Paisaje interior

Todo en su mente tiene música, sonidos, armonías. Así lo siente y lo cuenta la artista riojana Ana Robles, que en la actualidad encara su tercer trabajo discográfico a través del financiamiento colectivo, un mecanismo de ida y vuelta entre las creaciones milimétricas (por lo precisas) de Ana Robles y la gente que se alimenta de sus canciones.

Ana Robles es una de las voces riojanas con mayor reconocimiento a nivel nacional, sitial que tiene bien ganado gracias a su incansable búsqueda de nuevos universos musicales que, como tales, la fueron llevando por diferentes caminos. Desde La Rioja hacia el mundo y desde el mundo hacia La Rioja, para recalar hace muy poco tiempo en la localida de Alta Gracia, Córdoba, en donde desanda los tiempos de su tercer trabajo discográfico: “Sabe el viento”.
Allí, precisamente en el viento de su paisaje interior, ancla Robles sus raíces para emprender un nuevo vuelo que, en esta oportunidad apela al corazón de quienes han podido disfrutar de la calidad y calidez de su música, al tiempo que intenta transmigrar hacia nuevas fronteras auditivas, a partir del financiamiento colectivo, disponible en la plataforma IDEAME. En medio de ese proceso plagado de sensaciones y expectativas, la cantante riojana dialogó con 1591 Cultura + Espectáculos para brindar detalles sobre su nuevo proyecto, y trazar recorridos de palabras entre ilusiones y sueños.
– TU NUEVO DISCO LLEVA EL NOMBRE DE “SABE EL VIENTO” Y CONTIENE 12 CANCIONES QUE SON DE TU AUTORÍA, ¿CUÁLES SON LAS TEMÁTICAS QUE ABORDA TU NUEVO TRABAJO Y CUÁNTO TIEMPO TE DEMANDÓ DARLE FORMA?
– Llevo casi cuatro años escribiendo letras y músicas que se han terminado en estos últimos meses. Es que hasta que no escribo hasta la última nota del cello que va a ir haciendo un contrapunto con un quenacho, no las considero terminadas. Todo va entrelazado, la melodía con la letra, con los acordes, con los timbres de los instrumentos que elijo para los que arreglo. Todo dice. La temática es esta vez el paisaje interior del ser humano, la búsqueda de la belleza y el amor, a pesar del miedo, del dolor. Encontrarse con los sueños postergados. Las incertidumbres, las certezas y la fuerza interior que nos lleva a seguir buscando paz, que es la mejor forma de resistencia ante los tiempos duros.
– PARA DAR A LUZ A TU NUEVO TRABAJO ELEGISTE EL SISTEMA DE FINANCIAMIENTO COLECTIVO, ¿EN QUÉ CONSISTE, QUE NOS PODÉS CONTAR AL RESPECTO Y CUÁLES SON TUS EXPECTATIVAS?
– El Financiamiento Colectivo (o crawdfunding como se lo conoce a nivel mundial) es una forma de autogestión. Se invita a la gente a ser parte de un proyecto, en este caso la grabación de un disco, haciendo una contribución en dinero. A cambio de este aporte el creador ofrece distintas recompensas. Para el proyecto de grabación de “Sabe el Viento” se pueden hacer contribuciones desde los $200 hasta los $3000. Las recompensas van desde la descarga digital del disco hasta talleres grupales y conciertos privados. Estas contribuciones se hacen a través de la plataforma idea.me buscando el proyecto “Sabe El Viento”. Mi espectativa es que la gente se sume y se sienta parte de un proyecto creativo que ha sido muy cuidado en cada detalle y que es una obra pensada de manera global, como una suite.
– TU TRABAJO PREVIO TE HA PERMITIDO CONVERTIRTE EN UNA REFERENTE DE LA MÚSICA FOLCLÓRICA EN EL PAÍS, ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA VOS Y QUÉ NUEVOS OBJETIVOS TE PLANTEÁS A PARTIR DE ESTO?
– Estoy muy agradecida de la gente que ha ido escuchando o cantando mis canciones. Cuando me escriben de lugares como San Pablo, Tokio o Nueva York para contarme que me cantan, o para pedirme partituras de los temas es un sentimiento hermoso. Saber que más gente te escucha también te da una responsabilidad mayor, pero yo no suelto una canción hasta que no estoy convencida de cada palabra, de cada nota, de cada acorde. No me gusta completar rimas nomás, todo tiene que decir. Mi objetivo es componer canciones de raíz folklórica pero con un lenguaje contemporáneo, actualizado, con un discurso acorde al hoy, a lo que me identifique como mujer hoy. También crear una comunidad en torno a la composición y a la formación donde me pueda sentir identificada y contenida como mujer creadora de nuevas músicas. También ampliar la difusión de mi música, de mis talleres de percusión y canto circular, la construcción de redes de creación con músicos y músicas de todo el país o del extranjero y en ese sentido ya estamos trabajando en algunos encuentros muy interesantes.
– ¿CÓMO COMIENZA TU RELACIÓN CON LA MÚSICA; CUÁLES SON TUS PRIMEROS RECUERDOS VINCULADOS A LOS INSTRUMENTOS Y CÓMO EVALUÁS EL RECORRIDO QUE HICISTE EN TODOS ESTOS AÑOS?
– Mis primeras memorias son el piano, la casa de mi abuela Rosa, los trinos de los pájaros en las jaulas del patio, yo sentada en el taburete tocando con un dedo un pedacito de canción sacada de oído de ver tocar a mi papá. Ya tocaba algún vals a dos manos cuando entré en el jardín de infantes. La música siempre estuvo ahí, fue cambiando el sonido, se fue ampliando, formando capas, incorporando otras dimensiones. Yo soy músico, no es un trabajo que hago y cuando me levanto del piano termina. Todo el tiempo estoy escuchando algo en la cabeza. La música que escribo es yo, y creo que si hacés un arte desde la profundidad y la honestidad del alma en algún momento vas a conectar con otras almas que estén vibrando en la misma frecuencia. Por eso es tan importante buscar la belleza y estar en paz cuando hacés tu arte, porque es lo que uno pone en el viento para que viaje y llegue. Lo demás que pase es consecuencia.
– SI BIEN TU PUNTO DE PARTIDA TIENE QUE VER CON LA RIOJA, PUDISTE TAMBIÉN HACER EXPERIENCIAS EN GRANDES CIUDADES, ¿QUÉ TE QUEDÓ DE TU PASO POR BUENOS AIRES? ¿QUÉ DE HABER DECIDIDO EN SU MOMENTO EMIGRAR HACIA EL REINO UNIDO?
– En las ciudades grandes se juegan otros “torneos”, otras “ligas” y hay que estar preparado y entrenado. Las exigencias son otras, la competencia es otra, es muy enriquecedor y a la vez tiene otro ritmo todo. También hay más gente, lo cual implica que hay más público para la variedad de propuestas artísticas que albergan estos polos culturales. Yo quería eso, por eso me fui y tuve suerte de poder hacerlo y a la vez fue dura la lejanía y hermoso los amigos que hice en esos tiempos. Todo ese viaje junto con mi origen me hizo quien soy y creo que eso se escucha en la música también.
– AL MARGEN DEL CRECIMIENTO MUSICAL QUE PUDIERON HABER IMPLICADO ESAS EXPERIENCIAS, ¿EN QUÉ OTRAS ARISTAS DE TU VIDA SENTÍS QUE TE APORTÓ LA POSIBILIDAD DE TRASPASAR FRONTERAS?
– Creo que me dieron la certeza de que siempre hay otro ángulo para todo. A veces uno sigue por inercia las convenciones o costumbres del lugar donde nació, sin preguntarse ni cuestionarse. En términos de alimentación, o salud, o espiritualidad. El conocer distintas maneras de abordar la vida, el trabajo, la crianza de los hijos. Aprender a pensar, a probar y a elegir.
– ¿QUÉ SIGNIFICÓ PARA VOS LA GRABACIÓN DE “LOS DUENDES DEL AGUA” Y QUE NUEVAS PUERTAS TE ABRIÓ ESE TRABAJO?
– Para mí significó reconocerme como compositora, como cantante, entender que tenía más cosas que decir que solo tocar el piano. Y creo que para afuera fue igual.
– ¿DE QUÉ MANERA TE PARASTE A LA HORA DE INICIAR LOS TRABAJOS PARA TU SEGUNDA GRABACIÓN, “PEDACITOS DE SOL”? ¿QUÉ ENCONTRÁS DE SIMILAR CON TU ANTERIOR TRABAJO Y QUÉ DE DIFERENTE? ¿QUÉ NUEVAS OPORTUNIDADES TE VALIÓ ESE SEGUNDO DISCO?
– Pedacitos de Sol me llevó muchos años. Desde que comencé a escribir y a tocar estas canciones pasaron muchas cosas, tuve tres hijos, me mudé de tres ciudades diferentes, cambió el entorno, los músicos, cambié yo, mi forma de tocar y de escribir. Hasta que finalmente se terminó de grabar en una especie de urgencia mía por cerrar una etapa, y también por volver a salir a tocar (¡con lo chicos no es fácil!). Me ayudó también a abrir una nueva etapa y a afianzarme como compositora.
– AHORA ESTÁS TRABAJANDO SOBRE TU TERCER DISCO, “SABE EL VIENTO”, ¿QUÉ TOMASTE DE TUS TRABAJOS ANTERIORES; EN QUÉ TE GUSTARÍA QUE SE DIFERENCIE? ¿CONFLUYEN OTROS GÉNEROS EN LOS QUE TE GUSTA EXPLORAR?
– Bueno, yo tengo esta edad ahora, este tiempo de observación del mundo, de las personas, de mi misma. Sigo siendo yo, con más horas de vuelo por decirlo de alguna manera. Esta vez las canciones hablan más del paisaje interno del ser humano que muchas veces es de sufrimiento y conflicto. A veces hace falta animarse a considerar otro ángulo, aprender a elegir aunque sea en la incertidumbre, pero confiando en el instinto, en la brújula interna que tenemos todos y que poco escuchamos. Hace falta valor para buscar la felicidad y uno puede mentirle a todos menos a uno mismo, porque se hace un nudo en la panza cada vez que uno está donde no es. ¡Hay tanta música tan linda y tan distinta en el mundo! Escucho muchos géneros, muchos estilos, eso se va pegando al lápiz, y a la hora de arreglar siempre salen algunos sonidos más clásicos, más jazzeros, algo rioplatense, algo español también. Aunque mi geografía de origen es tan fuerte en mí que el folklore siempre se escucha, el cerro siempre está ahí.
– ¿QUÉ NOS PODÉS CONTAR, MÁS EN DETALLE, DE “SABE EL VIENTO? ¿POR QUÉ DECIDISTE LLAMARLO DE ESA MANERA? ¿CON QUÉ PROPUESTA SE ENCONTRARÁN QUIENES PUEDAN ACCEDER A ESE MATERIAL?
– En el disco anterior había estado experimentando con la sonoridad de las maderas (flauta, clarinete y clarinete bajo) mezcladas con las cuerdas. Es un ensamble que me gusta y que acompaña bien casi cualquier género. Cada tanto agregando unos aerófonos andinos que va a tocar Mauro Ciavattini. También con los bronces si uno quiere darle a la música un poco más de “punch”. Quería tocar con contrabajo en vez de bajo eléctrico esta vez y encontré a Federico Seimandi, que tiene un sonido hermoso y tremendo buen gusto para tocar. El contra le da un sonido más jazzero que también vamos a buscarlo desde la batería y el set de percusión de Rodrigo Díaz. En la guitarra va a estar mi querido amigo Horacio Burgos, que es como un gurú de la viola. Eugenia Menta en Cello, el cuarteto de cuerdas Magnolia, Santiago Bartolomé en trompeta y flugel horn, el Charro Flores que se viene a Córdoba a grabar las flautas y por supuesto Nick Homes en los clarinetes y saxo alto.
– ¿LA MAYORÍA DE LAS CANCIONES DE ESTE NUEVO TRABAJO DISCOGRÁFICO FUERON CREADAS EN LA LOCALIDAD DE CAMPANAS, ¿QUÉ ENCONTRASTE DE PARTICULAR EN ESE LUGAR; QUÉ, EN GENERAL, EN RELACIÓN A LA RIOJA? ¿QUÉ DE TODO ESO SE VE REFLEJADO EN EL DISCO?
– En realidad la mayoría de las canciones fueron “pensadas” en Campanas, como casi toda mi obra. Es mi punto de partida y el lugar al que siempre vuelvo, si no puedo físicamente, vuelvo con el corazón. Mi refugio en el mundo, mi contacto con la tierra, conmigo misma y con mi familia. Se dio así, de ahí son mis ancestros y ahí vuelvo a recargarme de energía para comenzar cada ciclo solar, como una especie de ritual.
– ¿CUÁNTO TIEMPO HACE QUE ESTÁS VIVIENDO EN ALTA GRACIA? ¿POR QUÉ DECIDISTE CONTINUAR TU TRABAJO CREATIVO EN ESA LOCALIDAD DE CÓRDOBA?
– Estoy viviendo en Alta Gracia desde febrero de este año. Me gustó la cercanía con Córdoba, donde hace unos años estoy viniendo a tocar y he conocido gente hermosa y nuevos amigos que siempre me han “bancado”. En este momento estoy trabajando con mi amiga Susana Guzmán que es una de las personas que más saben de gestión cultural y comunicación. Ella se ha puesto mi proyecto al hombro y me está ayudando tantísimo a realizar todo lo que sueño para el después de que la música ha sido escrita. Me he dado cuenta en todo lo que hay que tener en cuenta para llevar a cabo un proyecto así y que requiere mucha planificación y paciencia, muchas horas de trabajo y mucha perseverancia. Estoy aprendiendo mucho de todo esto y Alta Gracia me permite llevar una vida tranquila con mi marido e hijos, cerca del colegio y a la vez poder escaparme a Córdoba cuando debo ensayar o hacer prensa.
– ¿CÓMO IMAGINÁS EL DÍA EN QUE PUEDAS PRESENTARLO EN PÚBLICO?
– Me imagino en un teatro aquí en Córdoba, me imagino con un piano de cola, con todos lo amigos que forman parte del disco. Me imagino una sala llena, me imagino feliz.
– EL VIENTO SABE SOSTENER CUANDO UNO SE ANIMA A DAR EL PASO, AFIRMÁS EN EL VIDEO DE LA CAMPAÑA DE FINANCIAMIENTO COLECTIVO, ¿QUÉ SENTÍS QUE TE SOSTIENE COMO EL VIENTO EN CADA UNO DE LOS PASOS QUE DECIDÍS DAR EN TU CARRERA?
– Para que el Universo haga su parte uno tiene que hacer la de uno. Dar el paso, saltar, animarse, creer, saber. Haberse preparado, estar listo y confiar. Te sostiene la misma fuerza que a la vez te conecta con todo y con todos y que no se ve, como el viento, pero se ven sus señales, como mueve las hojas, la tierra. Y somos tan pequeños que solo podemos confiar en que el viento sabrá llevarnos, como a las hojas, a donde debemos estar.

“SABE EL VIENTO” Y EL FINANCIAMIENTO COLECTIVO

“Sabe el viento” es el tercer disco solista de Ana Robles y contiene 12 temas de su autoría, que trazan un recorrido por su interior, pero que reflejan a la vez, cosas que todos sentimos en algún momento de nuestra vida. La compositora y pianista Ana Robles lanzó recientemente el financiamiento colectivo de su tercer disco, que está disponible a través de la plataforma IDEAME, y a la que puede accederse a través del siguiente link: http://bit.ly/2jLuc29. Con el propósito de reunir los fondos que hagan posible la grabación y mezcla de su disco, la compositora riojana se propone el desafío de buscar que colaboradores se sumen a su proyecto, ofreciendo las tradicionales “recompensas” a quienes decidan acompañarla. Las mismas consisten en descargas virtuales o discos físicos, pack de 3 discos, clases de piano, composición o arreglos a cargo de la artista, taller grupal “Círculo de percusión y canto”, taller grupal de “Composición de canciones” y conciertos privados.
Por la belleza y profundidad de su obra, Ana Robles se ha convertido en una referente de la música folklórica argentina, y reconocidos artistas interpretan sus temas como Marta Gómez, Sofía Tosello, Bruja Salguero, John Crawford, Aguablanca, Mery Murúa, Nadia Larcher, Flor Sur Cello Trío y Gloria de la Vega, entre otros. En 2016 ganó el Concurso Ibermúsicas de la Canción Popular.
Ana Robles nació en 1978 en la provincia de La Rioja, Argentina.
Comenzó a tocar el piano a la edad de cinco años. Estudió en el Conservatorio Fracassi y luego en el Centro Polivalente de Arte de La Rioja. Durante su adolescencia ganó varios premios a su capacidad como instrumentista en festivales de música popular argentina. También participó en la Orquesta de Música Popular de La Rioja dirigida entonces por Ramón Navarro (h) y Luis Chazarreta en 1995. Desde 1996 hasta 1998 cursó estudios de Música Popular y Producción Musical en la Escuela de Música de Buenos Aires (EMBA).
En Buenos Aires participó de diferentes proyectos de música popular argentina, tanto propios como de renombrados artistas argentinos. Algunos de ellos son: Rodolfo Alchurrón Sexteto, Willy González, Lidia Barroso y José Ceña entre otros.
Ana emigró al Reino Unido en el 2001 con el objetivo de seguir trabajando en su carrera musical, estilo y composiciones. Estudió en el Morley College de la ciudad de Londres. Allí grabó su primer disco “ Los Dueños del Agua “ con canciones folklóricas de su autoría y de las discotecas “Walk in the Sun”, “Collected Dreams” y “The Juicer” con el saxofonista inglés Nick Homes. También colaboró con el renombrado pianista inglés John Crawford, quien en su último disco grabó una versión de “Peñas Luz” de Ana Robles.
En 2014 graba su segundo álbum “ Pedacitos de Sol “. Actualmente vive en la ciudad de Alta Gracia, donde está desarrollando sus proyectos creativos.

 

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