Una reseña para el libro «El órden de los actores», del escritor Ricardo Irastorza
La vida es un camino de ida. No hay retornos. Pero, sin embargo, si hay memorias. Memorias de un pasado que se vuelve hacia un futuro impredecible, pero latente en un presente que se construye mecánicamente, en el devenir de los momentos, fugaces a veces, pero que dejan marcas, huellas, heridas, cicatrices.
Lo vivido es un camino de ida. Pero es también un camino de bifurcaciones, de ramales que se intersectan o se dividen, que no parecen tocarse, pero que se atraviesan.
Así son las historias de “El orden de los actores”, de Ricardo Irastorza. Una novela breve, de rápida lectura por su calidad descriptiva que invita a recorrer página tras página casi sin respiro, aunque también por el reflejo casi condicionado de los puntos de encuentro entre los personajes que habitan diferentes lugares en diferentes tiempos, que no parecen tener nada que ver entre sí, pero que, al menos, terminan por encontrarse en las mismas búsquedas, en las mismas carencias, en las mismas felicidades pasajeras, en las mismas penas consuetudinarias.
Y en el amor. En ese amor que, como la vida, es una camino de ida; un planeador montado contra el viento de las contradicciones, entre lo que se desea y lo que se tiene, entre lo que se construye y lo que se derrumba, entre lo que se fantasea y lo que se diluye en realidades incontrastables, entre territorios dispersos y etéreos a los que asisten casi de manera inconsciente Fermina y José o Gina y René. Entre España y Argentina, entre los ecos de la guerra y los alaridos de una dictadura incipiente.
Y huir, siempre huir, escapar hacia nuevos universos en los que poder dar rienda suelta al carretel del hilo de los sueños que se aferran a un mundo posible, concreto, tangible, aún en los encuentros fugaces o los desencuentros perpetuos que desencadenan soledades inabarcables.
La vida y el amor son un camino de ida. No hay retornos. Pero, sin embargo, hay memorias. Memorias como regresos. Y hay nombres. Personajes para una historia escrita por Irastorza con precisa austeridad, con profunda belleza en algunos paisajes, y con delicada asfixia en otros. Sabiendo el autor (y el lector, por ende) además, y en todo momento, que el orden de los actores, no alterará el producto final.
MINI BIO
Ricardo Irastorza (Bell Ville, 1950).
Docente, investigador y editor científico en la Universidad Nacional de Córdoba.
Ha publicado los libros de cuentos “¡Qué va a haber en la Francia!” (1993); “Los pecados interiores” (2002); y “El deseo de la sombra” (2007) y la novela “El Modo exacto de estar en el mundo” (2014).
Por el libro “Los pecados interiores” recibió el premio Luis de Tejada de la Municipalidad de Córdoba.
El orden de los actores fue publicado en el presente año por Editorial Comunicarte (Córdoba).