Para la Real Academia Española la Filosofía, ajustada a definición, es el conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano. Para Aldana Cuello, al margen de todo lo dicho anteriormente y que seguramente debe saber con minuciosidad, la Filosofía, ajustada a su manera de sentirla y expresarla, es una manera de vivir. Y más que una manera de vivir, una pasión que va desbordando sus exteriorizaciones a través de cada una de las palabras que elabora a pura consciencia, mientras la máquina de café, en Rayuela, lanza al aire sonidos, vapores y aromas que se confunden con el murmullo de las voces en las mesas repletas alrededor.
Esa pasión, precisamente, es la que la lleva, generosamente, a propiciar espacios abiertos en los que la Filosofía pasa a ser materia colectiva de debate, tal como el que viene desarrollando en la Biblioteca Marcelino Reyes de la Capital riojana a través del seminario que dicta y que parte de la noción de Filosofía como práctica parresiástica, cuestión que explica con total claridad a 1591 Cultura + Espectáculos, en una charla que se distiende y trasunta desde el pasado hacia el presente y la realidad problematizada en la que vivimos.
“El Seminario de Filosofia es una propuesta de generar un estudio crítico y un debate con diferentes personas. Se trata de una convocatoria amplia y heterogenea porque es introductoria para el público en general que no necesariamente tiene que estar especializado; una modalidad especial, que busca plantear la Filosofia no de manera desproblematizada, sino que el sentido de la Filosofía ya es un problema en sí mismo que tiene que ver con la transmisión y la interpretación”, explica Aldana, quien tiene a su cargo también, junto con Marianela Peña Pollastri, el espacio Filocafé.
“Inquieta y curiosa” por autoproclamación, Aldana Cuello no duda en afirmar que llevar la filosofía fuera del ámbito formal tiene que ver con su propia historia personal y con una respuesta académica. “Me especializo en Michel Foucault y en un concepto particular que él trabaja, que es la parrecía, que significa hablar con franqueza. Es uno de los pocos que desarrolla este concepto seriamente, en una especie de trabajo arqueológico que se ubica en los modos de decir una verdad. El parreciasta es alguien que dice la verdad asumiendo el riesgo que implica decir esa verdad, como irrupción de una relación de poder. Se trata de plantear la filosofía desde la parrecía y el gran representante de esto es Sócrates. En la parrecía el que dice la verdad es siempre alguien que tienen menos poder que el interlocutor, rompe una relación de poder, asumiendo un riesgo por decir la verdad” explica.
Este concepto, justamente, es el que busca desandar el Seminario, pero al unísono, se convierte en una muy buena excusa para que la charla discurra hacia el devenir de lo cotidiano, donde Cuello pone muy especialmente la mirada, atenta siempre a una agenda en la que los acontecimientos y fenómenos que se van produciendo a nivel social obligan a un análisis permanente.
“El concepto de parrecía va directamente hacia la materialidad, hacia la cosa, a diferencia de otras tendencias que van hacia lo metafísico, el idealismo, esa imagen de Platón con el mundo de las ideas. Esta tendencia va directamente sobre la realidad, sobre los problemas que ya existen y a preguntarse cuándo un problema se convierte en un problema en la realidad. Tiene que ver con cuestionar el poder, pero el poder en el sentido más amplio que existe. Cómo nos constituimos, cómo nos determinados sujetos a partir de las relaciones que establecemos con los demas. Yo me identifico como mujer, docente, filósofa y esa es mí subjetividad y esto se da a partir de las relaciones que voy construyendo con otros en la historia y todas las irrupciones que se producen dentro”.
LA FILOSOFÍA Y LA MUJER
Es precisamente desde su manera de identificarse que surge con naturalidad la pregunta sobre la relación que ha mantenido la mujer con la Filosofía a lo largo de la historia y el devenir de ambas hacia el presente, en tiempos absolutamente convulsionados y que invitan a la reflexión.
“Es todo un tema lo de la mujer filósofa”, afirma Aldana. “El lugar de la mujer dentro de la Filosofía en la historia siempre ha sido muy escaso, no porque no hubieran habido, sino porque la historia de la Filosofiía las ha rechazado. En la edad moderna tenemos muchas y ahí comienza la lucha de las mujeres que empiezan a cuestinar a los grandes de la modernidad. Ellas cuestionan lo que decían estos autores, porque no incluían los derechos de la mujer”, sostiene.
Pero lejos de quedarse con una mirada simplemente enunciativa o , si se quiere, académica, Aldana se ubica en un espacio de permanente compromiso que, a su vez, traslada a todos y cada uno de los ámbitos en que se desempeña. Y esto, a partir de una concepción que bien podría considerarse vital, en el sentido de respirar consciencia.
“Creo que el lugar que una puede ocupar como mujer en la filosofía debe ser un lugar muy crítico y muy consciente, porque no seríamos nada sin todo este proceso. Simone de Beauvoir plantea que la mujer no solo tiene que esforzarse lo mismo que un varón para ser reconocida, sino que además tiene que demostrar por qué merece ese lugar. Una mujer tiene que hacer un doble esfuerzo, un doble proceso porque se trata de un lugar de poder que históricamente fue concedido a los varones y es algo que sigue ocurriendo dentro de la Academia. Hay como una desigualdad y esto es algo que hay que discutir mucho; ser conscientes al asumir esta identidad de mujer, como en mi caso y qué significa esto en la realidad y en el proceso historico de desigualdad”.
Así es como, en este plantar bandera sobre el rol de la mujer en la Filosofía, surge con naturalidad la pregunta que indaga sobre su propio encuentro con la que es su elección de vida. “Llego a la Filosofía a los 16 años”, cuenta, y asegura que fue a partir de “un momento de crisis adolescente. El primer libro que encuentro es uno de Kant, ‘La metafisica de las costumbres’, y creo que no fue de casualidad. Vengo de una familia muy religiosa y el acercamiento a la Filosofia fue a partir de algunos problemas en relación a la religión, a Dios. Eso me fue llevando a problematizar algunas cuestiones, porque siempre fui además muy inquieta y curiosa”.
En ese problematizar cuestiones, en esa inquietud y curiosidad constante sobre lo que ocurre en lo cotidiano, van surgiendo también situaciones que se entrelazan directamente con la realidad, una realidad que va planteando debates tan justos como necesarios, y a los que asistimos con asiduidad en los últimos tiempos, cada vez con más fuerza y determinación.
“Me considero feminista y tengo todo un trabajo teórico en relacion al feminismo y las mujeres dentro de la historia de la Filosofia”, se afirma la joven filósofa, para luego continuar: “hablar de feminismo es hablar de las luchas y de los movimientos sociales por los derechos de las mujeres, pero también por otro tipo de reconocimientos que no están unicamente vinculados a lo legal, sino también a lo cultural. El acoso, la violación, las diferencias económicas que parten del mandato de la mujer dentro del hogar, porque aunque la mujer trabaje las preocupaciones domésticas siguen siendo nuestras. Reconozco la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, que es histórica y que tiene sus efectos dramáticos. La violacion es un tema que a mí me interesa mucho porque además formo parte de una Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales, integrada por mujeres y niños”.
La visión de Aldana es amplia y abarcativa y no le escapa al análisis cuando del rol de los medios de comunicación frente a movimientos como el feminismo se trata. “Es importante el hecho de que los medios de comunicación tomen al feminismo y no hablen solo de la mujer. Hay otras subjetividades dentro de la identidad de ser mujer. El feminismo es poner a todo el conjunto de mujeres, más allá de las elecciones particulares. Todas las luchas que viene dando el feminismo en las calles, con encuentros de mujeres nacionales, por ejemplo; es una discusión que se viene dando en el país en relación al género y es muy interesante. Hemos llegado a un punto fundamental en que los medios de comunicación ya no pueden mirar para otro lado. Creo que hay una presión que lleva a los medios a plantear el tema e invitar a las mujeres. Pero después hay otra cosa: hay mujeres que siguen sin aparecer en ese espacio y es importante que aparezcan; las pobres, las villeras, las trans, las travestis, las trabajadoras sexuales. Hay una discusion que divide al feminismo, y que tiene que ver con las trabajadoras sexuales. Por ejemplo, en los registros de asesinatos en el proceso de la dictadura, las trabajadoras sexuales no estan contempladas”.
En este sentido, Aldana profundiza la reflexión para plantear también esas situaciones que, considera, no están del todo bien. “Me parece que hay como una intención o un efecto de polarizar al feminismo. Mostrar a la feminista buena y mostrar a la feminista mala, la que le hace mal al feminismo. Es una cuestión que se replica también en La Rioja, dentro del movimiento de mujeres. Es complejo y es una discusión que me trae problemas, porque algunas personas pueden sentirse como atacadas. Dentro del género, hay desigualdades; no es lo mismo una mujer que estudia en la Universidad, blanca, de clase media, que una mujer indigena, pobre, que no pudo acceder a la Universidad. Es una desigualdad que tiene que ver con los orígenes. Planteo eso y es importante que se visibilicen las desigualdades que se dan también entre las mujeres y que es visibilizar formas de opresión. Es importante que empecemos a profundizar en las formas de opresión que por no tratarlas se invisibilizan. El patriarcado les va a tocar por igual a una u otra mujer, ese es un riesgo generalizado para todas, pero además es mayor la opresión cuando tenés otras opresiones. Las mujeres travestis, por ejemplo, tienen un promedio de vida de 40 años y esas son cuestiones que llaman mucho la atención”.
LA FILOSOFÍA Y EL FEMINISMO
Tampoco evade Aldana Cuello el punto de vista sobre el rol que le cabe a la Filosofía en realición a problemáticas como la del feminismo, siempre con una mirada profundamente crítica y comprometida, pero también de ruptura con lo dado, con lo pre establecido. “Cuando en filosofia trabajamos el feminismo de manera teórica entramos en un conflicto. El feminismo, antes de ser teórico, es político y social; se teoriza sobre el feminismo a partir de una necesidad social concreta, a partir de un derecho que se pierde o se está vulnerando. Y yo creo que en realidad es al revés, es el feminismo el que le da a la Filosofía aportes para pensar, más que la Filosofía al feminismo. Es la Filosofía la que tiene que estar atenta a todos estos problemas que van surgiendo para poder hacer sus propias elaboraciones, sus propias discusiones. Es el feminismo, es el movimiento de mujeres, es la lucha de los trabajadores, la lucha por los derechos humanos, los que le dan condimentos a la Filosofía, aunque habrá filósofos que no van a estar de acuerdo con esto, porque tienen toda una cuestión vinculada a la intelectualidad. Son las personas problematizando lo que le sirve a la Filosofía”.
“UNA RESPONSABILIDAD ÉTICA”
El espacio Filocafé es un lugar muy especial. Teniendo en cuenta todo el proceso histórico de la mujer en la Filosofía, y que a ese lugar que ocupo, lo ocupo debido a que en la historia muchísimas mujeres murieron por eso; siento que ese lugar no me fue dado naturalmente, como si pasó con los varones. Ocupar ese lugar que yo sé que lo ocupo por luchas de otras mujeres, muriendo para que esto sucediera, es muy fuerte y representa una responsabilidad ética tener esta consciencia. Me posiciono como mujer y me posiciono también en un espacio de poder. Pero sé que ese lugar depende de todas las luchas previas, y esto es muy fuerte.
“NO SE PUEDE UNIVERSALIZAR LA FILOSOFÍA”
Es un problema intentar universalizar el sentido de la Filosofía, porque no se puede universalizar la Filosfía si la entendemos como conectada a la realidad; la realidad es cambiante y si la realidad cambia el sentido de la Filosofía también tiene que cambiar”.
FICHA PERSONAL
ALDANA CUELLO ES FILÓSOFA, FEMINISTA, ANTIESPECISTA, DOCENTE FORMAL E INFORMAL. ES TAMBIÉN COORDINADORA DE LA OLIMPÍADA ARGENTINA DE FILOSOFÍA POR LA UNESCO EN LA PROVINCIA DE LA RIOJA Y GESTORA CULTURAL DE LOS ENCUENTROS FILOSÓFICOS Y CULTURALES “FILOCAFÉ” Y “FILOBIRRA” AUSPICIADOS POR LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PROVINCIA DE LA RIOJA. DICTA SEMINARIOS SOBRE DIVERSAS TEMÁTICAS TANTO EN MODALIDAD PRESENCIAL COMO A DISTANCIA. PERTENECE AL COLECTIVO DE MUJERES RED DE SOBREVIVIENTES DE ABUSO SEXUAL. PROMUEVE EL DIÁLOGO COMO MODO DE VINCULARSE CON OTROS Y GENERA NUEVAS PERSPECTIVAS POLÍTICO-CORPO-VINCULARES.