poder decir llegué un poquito más lejos. No sé si voy a poder cumplir eso, pero si no lo pienso así, me pregunto: ‘¿para qué?’
YENDO UN POQUITO PARA ATRÁS, O CAMBIANDO UN POCO EL EJE DE LA PREGUNTA RESPECTO DE LO QUE ME ESTÁS DICIENDO, CUANDO TENÍAS 8 AÑOS Y AGARRASTE TU PRIMERA GUITARRA, ¿FANTASEABAS CON ESTE PRESENTE?
No. Yo no pienso en el camino, pienso en el final. Después, cuando lo empezás a hacer realidad, te das cuenta que tenés que aprender a disfrutar también el camino si uno quiere llegar a algo. A veces parece que decís: ‘esto no va a pasar nunca’, entonces estoy aprendiendo a disfrutar. Las notas también son parte, pensar en un vestuario es parte, lo que no me gusta hacer digo: ‘bueno, esto lo tengo que hacer porque es parte de mi trabajo’, y además es lo que me va a llevar cada día un pasito más a eso que yo quiero conseguir. Es un poco como soñar y un poco tomar consciencia.