Isadora Zerbini presenta en Chilecito “Aznar en Danza”, un espectáculo que no sólo homenajea al gran músico argentino, sino que también pone en escena a un grupo de talentosos artistas que llegan desde diferentes provincias. Herencia de baile y ofrenda artística.
En el aire suena la musica de Aznar como un presagio de vuelo. O tal vez como una forma de levitar los sueños que se cuecen al calor de un deseo que se proyecta a lo largo del tiempo y se abraza al recuerdo de aquella primera vez en que lo acordes de una canción atravesaron la distancia hasta traerla aquí, a este presente concreto que trasunta los días en el hoy.
Todo forma parte de una conquista personal, fraguada a través del paso de la vida y sus circuntancias, ajenas a veces a los designios de un destino que se aferra a lo que puede ser porque se busca con la intensidad del baile, moviéndose armoniosamente por las venas que danzan la melodía de Pedro, que allí sigue sonando, en una especie de cortina de fondo que acompaña la charla, entre mate y mate, con el agua tibia y las palabras templadas por la sonrisa de una mujer que se sabe constructora de anhelos que se tornan realidades.
Isadora Zerbini es una de esas tantas personas que pululan por el mundo con una predestinación tan clara como el curso de un río que va y va y va hacia su desembocadura, sin importar cuántas piedras puedan cruzarse a lo largo del camino. Hija de la enorme bailarina Silvia Zerbini (actual directora del Ballet Folklórico Nacional, Isadora teje la trama de su propia historia dejando atrás los nombres propios y se apresta a escribir, este sábado, uno de los capítulos mas trascendentales de su carrera artística, con Chilecito como fiel testigo de su traspaso hacia la otra dimensión: la de la danza.
Una vez tuvo un sueño. Y lo soñó tan profundo y tan intenso que terminó por darle forma en lo real. Y ahora espera a que se corra el telón para dar rienda suelta a su homenaje a Pedro Aznar, en un evento que reunirá a artistas de varias provincias y que dejará una profunda huella, no sólo en su ser, sino también en el imaginario de la danza de la Perla del Oeste que, por un momento, abandonara el letargo y emprenderá el vuelo sagrado que, desde los pies, echa raíces hacia un cielo posible.
“Aznar en danza” se desarrollará mañana, desde las 21.30, en el Salón San Pablo de Chilecito, pero será la última estación de un viaje tan extenso como dedicado a la aventura de hacer de lo imposible un hecho concreto, y del sueño una realidad palpable que irá mucho más allá de ese tiempo compartido y que, es de esperar, llegue hasta la piel del homenajeado para convertirse en devoción y entrega.
Mientras eso ocurre (y ocurrirá al fin) Isadora Zerbini abre las puertas de su casa a 1591 Cultura + Espectáculos, como si se tratara de las puertas de su corazón, y el camino de las palabras comienza a desandar el recorrido de una existencia que no sería tal si no danzara; al igual que cada pensamiento que deja fluir desde el imaginario de su percepción del universo, paso a paso, pies descalzos, brazos abiertos de par en par y Aznar, que sigue acompañando, de fondo, con su voz ya vuelta pajaro.
AZNAR POR ISADORA
“Aznar es uno de esos artistas que te mueven hasta la fibra más chiquita del cuerpo”, cuenta Isadora. Y en esa frase va casi por completo el concepto que la artista expresa sobre el artista en cuestión. Claro que detrás de esa mirada en particular hay una historia que da cuenta del punto de encuentro, del mojón fundacional. Al respecto, Isadora dirá que “ a Pedro lo escuché por primera vez a los 16 o 17 años. Estaba estudiando en Perú. Vivía en Lima. Vengo y unos amigos de Santa Fe me lo hacen conocer; me parece que era su trabajo “Cuerpo y alma”. A partir de allí comencé a escuchar, pero cuando decido hacer un tributo tuve que empezar a estudiarlo, porque el tipo es impresionante. Cada rubro donde el decide experimentar lo hace de manera impresionante, es impecable. Y es también sumamente inaccesible”.
De allí en más, la relación entre la bailarina y el cantante se desarrolló de manera estrecha, aunque esta historia sólo da cuenta de un encuentro casi fugaz, cuando el músico visitó Chilecito e Isadora pudo hacerle saber de su tributo, a lo que Aznar respondió con un noble gesto de gratitud y una sonrisa -de ambos- que aún perdura.
¿CÓMO CONCEBISTE ESTA OBRA QUE HOMENAJEA A UNO DE LOS ARTISTAS MÁS DESTACADOS DEL PAÍS?
Fue súper difícil elegir los temas. Había algunos laburos discográficos que no habían llegado a mi mano. “Parte de volar”, “Cuerpo y alma”, “Mudras”, “Aznar canta Brasil”, “Caja de música”, etc. Son muchos trabajos discográficos. Yo relacioné lo que me sucede a mi con Aznar con mi vida, porque la danza es mi vida, es cotidiano lo que uno hace. El primer afecto que aparece en mi vida es, obviamente, mi mamá. Estoy relacionando todo desde lo afectivo. La obra va desde “Parte de volar”, y atraviesa a todos los afectos que me dio el arte. “Como la cigarra”, por ejemplo, es un tema que me hace acordar a la niñez y es el arte desde la mano de mi mamá; y al espectáculo lo abro con un landó (es un estilo musical y baile afroperuano) que él canta y que es justo el primero que yo bailé en mi adolescencia.
¿QUÉ HAY EN CADA UNO DE ESOS TEMAS QUE SELECCIONASTE PARA LA OBRA?
En cada tema veo a cada persona que me acompañó a lo largo de todo este tiempo. Esta todo muy relacionado, entrelazado. Y el tributo en sí son 16 temas de pura danza. Hay expresión corporal, danza clásica, contemporánea, folklore latinoamericano, argentino y peruano; y hay también títeres. Hay un tema que bailo con mi hija, por ejemplo, y que refleja la cotidianeidad del arte.
¿Y CUÁLES SON TUS EXPECTATIVAS EN RELACIÓN AL ESPECTÁCULO QUE SE VA A DESARROLLAR MAÑANA?
No tengo expectativas, más que estar con la gente que quiero y que se pueda dar eso con toda la gente, con los afectos, poder hacer esto que amamos todos, que es bailar. Busco el disfrute; lo que pasa es que la gente con la que yo disfruto es gente que es muy consciente. No baila sólo por mover el cuerpo. Tienen mi mismo concepto en la búsqueda del arte.
¿Y CUÁL ES ESE CONCEPTO?
El concepto mío de danza no pasa sólo por la búsqueda del virtuosismo, sino por lo que genera la persona. Tiene que ver con la espiritualidad.
PREDESTINADA
Isadora Zerbini está atravesada por la danza y así lleva su designio: con absoluta naturalidad. Esa predestinación que le llega desde su concepción misma (paterna y materna) vibra en sus pies y la aferra a sus raíces de vuelo, más allá de toda terrenalidad. Es así como no duda ni un instante en afirmar que no imagina su vida sin bailar.”Soy la tercera y la última del primer matrimonio de mi mamá. Ella ya esperaba una hija que se iba a llamar Isadora”, cuenta y sonríe, asumiendo esa parte del destino que ya estaba allí, incluso antes que ella misma, y que la llevó a recorrer el universo de la mano de Silvia.
“Todo lo que era danza me gustaba. Nunca me atrajo otra cosa. Mi abuela fue súper importante, sin mi abuela mi mamá no hubiera podido sola. A los 14 años me puse una meta y me decidí por folklore latinoamericano. Es muy fuerte. Siempre hurgaba los libros de mi mamá. Veía todo eso y me gustaba mucho. Eso es lo que más me atrae, hasta ahora”, recuerda.
¿EN ALGÚN MOMENTO DE TU VIDA SENTISTE PRESIÓN POR SER LA HIJA DE UNA ENORME BAILARINA COMO SILVIA ZERBINI?
Mi vida estuvo atravesada por la danza. Es re lindo porque amo bailar y cuando estás en el grupo de baile de tu mamá, puede ser que haya cierta presión. Lo más difícil es ser hija “de”, que te comparen, que te digan ‘vos no sos como tu mamá’. Y es estar todo el tiempo tratando de no ser como mi mamá. Adoro y admiro a mi mamá, al mismo tiempo. En la vida no he necesitado ninguna otra maestra. Maestro que tuve, maestro que no me sacó todo lo que me sacó mi mamá, y me sigue sacando. Me sigue enseñando en la danza. Es una maestra, mucho más que una madre. Muy generosa, pero también muy severa.
¿EN ALGÚN MOMENTO DE TU VIDA TE IMAGINASTE HACIENDO OTRA COSA?
No me imagino mi vida sin bailar. Mi papá también baila; fue maestro de danza de mi mamá en cierta etapa. Siempre supe qué era lo que queria. Y siempre voy a seguir bailando. Es mi búsqueda. Siempre seguí lo que dice mi interior. No voy hacia lo comercial y eso lo traslado a mi obra. No es lo comercial lo que yo quiero, porque dejaría de ser Aznar desde mi vida. Si alguien no puede bailar un tema, el tema no se hace.
¿Y CÓMO ENTABLÁS LA RELACIÓN ENTRE LA DANZA Y TU HIJOS, TU SER MAMÁ?
Estoy esperando que mis hijos crezcan para poder viajar por toda Latinoamérica. Mis hijos siempre estuvieron conmigo. Donde iba, iba con ellos. EN ese sentido, trato de cubrir las falencias que yo viví como hija, porque sufrí muchas ausencias de mi mamá. Por eso intento no dejar a mis hijos por la danza, ni dejar a la danza por mis hijos. Siempre seguí mi interior, entonces nunca dejé que mis hijos pasaran frío ni hambre; ellos tienen su casa, sus horarios, su escuela, no tienen desorden. No han pasado muchas cosas que viví yo de chica, de estar cambiando de escuela todo el tiempo, por ejemplo. Les gusta acompañarme. Ellos comparten mi vida laboral, desde bebés.
LA DANZA DE LOS AFECTOS
Desde ese concepto se concibe “Aznar en danza”, un espectáculo que intentará atravesar al espectador desde las emociones que Isadora Zerbini fue acumulando a lo largo de su vida como artista, al igual que los innumerables afectos atesorados, muchos de los cuales la acompañarán en esta aventura de homenajear a uno de los músicos más prolíficos y exquisitos de la Argentina.
En ese afán, Zerbini logró reunir a un conjunto de talentos que engalanarán la puesta en escena pero que, al mismo tiempo, serán una caricia para su corazón.
Así, serán parte del tributo a Aznar Silvia Zerbini (Chilecito), Gabriela Ayala (Buenos Aires), Ana Radusky (Tucumán), Patricia Aballay (Buenos Aires), Violeta Voy (Río Negro), José Perea (La Rioja), Malinche Astrada (La Rioja), María del Sol Leyes (Mendoza), Candelaria Pautassi y Regina Poussif (Córdoba), Camilo y Candela Herrera (Chilecito). La cita es este sábado 20 de octubre, a partir de las 21.30, en el Salón San Pablo de Chilecito.
PERFIL
Isadora Zerbini es Maestra de Danzas Argentinas y bailarina de danzas latinoamericanas y afro peruanas. Se ha formado en danzas argentinas, españolas y latinoamericanas. En Lima, Perú se ha especializado en danzas negras y afro peruanas con importantes y reconocidos maestros. Actualmente dirige el Elenco Municipal de Danzas Foklóricas Latinoamericanas de la Municipalidad de Chilecito y es Docente en el Centro Polivalente de Arte de la misma localidad riojana.
“Haré de mi danza un vuelo, de mi vida una ceremonia y de allí partirán mis principios…” (IZ)