«Soy mi propia industria»

La Coneja China es -aunque no le gustan los rótulos- una de las más exitosas empresarias de la moda en Instagram. Con sus remeras ha logrado llegar a grandes personajes de la cultura popular argentina desde actores, músicos, humoristas y políticos. Pero además, su experiencia de vida la trajo hasta La Rioja, donde fue una de las grandes protagonistas de «Usina de Industrias 2022», evento organizado por la provincia con el objetivo de promocionar a las industrias locales.

Fue una de las máximas atracciones con las que contó Usina de Industrias La Rioja 2022, el evento que organizó la provincia con el objetivo de promocionar las industrias locales y los saberes alrededor de las mismas, tanto en nuestro territorio como en la región. Es, además, una especie de fenómeno que se valió de internet y de las redes para explotar y expandirse, aunque sin dejar de lado lo genuino de su personalidad, eso que le permite mostrarse tal y como es, sin filtros. La historia cuenta que Ana, más conocida como La Coneja China comenzó revendiendo ropa de los mayoristas de la calle Avellaneda, en Flores y, como parte de una campaña publicitaria «en joda», lanzó la primera serie de remeras con frases. La primera que la pegó fue la que rezaba «si la envidia mata, que en paz descanses gata».

Tiempo más tarde, y como quien no quiere la cosa, el mundo de La Coneja China se expandió y se introdujo con la misma naturalidad en el universo de las fiestas. «Me vinieron como 20 mil pesos de gas en el 2018 y con las remeras no llegaba. Entonces tuve que salir adelante. Ya había pasado música en fiestas, con amigos. A mí me gusta la cumbia y armamos una fiesta con amigos y después me fueron llamando», cuenta una y otra vez. Y agrega: «soy mi propia industria». Con más de 300 mil seguidores en Instragram, es considerada una influencer. Sin embargo, La Coneja China le escapa a los rótulo, a los estereotipos y a las restricciones. Y desde ese lugar, deja a 1591 Cultura+Espectáculos, su particular manera de ver el mundo. Sin escapar a la realidad, pero anteponiéndole un sano optimismo que, entre otras cosas, la llevó a convertirse en «una empresaria exitosa de la moda y de la joda».

«Me escribieron en mayo, hace un montón, y me contaron de qué trataba, y me preguntaron si quería venir. Me gustaba la idea de que no fuera un boliche; me convoca ese otro lado más intelectual», asegura La Coneja China cuando se le pregunta por su desembarco en La Rioja, hasta donde trajo ese furor que las redes muestra por ella y por su actividad como musicalizadora y empresaria textil. Pero no se queda allí, y agrega: «Me gusta esta convocatoria porque siento que es muy importante hacer este tipo de cosas para motivar a la gente; la gente necesita motivación. La gente te ve entrenando por Instagram y va a entrenar; la gente te ve comiendo sano y come sano. Cuando vos ves que el otro lo puede hacer, lo hacés. Me parece que eso es clave y eso también me gustó: no venir al reviente. Yo siento un poco que la generaciones que vienen, vienen mucho más achanchadas, porque no tuvieron que sufrir como sufrieron nuestros padres. Entonces siento que todo esto está bueno para motivar a los pibes, y a los pibes no tan pibes».

¿QUÉ SENTÍS QUE PODÉS APORTAR DESDE TU EXPERIENCIA EN USINA DE INDUSTRIAS?

Que soy mi propia industria y que no hay que dejar de buscar. Yo empecé laburando en un restaurante, después trabaje en una oficina, después empecé a vender ropa en Avellaneda. Me mudé de Recoleta a Caballito y un día, para Navidad, fui a Flores. Conocí Flores y vi los precios y subí a Twitter una foto y dije: ‘chicos miren lo que existe’, y una amiga me dijo ‘por qué no te ponés a vender ropa’. Me separé del papá de mi hija y tenía que generar un poco más de plata, entonces dije: ‘voy a hacer una campaña para vender ropa con unos stikers, con unas frases’ y alguien me dijo: ‘por qué no hacés remeras’ y así arranque. Vendí un montón, todo fantástico, pero me vino una cuenta de gas infinita y ahí empecé con lo de las fiestas, en 2018. Yo no me considero una curadora musical; me pasa que a mí me gusta que la gente cuando está ahí lo pase bien y me imagino que le pediría al DJ si estuviese del otro lado, cómo sería mi fiesta ideal, por eso yo no tengo un set armado.

PODRÍA DECIRSE QUE ESA ES UN POCO TU FORMA DE LLEGAR A LAS COSAS, QUE NO TE PROGRAMÁS…

Es que también mi realidad fue muy distinta. Yo fui madre a los 18, entonces como que todos esos trabajos hostiles que había me demandaban mucha energía vital. Cuando formas parte del sistema, es como que la energía vital queda agotada.

NO ENCAJÁS EN EL SISTEMA…

No, no encajo y estoy orgullosísima de darme cuenta que no encajo en el sistema. Me siento un poco más despierta en ciertos aspectos, cuestión que no tiene que ver con que sea mejor o peor que otra persona. En todo caso para mi es mucho más hostil darme cuenta de lo que es el sistema y lo víctimas que somos todos del sistema. Hace poco leí un libro que se llama ‘Los Guachos’, que es una corriente chamánica y que dice que los guachos son los que nunca se sienten parte del lugar en el que están, y a mí me pasa eso desde chica, cuando iba al colegio, hacía un montón de cosas que me hacían hacer mis viejos y que no tenían nada que ver conmigo y empecé a trabajar a los 16 años.

EN ESE SENTIDO, ¿CAMBIARÍAS ALGO SU PUDIERAS VOLVER EL TIEMPO ATRÁS?

Trataría de ser más consciente a la hora de vincularme desde un montón de lugares; no solamente desde un lugar sexo-afectivo, sino también en un lugar laboral y amistoso. Solamente para ahorrar energía. En eso me hubiese gustado, quizás, estar un poco más pilla, en ver desde qué lugar, o qué necesidad estás cubriendo a la hora de vincularte. Era obvio que yo necesitaba un hogar, una estructura, pero siempre la buscaba en los lugares equivocados.

¿Y CÓMO JUEGAN LAS REDES EN FUNCIÓN DE ESO? ¿CÓMO TE MOVÉS EN ESE CONTEXTO?

Eso es como todo en la vida, porque al final cuándo sabés realmente cómo es el otro. A mi las redes la verdad que me ayudaron un montón, me acercaron a gente muy increíble que me hizo muy bien desde un montón de lugares, y siempre las tomé como una herramienta. Abrís los ojos y abrís Instagram, pero para mí fueron siempre una herramienta. Me choca mucho ver este reflejo de la sociedad en las redes, de odio, eso me preocupa un montón, pero no me preocupa desde sentirme yo víctima de algo porque puede no gustarte lo que hago y no me importa. Pero si me preocupa mucho la energía que gasta la gente odiando, enojándose con algo que no tiene que ver con ellos, odiando a alguien que ni te registra. Eso es para mí lo más loco. Hay un montón de gente que me odia y yo no sé que existen. No hay lógica en su pensar; no podés odiar a alguien que no conocés, no podés odiar a alguien por su trabajo o por sus ideales. Podés elegir no compartir y elegir caminar por otro camino, pero gastar energía en odiar, no.

Y CÓMO TE LLEVÁS CON LOS RÓTULOS? ¿QUÉ TE GENERA QUE TE CALIFIQUEN COMO INFLUENCER?

Ya me entregué. Los mejores soldados de los guachos eran modelos y gente pública, entonces no me importan los rótulos. Soy lo que quieras: querés decirme influencer, soy Influencer, querés decirme DJ, soy DJ, querés decirme empresaria exitosa de la moda, soy empresaria exitosa de la moda. Hay mucha proyección también del otro sobre uno mismo.

HICISTE MENCIÓN A ESTO DE EMPRESARIA EXITOSA Y DE ALGUNA MANERA, HAY COMO UNA NECESIDAD DE UBICARTE EN ALGÚN LUGAR

Eso empecé haciéndolo con lo de la ropa. Abrí mi Instagram y puse ‘empresaria exitosa de la moda’, pero siempre todo desde el humor. Me divertía eso. Entiendo que es más fácil también rotular a alguien.

¿Y SI TUVIERAS QUE ROTULARTE, COMO TE ROTULARÍAS?

Madre, mujer y argentina. Un todo. Una ensalada de frutas con chorizo. Porque me gusta eso también. Que crean que soy Influencer total; después me voy a mi cuarto y soy Ana, no soy más La Coneja.


CÓMO TE LLEVÁS CON ESO DE QUE NO TE CONOZCAN POR TU NOMBRE?

Me encanta que no me conozcan por mi nombre, porque no quiero darle publicidad a mi apellido. Me gusta que soy La Coneja, me divierte. Yo nunca quise que en las redes se supiera tanto quién era. Pero creo que lo que le gusta a la gente de mi marca es que hay alguien atrás. Es impresionante los clicks que tienen las fotos, si hay alguien. Pero que digan lo que quieran. Puedo ser todo. Lo importante es como se siente uno con uno mismo.

¿Y CÓMO TE SENTÍS CON VOS?

En descubrimiento permanente. Agradezco haberme dado cuenta de un montón de cosas y que también es un camino difícil de andar el de despertar y el darse cuenta y el enfrentarse, pero gracias a Dios tengo como distintos grupos de amigos con los que me puedo encontrar en ese lugar, desde un lugar más profundo, entonces trabajo mucho para mí misma: estudio, leo, trato de ver cosas interesantes. Me cansé un poco también de nuestros ídolos y de toda la gente que haya hecho historia; entiendo también que es el camino del héroe, pero estoy contenta de haber tenido la suerte de encontrarme con este camino de despertar.

¿PERO ES CUESTIÓN DE SUERTE O HAY ALGO MÁS?

Yo creo que es el destino.

¿CREÉS EN EL DESTINO?

A este libro que te digo yo, ‘Los guachos’, llegué como por distintos lugares. Siempre se me vuelve a presentar. Entonces aprendés de cincronocidad y de unas conexiones que van mucho más allá de lo mundano, de lo normal a lo que estamos acostumbrados, y decís: ‘puede ser que esto era lo que a mí me tocaba’, pero me gusta mucho también por mis hijos esto de poder ver las cosas desde otros lugares; no es todo lo que vemos en la tele.

A PROPÓSITO DE TUS HIJOS, ¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE SENTÍS QUE TENÉS QUE DARLES?

Que sean ellos mismos y algo que yo aprendí en tercer o cuarto grado: que sus derechos terminan donde empiezan los derechos del otro. Eso a mi me quedó marcado. Tener la posibilidad de elegir, el sentirte mejor o estar mejor me parece que es una suerte y no hay forma que no pueda alegrarte. Entonces yo creo que mi mensaje es que hay que escucharse mucho y que ahorren energía.

¿CÓMO TE LLEVÁS CON LO POLÍTICO? PARECE QUE TODO EL TIEMPO ESTAMOS VIVIENDO EN UNA VORÁGINE…

Es un mundo de mierda…

¿PRESTÁS ATENCIÓN A TODAS ESAS CUESTIONES QUE NOS OCURREN POLÍTICA Y SOCIALMENTE HABLANDO? ¿LA GRIETA, LA ECONOMÍA, LA INFLACIÓN?

Es un Truman Show del que estamos pagando nosotros la producción; al cachet a Jim Carrey se lo estamos pagando nosotros. Todos responden a cosas mucho más grandes de las que nosotros no estamos ni siquiera enterados. No obstante, agradezco haberme encontrado con el peronismo y que haya un movimiento que se rige por el amor al otro; que el amor vence al odio y que la patria es el otro es lo más lindo que se puede aprender. En el peronismo encontré un abrazo y se me consideró una compañera, y se me agradeció cada cosa que hice desde mi lugar, desde lo que pude. Que la gente pueda militar es hermoso.


¿CÓMO ESTÁS VIENDO A LA MUJER EN ESTE CONTEXTO DE LUCHA CASI PERMANENTE?

Me gustaría que fuéramos un poco más al encuentro con nosotras mismas. Me parece que el camino es más hacia adentro y encontrarse con estas potencias. Me parece que la lucha no hay que soltarla no hay que aflojar, pero como tiene que luchar cada ser humano por la verdad y por la igualdad. Hay que focalizarnos un poco en ir hacia adentro y no tanto lo externo; estar muy conectada con una misma.

PERO VIVIMOS EN UN RUIDO CASI CONSTANTE, ES MUY DIFÍCIL ENTRAR EN UNO MISMO….

Tenemos muy normalizada la crítica, la maldad, el estar viendo lo que hace el otro. ¿Qué me importa a mí lo que hace el otro si no puedo conmigo misma?. Me parece que el camino es ese: hacé lo que quieras. Siento que la lucha de la mujer debe ser igual; la aparición del feminismo cambió el mundo, pero al margen de la mujer en sí, un montón de disidencias también pudieron cobrar un lugar que es muy importante. Vivimos en un mundo que no entiendo muy bien cuáles son las cosas que se valoran o que se examinan, por ejemplo, a la hora de trabajar.

SIGNIFICA QUE DE ALGUNA MANERA SE PUEDE VISUALIZAR ALGÚN CAMBIO EN ESE SENTIDO…

Mientras sigan muriéndose de hambre los chicos en el mundo no hay feminismo que alcance. Hay que ir a rescatar a los niños también, a los niños rotos. Detrás de las personas más malas hay niños rotos y la falta de amor es nuestro verdadero problema.

¿HACIA DÓNDE TE VES YENDO, SI ES QUE TE VES YENDO HACIA ALGÚN LUGAR?

Me gustaría volver a la gastronomía. No sé si en Buenos Aires pero me gustaría volver un poco la gastronomía, tener un lugar, atender: a mí me gusta mucho el contacto con la gente.Me gustaría que sea un lugar al que la gente vaya y se sienta cómoda, tener un lugar así. Pero mientras tanto vamos viendo, porque la vida viene y te pega un cachetazo. Así que, que sea lo que tenga que ser. De todas formas, sé que voy a tener que laburar toda la vida.

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