«Vuelvo a lo único en lo que creo, que es el amor»

En tiempos de inteligencia artificial, María del Pilar Carabús expone toda su inteligencia emocional en “Roma incendiada de verbos”, su segundo libro. En sus distintas dimensiones, una mirada aguda y profunda sobre el mundo que la rodea y que, a partir de su propia reinvención hacia un afuera colectivo que cae en el abismo y al que intenta rescatar, viene a romper con los paradigmas de lo determinado.

LA CONSIGNA ES SER FELIZ COMO DICTAMEN PREDICTATORIAL

DICE SER LO INACABADO —EVOLUCIÓN DE MASAS ALTERADAS— LA CAUSA MISMA DE UNA INDELEBLE LÍNEA ESTEREOTIPADA

CONJUNTAMENTE LA ESTUPIDEZ EN SERIE CREA EL MISMO PRODUCTO INDUSTRIAL QUE EN ESTE CASO —HUMANO— EN VEZ DE SER VENDIDO SE USA PARA SER COMPRADO POR UN SISTEMA PREESTABLECIDO

LLÁMESE CEGUERA MENTAL. (MPC)

Pienso, luego existo (Cogito ergo sum) supo afirmar el filósofo francés René Descartes en su obra “Discurso del método” (1637), sentencia que se ha convertido en una de las más famosas de la historia del pensamiento y que vino a representar el inicio del racionalismo moderno, al tiempo que resulta ser una verdad evidente y el primer principio del conocimiento. Ocurre que, según el mencionado Descartes, de lo único de lo que no se puede dudar es precisamente de que dudamos. Y por ende, si dudamos, nuestro pensamiento existe y nuestra individualidad humana también.

¿Pero qué ocurre si a ese pensar para luego ser o existir se le añade el sentir? Pienso y siento, luego existo. Pienso y siento, luego soy. ¿Se filtraría la realidad de la misma manera? ¿Y si la ecuación se diera de otra forma? ¿Qué pasaría si primero sentimos para existir, para ser, y luego pensamos? ¿Cuál es, en todo caso, el impulso primario? ¿Desde qué lugar, desde qué escenarios posibles captamos originalmente la realidad? Y más aún: ¿A qué lugares, a que escenarios posibles deberíamos volver para darle un sentido pleno a lo que percibimos? ¿Desde dónde es, precisamente, que dudamos? ¿Desde el sentir o desde el pensar? ¿O desde ambos?

Como sea, no deja de ser indispensable en estos tiempos que corren y en los que corremos invariablemente detrás del tiempo, hacer un pausa, poner un freno y abrir los signos de interrogación. Dudar, aunque más no sea en los instantes en que se prolonga la lectura de una poesía, puede resultar en este punto un momento de rescate vital, un volver a los orígenes, a los principios, para una vez allí replantearnos mucho más que el simple hecho (aunque no tan simple) del por qué respiramos, del por qué existimos aquí y ahora, en este espacio y en este tiempo, en este contexto del que formamos parte. Y, también y sobre todo, el por qué deberíamos -a esta altura- reinventarnos.

<b>“Me estoy reinventando, antes yo era una idealista perdida y ahora me fui hacia el escepticismo; estoy en una línea que es tan real, pero tan real que veo todo como es”.</b>
“Me estoy reinventando, antes yo era una idealista perdida y ahora me fui hacia el escepticismo; estoy en una línea que es tan real, pero tan real que veo todo como es”.

“La vida no tiene nada que ver con los con ideales, la vida es lo que es y vos tenés que ser lo suficientemente hábil, primero para no destrozarte en el camino, para no morirte en el camino, y después para ver cómo te vas reinventando y en qué te vas convirtiendo que más o menos tenga algún color, algún sentido”, sostiene María del Pilar Carabús a 1591 Cultura+Espectáculos tras inaugurar el diálogo desde su lugar en el mundo, que no es más que el lugar del pensar, pero también y fundamentalmente del sentir. Detrás de su sonrisa siempre dispuesta como una bandera de transparencia para su accionar cotidiano, la abogada, escritora y comunicadora va trazando con claridad, determinación y justeza la lucidez de una mirada que se va agudizando con el paso del tiempo, y que ancla sus pretensiones en lo genuino de una entrega que va mucho más allá de lo que puede verse a simple vista.

A días de presentar oficialmente su segundo libro “Roma incendiada de verbos” Carabús se reafirma en sus sólidas bases, que no son más (ni menos) que su capacidad de pensar y sentir (y viceversa) el mundo que la rodea haciendo gala de una sensibilidad que la acompaña desde siempre y que le permite poner en palabras, a través de un delicado y exquisito trabajo con el lenguaje, todo eso que no podemos (o no queremos) ver y que, a su vez, le permite definirse: “Me estoy reinventando, antes yo era una idealista perdida y ahora me fui hacia el escepticismo; estoy en una línea que es tan real, pero tan real que veo todo como es”, recalca.

Y es así, exactamente así. María del Pilar Carabús está en una línea que es tan real, pero tan real que ve todo tal como es, con todo lo que ello implica. Pero lejos de quedarse allí, en ese ver desde la individualidad, establece una relación directa con el contexto que la circunda y ofrenda esa clarividencia desde un decir que atrapa y enciende, que envuelve y revitaliza, que interpela y desnuda, que abruma y contiene. Que obliga a pensar, pero también a sentir. A contramano de lo superficial, María del Pilar asume lo sustancial de su ser para volver al amor, que es en lo único que cree y, al mismo tiempo, lo único que cree que puede salvarnos como humanidad.

En tiempos de inteligencia artificial, Carabús expone toda su inteligencia emocional y en ese juego de palabras que va de “Roma” a “Amor” deja fluir toda su vulnerabilidad para volver a ser, pero también para poder romper con las estructuras de nuestra “existencia fallida”.

QUIERE MUCHO

EL QUE TIENE EL AFÁN DE CONQUISTAR EL MUNDO

QUIERE MÁS

QUIÉN CON SU ÍMPETU

OPTA POR DESTERRAR

LO QUE IMPROPIO

LE ES A SUS ALAS

QUIERE ADEMÁS

EL QUE BUSCA CAMINOS ADVERSOS

PARA LLEGAR A LO QUE LE PERTENECE

ESE TALENTO INHERENTE

QUÉ MUCHAS VECES ES INVISIBILIZADO POR EL RESTO

LA RESPUESTA ESTÁ EN LA INCOMODIDAD

DE UN CAMINO QUE CONSTANTEMENTE

NOS PERMITE ELEGIR

CUANDO ALGO NECESITA SER IMPUESTO

UN SIGNO DE INTERROGACIÓN

DEBE ABRIRSE A NOSOTROS. (MPC)

 

Con “Roma incendiada de verbos”, María del Pilar Carabús abre ante nosotros todos los signos de interrogación. De allí que el abordaje de esta obra requiera de mucho más que una simple intención lectora, porque lo que la autora nos está diciendo es que es momento de despertar una conciencia adormecida y que esto, en suma, necesita del mismo compromiso que ella puso en cada una de las palabras a modo de entrega, siendo tan real como lo que es. “Invariablemente vuelvo al amor como rescate de este mundo que está vacío de verbos, porque ya no hay nada; esto ya está vacío, no hay palabra que hoy en día para mí tenga sentido, está todo vacío y además se está incendiando, nos estamos incendiando literalmente” recalca para luego decretar: “Edito la realidad a través de lo que escribo. Creo que fue muy potente y muy poderosa la sintaxis de ese título (Roma incendiada de verbos) que no fue pensado en lo más mínimo. Invariablemente, aunque esté mucho más escéptica que antes, vuelvo a lo único en lo que creo que es el amor, que ya está desapareciendo”.

LA DIMENSIÓN DE LAS EMOCIONES

Lo que María del Pilar Carabús propone con su segundo libro es un sumergirse en profundidades a las que no estamos acostumbrados o a las que, mejor dicho, sumergidos en la superficialidad de lo efímero dejamos de visitar. El extravío de lo cotidiano no solo exhorta a la escritora, sino también y en esencia a la persona que escribe y que no se resigna a ser parte de esa insustancialidad que despierta en ella la intransigencia de quien no quiere dejar para después lo que se puede hacer ahora, de quien no puede permitirse ya permanecer ajena a una devastación colectiva que la sacude en lo más íntimo de sus fibras y que irrita sus sentidos, hasta hacerla desbordar de letras.

ENOJO

ESTADO INACABADO DE AQUELLO QUE RESISTE EN LA LÍNEA OPUESTA. (MPC)

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«Siempre la transformación o la metamorfosis es explosiva, no la conozco de otra forma».

CON ESTE NUEVO LIBRO TE PONÉS EN UN LUGAR DE RESCATE DEL AMOR QUE SE ESTÁ PERDIENDO. CUANDO UNO LEE “ROMA INCENDIADA DE VERBOS” VA ENCONTRANDO UNA MUY DELICADA ARTICULACIÓN DE DIFERENTES EMOCIONES QUE UNO SIENTE QUE TE IDENTIFICAN, PERO EN LA QUE TAMBIÉN ENTRA TU VISIÓN DEL MUNDO, DE LO QUE NOS PASA. ¿QUÉ EMOCIONES PODRÍAS IDENTIFICAR VOS? ¿QUÉ MOMENTOS ESPECÍFICOS QUE HAYAN DESENCADENADO EN ESTE LIBRO?

Una de las emociones es el enojo, claramente. Todavía estoy desenredando mis enojos de un mundo y de vínculos que pensé que eran de cierta forma y que no tienen nada que ver con eso, o en todo caso mi enojo es porque era yo la que idealizaba el mundo, era yo la que tenía esa idealización adentro mío, era yo la que era capaz de crear esa magia, era yo la que construía, y entonces el enojo es: ‘¿Pilar, por qué ahora ya no hay nada afuera, sino que está todo adentro?’, y debe ser que eso me molesta. Otra emoción sería la impotencia de que hay cosas que no puedo cambiar, e impotencia de que si todos ponemos nuestra pequeña impronta en fabricar vínculos mejores, un mundo mejor va a funcionar, pero como es muy poca la gente que pone esa impronta altruista, entonces también aparece la impotencia. Y después, me sigo dando cuenta de que ese enojo me revitaliza, ese enojo me enciende cuando yo me incendio, porque estoy incendiada literalmente, y creo que a la vez que puedo dinamitar todo lo que encuentro que no funciona, soy capaz de crear algo nuevo. Entonces creo que en esa metamorfosis, que no tiene nada que ver con algo calmo, sino con algo muy disruptivo y de enfrentar, y de ‘incendiar’ como digo de manera metafórica, ahí es donde yo puedo crear algo, pero siempre vuelvo a lo mismo, vuelvo a esa sed de querer. Siempre vuelvo a esa fuerza que tengo, esa energía muy fuerte, muy avasallante, y siempre explosiva. Esa sería la palabra: siempre la transformación o la metamorfosis es explosiva, no la conozco de otra forma. Como tampoco creo en las falsas espiritualidades; pienso que la espiritualidad simplemente es ser una buena persona y dejar algo o todo lo que más puedas acá para lo que viene. No creo en esa cuestión de que uno va a transformar el mundo de manera zen. Pienso que hay que quemar las naves.

DIRÍA QUE MÁS QUE INCENCIADA, HAY FUEGO EN VOS, CON TODO LO QUE SIGNIFICA EL FUEGO, QUE NO SOLO QUEMA. CLARAMENTE VAS A CONTRAMANO DE LO QUE VAS VISUALIZANDO, A CONTRAMANO DEL VACÍO GENERAL, Y ESO SE VE TAMBIÉN EN EL TRABAJO DE EXTREMO CUIDADO QUE HACÉS EN RELACIÓN AL USO DEL LENGUAJE, LA FORMA EN QUE ENTENDÉS CUÁL ES EL SIGNIFICADO REAL DEL LENGUAJE. ¿QUÉ ESFUERZO, QUÉ COMPROMISO TE DEMANDA ESE TRABAJO, JUSTAMENTE? ¿CÓMO LO VIVENCIÁS?

En realidad es un compromiso innato que siento que tengo; siento que soy un ser humano y que tengo que honrar a esa especie, porque si no me convierto en una ameba más de este sistema capitalista que ya no funciona; las democracias ya no funcionan, y esto se convirtió en algo sin propósito. Entonces siento que tengo que seguir generando un propósito. En realidad, siento que ahora tengo más compromiso que antes, que en ‘Erótica sintaxis’, siento que ahora mi compromiso se va reduciendo a lo finito, que ya me queda cierta cantidad de años y que no sé si voy a llegar a comprometerme lo suficiente para lograr un cambio, porque la verdad es que estoy desesperada por lograr un cambio, y lo digo genuinamente. Veo que esto se nos está desmoronando y las emociones están desconectadas, los sentimientos se dejaron de crear, entonces está todo en la superficie. En contraposición de ese escepticismo que tengo, todos estos golpes de la vida misma hicieron que mi compromiso sea mucho más interesante. Antes quizá el compromiso era solo con el amor y los vínculos y subrepticiamente con la sociedad, porque yo siempre creí en ser amable con el universo y en dejar algo, pero ahora ya directamente es más social, el compromiso ya es directamente con un sistema que a mi manera de ver no funciona, con intelectuales que parece que ya no existen. No hay voces intelectuales porque las mataron, porque ahora estamos en el mundo del entretenimiento, y veo toda esa realidad, la veo como si tuviera un tercer ojo, la siento… Eso es algo que lo tengo desde chiquita, en realidad, veo como una subrealidad y veo lo que funciona y lo que no funciona, pero como ahora verdaderamente siento que ya no hay nada, creo que mi compromiso tiene que ser doble y que mi fuego, por más que esté enojada, es como un trampolín: ‘A ver, querida mía, ¿qué sos capaz de hacer para que las 10, 20 personas que te lean se den cuenta de lo que está pasando?’ El compromiso tiene que ser extra. Esa palabra, ‘compromiso’, para mí es todo.

LA DIMENSIÓN DE LA UNIVERSALIDAD

Reinvención. Puede que esa, entre otras no menos sustanciales, se la palabra que brinde un panorama amplio respecto de la instancia personal en la que María del Pilar Carabús se encuentra. Reinventándose fuera de si misma para alcanzar, desde su manera de decir, esa universalidad de la que se siente parte y a la que quiere construir a partir de una intimidad que también ofrenda con la sinceridad de quien no tiene más que perder que su propia esencia, como si ello fuera poca cosa. Se reconoce parte del mundo que la rodea. Se reconoce parte de la realidad de la que reniega. Pero se reconoce también parte fundamental de la búsqueda de lo reparable, siempre desde el querer, desde el amor, desde sus verbos que se incendian para dar paso a un estadío superior, a buen ritmo de galope con el lenguaje del estar vivos. Y ella, en su máxima expresión.

 

SI TANTO HABLAMOS DE EVOLUCIÓN ES PORQUE POR ALLÍ NO ES, LA IDEA DE PROGRESO ES UN ENGAÑO, SOLAMENTE NECESITAMOS REINVENTARNOS EN ALGO QUE SUENE AFINADO, NO ESTAMOS ACÁ PARA CUMPLIR METAS, SINO PARA SENTIR QUE GALOPAMOS A UN BUEN RITMO EN CONSONANCIA CON EL RUIDO DE LA LLUVIA. (MPC)

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«Quiero hasta el último día de mi vida que eso siga teniendo poesía, al menos a través de mis libros y de mis columnas. Quiero seguir siendo hermosa y poética para el mundo».

EN REALIDAD FUIMOS POR EL LADO DEL LENGUAJE, PERO HAY UNA CUESTIÓN QUE ES INEVITABLE LEER TAMBIÉN Y QUE TIENE QUE VER CON TU INTIMIDAD. COMO BIEN DECÍAS, DE ALGUNA MANERA DEJA DE SER TU INTIMIDAD Y PASA A SER UNA UNIVERSALIDAD, ALGO QUE NOS TOCA A TODOS Y NOS HACE SENTIR IDENTIFICADOS. ¿CÓMO SE EQUILIBRA ESTA CUESTIÓN ENTRE TU INTIMIDAD Y EL AFUERA?

Creo que estoy en consonancia con los dos mundos, porque como veo que nosotros como especie estamos derrapando, creo que en lo amoroso también hay una misma línea de decepción, de buscar lo que no funciona en otros lados y ver que tampoco hay conexión posible ahí. Hay una misma línea entre mi vida privada y lo que está sucediendo. En realidad es una imposibilidad de más placer, de más bienestar, una imposibilidad de generar más encuentros desde lo carnal, desde los sentidos y no tanto desde lo intelectual. Me frustro, pero eso me hace creer y me hace entender, me eleva, y me hace comprender que el amor es aceptar al otro, cosa que yo no tenía entendida en mi cabeza: aceptar al otro con lo que el otro tiene para darte. Entonces, pensando en voz alta, quizá también sea hora de aceptar al mundo, este nuevo mundo al que yo me resisto, con lo que este mundo tiene para darme, que desde mi perspectiva es nada. Ahí sí puedo llegar a separar mi vida privada de la sociedad, porque sigo teniendo más control en mi vida privada que en lo que está pasando afuera, sigo teniendo más control conmigo, que es lo que aprendí de esto: que la idealizada tengo que ser yo. Yo soy la que tiene la magia y después la puedo reflejar afuera. Entonces sí, hay ahí una variante entre lo que yo veo afuera, que lo veo como más difícil de cambiar, y que adentro tengo más poder. Pero volviendo al lenguaje, creo que tengo un don que viene de ese amor que a mí me inculcaron sobre las palabras y que inconscientemente busco. Quiero seguir transmitiendo poesía a la prosa, a las citas, al mundo. Quiero hasta el último día de mi vida que eso siga teniendo poesía, al menos a través de mis libros y de mis columnas. Quiero seguir siendo hermosa y poética para el mundo. Esa es otra de las visiones que tengo, porque en un mundo en el que también soy comunicadora, en un mundo en donde ya el lenguaje se deshizo como concepto de erotismo -y ahí vuelvo al erotismo que sigo rescatándolo-, inconscientemente estoy construida de tal forma que quiero llevar al lenguaje a su máximo esplendor, indudablemente. Ahí entra mi parte también más artística además de poética.

A PARTIR DE ESE ASUMIRTE LA ARTISTA QUE SOS, PRECISAMENTE, ES QUE TE PREGUNTO, ¿QUÉ PENSÁS QUE PODÉS, O QUÉ TE GUSTARÍA DESPERTAR EN EL OTRO, EN EL QUE TE LEE?

Quiero que el otro se revolucione. Para mí la literatura, en sus diferentes formas, es revolucionar al otro. Quiero que el otro se revolucione en esas páginas que están ahí, para ver si con esa revolución o esa movilización que le produce -porque invariablemente leer algo que tiene sentido, que tiene poesía, que tiene erotismo, que tiene compromiso, que refleja la realidad te va a emocionar-, pueda volver al origen de los griegos y embellecerse nuevamente en todas las formas y expresiones y sentidos posibles relacionados con el arte. Que el individuo en sí embellezca un poco esta carcasa, que nos dedicamos a embellecer la carcasa y no lo otro, a ver si en ese embellecimiento puede haber un cambio. Creo en la estética claramente, pero no tiene que ver con lo superficial, sino con construirte como ser, aunque sea en media página, en esa síntesis de muchos individuos reconstruyendo y embelleciéndose. Porque si hay un cambio en nuestra alimentación, por qué no lo puede haber en el intelecto. Y si ya las estructuras o las organizaciones no te dan nada, no te ofrecen nada, por lo menos ofrezcámoslo a través de un libro. En síntesis es como un despertar de… A ver, o nos morimos todos narcisos, sin nada, vacíos, o empezamos a construir un poquito con la palita y a darle un poquito de alimento a esto que en síntesis es la cabeza, el corazón, el alma, porque siento que está todo descuidado y a la vez mecanizado; porque vas al psicólogo, vas a un coach, vas a yoga, pero nada termina de sentirse para que exista una transformación, es todo por obligación, es todo porque es sistema te dice. Entonces, ¿en dónde encontraste el despertar? No hay ya un camino de transformación estable y sostenido en el tiempo y un proceso que haga que uno se convierta en un ser humano más interesante.

 

LA DIMENSIÓN DE LA PLENITUD DE LA CONCIENCIA

Pensar. Existir. Sentir. Existir. Pensar y sentir. Existir. Sentir y pensar. Existir. Ser. Ser siendo lo que se es. En plenitud de conciencia. Cuando María del Pilar Carabús sonríe, cuando deja fija la mirada en un punto, cuando detiene su tiempo más allá de todo reloj, cuando apela al silencio antes de soltar la palabra precisa, exacta, piensa y siente. Siente y piensa. Está siendo ella desde su lugar más específico, desde su espacio más natural, abrazada siempre a la inquietud que va mucho más allá que el no quedarse quieta. Hacer. Pensar. Ser. Existir. Pero una vez más hacer. Y hacer tomando conciencia de ese hacer como un punto de partida irrenunciable, pero también como una invitación al arte de la construcción de lo colectivo frente al dominio de las individualidades vestidas de la artificialidad de la evolución disfrazada de lo tecnológico, ajena a toda palpable transformación a la que la escritora sí asiste, en abundancia de discernimiento.

 

TOMAR CONCIENCIA ES LA RESPUESTA, PENSEMOS QUE ESTAMOS PERMITIENDO QUE LOS DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS INTERFIERAN CON LA ELECTRICIDAD DE NUESTRO CORAZÓN, QUE EL ALIMENTO DE LOS SUPERMERCADOS VAYA EN CONTRA DE NUESTRA SALUD Y LIBERTAD GENÉTICA. (MPC)

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«En los procesos creativos creo que la experiencia de vivir, el transcurrir, hace que uno obtenga una solidez intelectual y que las neuronas hagan sinapsis de una forma más elegante».

HACÉS UN CAMINO DE TRANSFORMACIÓN… HABLASTE DE EVOLUCIÓN, DE MOVILIZACIÓN TAMBIÉN, ¿QUÉ MIRADA TENÉS DE LA MARÍA DE PILAR DE ‘ERÓTICA SINTAXIS’ Y ESTA MARÍA DEL PILAR? ¿CUÁL SENTÍS QUE FUE TU EVOLUCIÓN EN TUS PROCESOS TANTO CREATIVOS COMO PERSONALES, EN EL HACER FRENTE A LA VIDA CADA DÍA?

En los procesos creativos creo que la experiencia de vivir, el transcurrir, hace que uno obtenga una solidez intelectual y que las neuronas hagan sinapsis de una forma más elegante, más sólida, más contundente, más profunda, más intensa, y eso genera una obra completamente diferente. Invariablemente creo que si uno al camino lo transita con entrega absoluta, con amor por la cultura, por el conocimiento, empapándote, leyendo todos los días, esa unión o esa solidez intelectual llega. Imaginate si eso se suma con el semejante trabajo de exponerse al afuera, a los vínculos, a las frustraciones y demás, eso invariablemente enriquece y creo que estoy en ese punto: en un punto de enriquecimiento personal, profesional que se dio de tanto trabajar, de tanto buscar, de tanto transitar. En algún momento también tanto camino sostenido en el tiempo hace que algo que uno no maneja, que está fuera de control, se una y cree mapas intelectuales y emocionales mucho más interesantes de los que tenías antes. Es el mismo transitar. Y esto sucede, sí o sí, si hay compromiso, porque si vos te alejas de vos, de la realidad, de la entrega, no llegás a eso, queda ahí, en una nebulosa. Yo creo que sucedieron una serie de conjunciones que a mí me llevaron hasta ahora, y ahora sí que estoy terrible (risas).

BIENVENIDA SEAS ENTONCES A ESE LUGAR, PORQUE ADEMÁS EN EL LIBRO TAMBIÉN LOGRÁS UN EQUILIBRIO QUE ES MUY INTERESANTE ENTRE LA POESÍA Y LA PROSA, QUE NO ES NADA FÁCIL HACERLO, PORQUE A VECES ESOS ESTILOS NO TERMINAN DE ENCASTRAR DE LA MEJOR MANERA. EN “ROMA INCENDIADA DE VERBOS” ES EVIDENTE QUE HAY UNA CONEXIÓN ENTRE TEMAS Y FORMAS EN LO QUE VAS EXPONIENDO HASTA EL FINAL. ¿CÓMO FUE QUE DECIDISTE ENCARAR ESAS FORMAS, ESAS ESTRUCTURAS? ¿SENTÍS QUE HAY UNA PROGRESIÓN, UN CICLO TEMÁTICO?

A veces digo que no hay que pensar demasiado… Es como cuando te sentás al piano y cuando tenés oído tus manos empiezan a componer. Lo que sí te puedo decir y me voy a ir un poco del tema, es que por ejemplo hay poesías en las que me puse desde afuera, ya no estoy tan adentro. Estoy desde afuera y de hecho hay poesías que ni siquiera tienen que ver con mi vida. Yo creo que logré abstraerme y desde afuera narrar situaciones que a veces pueden ser de otros; la mayoría son mías, pero logré eso: abstraerme y poder plasmar esa abstracción en algo que me tocó a mí vivir de alguna forma. Lo que quise es darle contundencia, fuerza y peso absolutamente a todo lo que está escrito; que una persona tome una página, lea y eso le genere algo. Creo que todo tiene la suficiente contundencia y es tan rotundo que se puede leer como quieras, de la manera que quieras, pero creo que eso también es parte de mi proceso de haber roto todos los paradigmas habidos posibles. Creo que hoy estamos tan fragmentados, que a ‘Roma’ la podés leer como si fuera un capítulo de una serie. Como no tenemos atención, porque estamos todos dispersos, podés agarrar una poesía y tiene tanto contenido, tantas entrelíneas, tantas psicologías, que ni siquiera yo la manejo… Uno puede ir embebiéndose de esos fragmentos, poesías, citas y máximas, y a la vez que se las puede leer todas separadas, están todas concatenadas porque son parte de una misma cosa, aunque al mismo tiempo todas tienen su sentido propio.

 

LA DIMENSIÓN DE LA PROFUNDIDAD

En “Roma incendiada de Verbos” la escritora rasga las vestiduras de la superficialidad para entregarse definitivamente a la dimensión de una profundidad que no se puede alcanzar de otra manera que no sea desde la entrega y el compromiso con los significados y los significantes, con los signos lingüísticos de una época a la que no está dispuesta a ceder por el simple hecho de pertenecer a la masividad de un lenguaje que se consume, que se apaga, que se diluye entre las manos de la sobrevaluada inteligencia artificial. María del Pilar asume aquí, entre las páginas de su segundo libro, el ejercicio de incomodar. Evade las zonas de confort y nos pone a pensar. Pensar para ser, para existir. Pero también nos pone a sentir desde su sentir más auténtico y más hondo. Y desde allí, desde lo recóndito, alza su voz hacia la belleza de la luz para agrupar entre sus manos las pedazos de nuestra desintegración.

 

LO INMEDIATO, LO EFÍMERO MATÓ EL DESARROLLO, INCLUSO HAN DESAPARECIDO YA LOS JUEGOS DE MOTRICIDAD, DONDE NUESTRO CUERPO ERA LA FIGURA, SUPLANTADOS POR UNA PANTALLA QUE MATA EL MANEJO DEL CUERPO, ARMA PRIMORDIAL PARA LA EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES Y LA LIBERACIÓN DE TENSIONES. NUESTRA CAJA DE RESONANCIA NO VIBRA MÁS CON EL MOVIMIENTO, SINO QUE SE INTOXICA Y ENFERMA CON LA RADIACIÓN DE TODO ARTEFACTO EMPEÑADO EN LLAMARSE INTELIGENTE.

¿EXISTE ALGO MÁS PERJUDICIAL, NOCIVO Y ALIENANTE QUE ELLO? (MPC)

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«Yo me estoy volviendo cada vez más humana y la gente se está volviendo cada vez menos humana. Entonces tengo cada vez más conciencia, un estado de conciencia muy importante».

ESTÁ TODO FRAGMENTADO, ES CIERTO, PERO EN ESTE LIBRO HAY UNA DEMANDA EXPRESA DE SENTARSE A LEER, A PROFUNDIZAR. NO ES LA FRAGMENTACIÓN A LA QUE ESTAMOS ACOSTUMBRADOS O A LA QUE NOS QUIEREN ACOSTUMBRAR. BASTA CON LEER UNA POESÍA PARA ENCONTRAR ALGO TUYO, PERO TAMBIÉN ALGO DE TODOS, PORQUE ADEMÁS HAY UNA DIMENSIÓN MUY FILOSÓFICA…

Es lo que más amo. Necesito que esos pedacitos que los ves así, sean grandes reflexiones. Amo a Nietzsche y digo: ‘Nietzsche era un loco que reflexionaba de una manera exquisita’ y creo que perdimos eso, entonces yo necesito darle la suficiente potencia a todo eso que puse ahí, que es entrega absoluta. Pero a la vez necesito que desde la filosofía, de alguna forma, empecemos a hacernos preguntas un poco más profundas sobre lo que vemos en Instagram, que en Instagram vemos esos cuadraditos de los psicólogos que te dicen cuatro frases y ya desvirtuaron todo, direccionaron todo, redujeron todo. A lo que quiero llegar con las poesías o las citas es a ampliar el espectro de reflexión.

¿HAY ALGÚN ASPECTO DE LA CONCIENCIA HUMANA QUE TE INTERESE EXPLORAR DE MANERA MÁS PROFUNDA? EN EL LIBRO APARECEN JUSTAMENTE LA CONCIENCIA, EL AMOR, LA EXISTENCIA, TODO ESO ESTÁ LATENTE, PERO DESDE LO PERSONAL, DESDE LO PARTICULAR, ¿HAY ALGÚN ASPECTO QUE TE INTERESE PROFUNDIZAR Y QUE SIENTAS QUE LO PUDISTE HACER O QUE VAS A TERMINAR POR HACERLO?

La evolución. Todo lo que tiene que ver con la física; la física cuántica y los famosos agujeros negros. La evolución me tiene loca, porque yo estoy tendiendo a creer que acá no hay evolución. Simplemente no existe la evolución y el progreso como tal; estoy viendo eso y que además ni siquiera hemos llegado a la nada misma, o sea, ni siquiera sabemos qué hay adentro de esos agujeros negros, tampoco sabemos qué hay acá adentro, en nuestra mente, en nuestro corazón. Entonces pienso que la evolución como tal no existe y me gustaría tener más herramientas para poder ocuparme más de la evolución como antropología, como camino desde donde nació el hombre, que fue en África, hasta ahora, y crear ahí alguna tesis o antítesis de que la evolución o la teoría darwinista como tal no llega más que hasta un pequeño porcentaje, hasta algo muy básico. Me interesa todo esto: hablar de por qué nosotros tenemos la necesidad de decir que evolucionamos para hacer un check list y decir: ‘bueno como evolucionamos, como tenemos la tecnología, vamos bien’, y en realidad no hay ninguna evolución, hay simplemente un transitar que ni siquiera sabemos cómo hacerlo más agradable. Estamos muy perdidos; de evolución nada, no sabemos nada de nosotros, solo hacemos negocios con las cosas que nos inventan.

¿Y QUÉ SABÉS DE VOS MISMA AHORA? ¿QUÉ DESCUBRISTE EN ESTE PROCESO?

Descubrí que soy mucho más vulnerable de lo que pensaba…

¿Y QUÉ TE PASA CON ESO?

Me molesta terriblemente…

SIN EMBARGO ESA VULNERABILIDAD DEBE CELEBRARSE, PORQUE ES PARTE DE TU ESENCIA…

En realidad tengo que decirte, con mi sarcasmo, que tengo la obligación de renegar de la extrema vulnerabilidad en la que veo que estoy, pero que eso me hace más interesante. Creo que llegué a un grado de vulnerabilidad tan grande, que eso me permitió conectar con un montón de partes mías que estaban muy anuladas. Esa extrema vulnerabilidad me hizo más humana. Hay una contradicción ahí, en el que me moleste, es como que voy a contramano del resto. Yo me estoy volviendo cada vez más humana y la gente se está volviendo cada vez menos humana. Entonces tengo cada vez más conciencia, un estado de conciencia muy importante, y eso sí o sí me deja en un lugarcito quizá un poco más frágil, aunque no sé si es esa la palabra. Me molesta la vulnerabilidad porque me está haciendo más humana. Es una contradicción maravillosa que tengo, pero creo que lo ve todo el mundo. Quizá a mí me servía de disfraz, me escondía y en ese mostrarme me siento como muy expuesta y a veces digo: ‘bueno, quiero que esté expuesto lo que yo hago, pero no tengo tantas ganas de exponerme yo’. Pienso que hay que decir algo y hasta ahí está bien. Creo que hay cosas que hay que dejarlas ahí, flotando en el aire y que hagan su trabajo, y quizá no quiero ponerme como personaje principal, porque ya no me creo personaje principal. Antes pensaba que era un personaje principal y tenía una mirada muy personalista, y ahora tengo una mirada… Es como que me despojé del ente que soy y creo que ya está todo más puesto en lo que hay que hacer ahí afuera. Creo que mi ego murió y estoy muy feliz con que haya muerto; quedó una autoestima muy interesante, que es la que más o menos siempre tuve, pero sin las heridas de la niñez que fui superando a lo largo de la vida, o con las heridas muy trabajadas, y entonces ya estoy en otra solidez. Ya no me interesa este puntito cósmico o esta hormiguita que soy; me interesa mucho más vos, el del frente, el de al lado. Me interesa mucho más lo universal, ya no estoy más parada en el existencialismo. Ya no me interesa más.

 

LA DIMENSIÓN DE LA CREATIVIDAD

¿Qué queda después de tocar la profundidad? ¿Qué hay luego de haber alcanzado esa dimensión en la que, por fin, llega a reflejarse el esquema social vapuleado por el avance de lo tecnológico? Para poder saberlo, hay que poder tocar ese precipicio, ese abismo al que no sólo hay que estar dispuesto a caer, sino también ubicarse en un estado de plena conciencia que ofrezca las puertas de salida para el laberinto en que se debate la humanidad. Hacia ese terreno ignominioso nos aproxima María del Pilar Carabús con lo punzante de su escritura. Pero no desde un decir que toca de oído. No. Ya estuvo allí. Ya se dejó abismar. Ya se dejó caer. Ya se convirtió a sí misma en el arte de la creación. Pero también de la persuasión, de la certeza, del convencimiento y los principios que no se quiebran.

 

LA GENTE NO CREE MÁS EN CASI NADA, PERFECTA EXCUSA PARA CREAR. (MPC)

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«No estoy como protagonista, ya ni siquiera me interesa. Creo que somos tan insignificantes, que tiene que ser más alto el propósito».

¿QUÉ CONVICCIONES, EN RELACIÓN A TODO LO QUE VENIMOS HABLANDO, SENTÍS QUE SOLIDIFICASTE Y QUE TE VAN A ACOMPAÑAR EN LOS PROCESOS QUE VENGAN? ABRISTE UNA PUERTA NUEVA QUE NO SÉ SI SABRÁS HACIA DÓNDE TE LLEVA, PERO HABRÁ CONVICCIONES DE LAS QUE YA NO TE VAS A BAJAR…

Creo que son dos. Una es descubrir que de alguna forma me estoy convirtiendo en una artista por la cantidad de cosas que he logrado hacer en estos años: la radio, escribir, mis columnas, la fotografía, la puesta, el armado. Y por otro lado, creo que estoy en un rol social de colaboración, de cooperación que nunca pensé que podía llegar a tener tan visiblemente. Estoy fascinada por el famoso affectio societatis de ver qué puedo hacer yo por este sistema. Debe ser que siempre la sociología me interesó; estoy ya muy embebida, muy empapada en este rol social de ver qué conceptos puedo dejar. Estoy en esos dos roles: en el entender que puedo hacer algo artístico, que me estoy convirtiendo en eso, y que podría irme a un teatro y armar un show con mis libros y con mi voz, y también en el entender que ahora tengo un rol más social, más abarcativo. No estoy como protagonista, ya ni siquiera me interesa. Creo que somos tan insignificantes, que tiene que ser más alto el propósito.

 

LA DIMENSIÓN DEL AMOR

María del Pilar Carabús vuelve a su esencia. Luego de haber desplegado todas sus dimensiones posibles, retorna una vez más a su dimensión original, a lo que es, a lo que transmite. Entonces, “Roma incendiada de verbos” se constituye en un puente que va desde la oscuridad hacia la luz, no sin antes establecer todos los interrogantes que deberíamos hacernos para poder cruzar de un lado al otro, tal y como la escritora, la poeta ya lo hizo. ROMA=AMOR. Emociones, universalidad, plenitud de conciencia, profundidad, creatividad. Y amor. Más amor. Amor como redención, como salvación, como liberación, como rescate. Sinónimo de crear, pero también de creer.

 

AMAR ES UNA CONSTRUCCIÓN, ¿O ES QUÉ NOS OLVIDAMOS DE ELLO? EL AMOR ES EL ÚNICO ADITAMENTO QUE TIENE EL PODER DE PONERNOS EN UN LUGAR DISTINTO. ¿CÓMO PRETENDEMOS AUNAR A LOS HERMANOS JUDÍOS Y MUSULMANES SI NO HAY DIÁLOGO? MUERTA LA NARRATIVA, UNA POSNARRATIVA DE ALGORITMOS ARTIFICIALES CRECE, PLAGIANDO HASTA NUESTROS PROPIOS PENSAMIENTOS. DIGAMOS QUE LOS PROGRAMADORES ALGO HICIERON MAL, PORQUE NI SIQUIERA SON CAPACES DE GENERAR UN NUEVO PARADIGMA QUE NO DESTRUYA, SINO QUE «CONSTRUYA» ¡LA NUEVA COSMOVISIÓN ES PENSAR QUE PODEMOS ALEJARNOS DE LA MUERTE ACUMULANDO CAPITAL! (MPC)

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«El amor genera todo eso: entrega, compromiso, te genera a vos una emoción. Cada día creo más en el amor; de hecho, creo que es lo único que tenemos».

LLEGAMOS ANTERIORMENTE A UN TEMA QUE QUERÍA TOCAR, RELACIONADO CON TU VULNERABILIDAD, PERO TAMBIÉN CON TU FORTALEZA Y CON CÓMO VAS LOGRANDO ESE DELICADO EQUILIBRIO ENTRE AMBAS, PERO TAMBIÉN QUERÍA PREGUNTARTE POR EL SIGNIFICADO DE UNA PALABRA, EN FUNCIÓN DE LO QUE TRANSMITÍS Y DE LO QUE OFRECÉS, QUE ES LA PALABRA AMOR, ¿QUÉ SIGNIFICA PARA VOS ESA PALABRA EN ESTE CONTEXTO EN EL QUE ESTAMOS, EN TUS PROCESOS, EN LA GENTE QUE TE RODEA?

El amor para mí sigue siendo todo. No hay ningún cambio sin amor. Mucha gente me dice que soy amor puro, y creo que ya entré en un estadio más elevado todavía de amor. La única forma de transformar, de cambiar, de tocar, de generar, de acercarme a la vida, a la gente, a las profesiones, a las pasiones, es amando desmedidamente eso. Como ahora todo se convirtió en algo mercantil, falta ese amor a la vida que indudablemente lo sigo teniendo y cada vez más, aunque yo reniegue, aunque me enoje, ese amor es el que hace que yo te hable de esta forma, es el que hace que yo me entregue, y si me entrego a esto, a esta obra que estamos viviendo, y me comprometo… El amor genera todo eso: entrega, compromiso, te genera a vos una emoción. Cada día creo más en el amor; de hecho, creo que es lo único que tenemos. Hoy te puedo decir que lo único que nos queda como salvación es el amor. El amor es lo que nos va a salvar si es que tenemos ganas de ser salvados. Ahora parece ser que no tenemos ganas de ser salvados, entonces lo estamos matando al amor de todas las formas posibles. Hay que rescatar al amor, porque el amor es el impulso. Antes todos creíamos en el amor, ahora la gente ya no cree en el amor, y creo que es la única herramienta que me queda: amar todo lo que se me cruza en mi vida. Y el amor como decisión también, porque si yo decido amar mis elecciones van a ser mejores. Si lo hago sin amor, todo cae en el vacío.

 

LA DIMENSIÓN DE LA INTROSPECCIÓN

No parece haber un final en “Roma incendiada de verbos”. No lo hay, en realidad. Entrar en todas sus dimensiones, en todas y cada una de las dimensiones propuestas por su creadora, es entrar en un mundo del que solo se puede salir a través de una evolución genuina, a partir de una mirada consciente sobre nosotros mismos, sobre cada uno de nosotros, en un contexto que tiende a desnaturalizar, a asfixiar las individualidades para llevar todo hacia un punto de intrascendencia, hacia un punto de vacío de contenido de la humanidad como especie que no se honra a sí misma. Frente a esa fragmentación autoinfligida, María del Pilar Carabús nos invita a pensar. A pensar para luego existir, para luego ser. Pero también a sentir. A sentirnos desde la indispensable e indisoluble reflexión.

 

HOY INGERIMOS ANESTESIA DIGITAL, EN BREVE ANIQUILAREMOS EL DOLOR QUE NOS PERMITE SENTIR, FRUSTRARNOS, CRECER, TRANSFORMARNOS. (MPC)

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«¿Por qué nos están construyendo un futuro y nosotros dejamos de tener el timón de nuestras propias vidas?»

CERRÁS EL LIBRO CON LA PREGUNTA ¿QUIÉNES ESTAMOS SIENDO? QUE ES UNA PREGUNTA QUE NO SÉ SI MUCHA GENTE SE LA HACE, PERO QUE SI TE LA HACEN TENÉS QUE PONERTE A PENSAR, NECESARIAMENTE. ¿ENCONTRASTE UNA RESPUESTA PARA ESO?

Es tremenda la respuesta: estamos siendo unos imberbes, nos rendimos, le dejamos el timón y el mando a los que gobiernan, al sistema, y no estamos honrando esto que somos. Nos convertimos en unos imberbes; no somos nada, nos hemos convertido en la nada misma. Eso es lo que estamos siendo. Si no nos da pudor, porque esa sería la palabra, convertirnos en unos imberbes… Por eso la pregunta es tan potente: ¿Quiénes estamos siendo? Unos imberbes que despreciamos todo, porque en realidad no sabemos cómo resignificar lo que no estamos pudiendo resolver, y que nos están resolviendo otros, porque ya directamente a través de la tecnología nos están digitando, direccionando, manipulando y nos rendimos, claramente. Estamos apenas sobreviviendo, y entonces toda esa galantería que había en los años ‘60, ‘70, ‘80, ‘90 desapareció. Estamos todos rendidos y nadie está pudiendo resignificarse. No es positiva mi respuesta; esta de ahora, mañana quizás te pueda dar otra.

¿SENTÍS QUE ESTAMOS A TIEMPO DE PODER REVERTIR TODO ESO?

Yo no sé si estamos a tiempo, sé que en algún momento la rueda va a dar vuelta. No veo que estemos a tiempo porque no veo voces que se alcen, ni revoluciones que se generen, y ese silencio que yo veo en mucha gente que sí tiene conciencia de que esto se va desvaneciendo… No veo que estemos pudiendo darle voz a ese silencio. Sí creo que quizá en 30, 40 años más haya un giro, pero ahora no veo ningún giro porque murió la literatura, murió el cine, intelectuales no hay más, murió todo lo que tenga significado, entonces quedó el entretenimiento, el pan y circo que pongo ahí, en alguna de las poesías, y creo que faltan muchos años para que quizá entendamos que al estar carentes de significado, porque es todo entretenimiento, la famosa contingencia que es lo único que vemos, eso en algún momento va a desgastar tanto nuestra psiquis, que creo que va a haber ahí, quizá, un nuevo encastre y una vuelta nueva, pero ahora creo que nos estamos yendo al precipicio, no veo que haya otra opción. No existe más un propósito de vida que no sea el material, porque el mismo sistema capitalista hace que uno no pueda sustentar las mínimas necesidades como para crear. Entonces no estoy viendo que haya un futuro, si alguien no lo decide. Nosotros mismos no estamos pudiendo construir un futuro; nos lo están construyendo y esa sería la pregunta: ¿Por qué nos están construyendo un futuro y nosotros dejamos de tener el timón de nuestras propias vidas?

SOBRE LA AUTORA

ABOGADA Y COMUNICADORA, ADEMÁS DE “ROMA INCENDIADA DE VERBOS”, MARÍA DEL PILAR CARABÚS ES AUTORA DEL LIBRO “ERÓTICA SINTAXIS”. ES COLUMNISTA DE MEDIOS GRÁFICOS Y DIGITALES, ENTRE ELLOS NUEVA RIOJA Y EL SUPLEMENTO 1591 CULTURA+ESPECTÁCULOS. TAMBIÉN ES PRESENTADORA Y AUTORA DE CONTENIDOS RADIALES. HEREDA DE UNA FAMILIA DE INTELECTUALES SU PASIÓN Y DELEITE POR EL LENGUAJE, COMO ASÍ TAMBIÉN UNA REFINADA CAPACIDAD POÉTICA PARA DESCRIBIR EMOCIONES, COMPORTAMIENTOS HUMANOS Y REALIDADES.

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